Pospet
Milpostista
Sin verificar
Hemos progresado mucho desde 1955. Tenemos un buen nivel de vida, llevamos zapatos a medida, camisas de algodón bien planchadas, nos afeitamos con pelo de tejón y usamos relojes caros. Quizás producimos poco, pero somos simpáticos y aguerridos. Me refiero a los españoles.
Además debo decir que nuestro nivel intelectual es muy alto, y no me refiero a la formación académica, sino a la inteligencia media, y lo se porque mi mujer trabaja en altas tecnologías y se quienes son sus clientes, y en consecuencia ningún complejo hay que tener por este tema.
Ahora bien, en cuanto a pillería (léase, tendencia natural a la estafa) tenemos un don natural de etiología genética que resulta connatural y irreversible.
No se si habéis leído un hilo sobre un forero al que se le ha caído el reloj, un Oris.
https://relojes-especiales.com/threads/me-he-cargado-mi-nuevo-reloj-oris-¡ayuda-pls.416661/
Él preguntaba qué hacer o si le entraría en la garantía su reparación. No hace falta ser Uría para saber que si se te ha caído al suelo, ha sido una falta de cuidado y eso nunca entra en garantía de fabricante. Las respuestas de los demás dibujan con nitidez científica nuestro gusto por la trampa la doblez y el engaño. Sí, somos unos mentirosos genéticos que nos adentramos en el terreno de la estafa cuando se trata de sacar provecho. Nadie se ha atrevido, a pesar de ser aguerridos, a plantar cara a esos compatriotas que le animan al engaño. Es poca vergüenza o es degradación moral? Luego criticamos que los políticos sean unos p---- ladrones. Es lo que somos.
A veces me río con cierta sorna cuando alguien de otra provincia me dice: sí es que vosotros sois españoles, pero nosotros somos diferentes. Y pienso yo, pero nos os dais cuenta que sois lo mismo y haceis lo mismo que el resto de ibéricos? Las diferencias las tenemos en las temperaturas que disfrutamos.
Desanima un poco que un montón de millones de personas con los que vives y con los que hay que tirar para adelante porque no queda más remedio, les guste tanto la falta de decencia. Y el problema no es que nos pueda gustar la trampa, el problema, a diferencia de otros países, es que lo vemos socialmente bien.
Además debo decir que nuestro nivel intelectual es muy alto, y no me refiero a la formación académica, sino a la inteligencia media, y lo se porque mi mujer trabaja en altas tecnologías y se quienes son sus clientes, y en consecuencia ningún complejo hay que tener por este tema.
Ahora bien, en cuanto a pillería (léase, tendencia natural a la estafa) tenemos un don natural de etiología genética que resulta connatural y irreversible.
No se si habéis leído un hilo sobre un forero al que se le ha caído el reloj, un Oris.
https://relojes-especiales.com/threads/me-he-cargado-mi-nuevo-reloj-oris-¡ayuda-pls.416661/
Él preguntaba qué hacer o si le entraría en la garantía su reparación. No hace falta ser Uría para saber que si se te ha caído al suelo, ha sido una falta de cuidado y eso nunca entra en garantía de fabricante. Las respuestas de los demás dibujan con nitidez científica nuestro gusto por la trampa la doblez y el engaño. Sí, somos unos mentirosos genéticos que nos adentramos en el terreno de la estafa cuando se trata de sacar provecho. Nadie se ha atrevido, a pesar de ser aguerridos, a plantar cara a esos compatriotas que le animan al engaño. Es poca vergüenza o es degradación moral? Luego criticamos que los políticos sean unos p---- ladrones. Es lo que somos.
A veces me río con cierta sorna cuando alguien de otra provincia me dice: sí es que vosotros sois españoles, pero nosotros somos diferentes. Y pienso yo, pero nos os dais cuenta que sois lo mismo y haceis lo mismo que el resto de ibéricos? Las diferencias las tenemos en las temperaturas que disfrutamos.
Desanima un poco que un montón de millones de personas con los que vives y con los que hay que tirar para adelante porque no queda más remedio, les guste tanto la falta de decencia. Y el problema no es que nos pueda gustar la trampa, el problema, a diferencia de otros países, es que lo vemos socialmente bien.