Pues, a riesgo de poder recibir algún palo, hay un par de cosas que me estropean todo el filme. Entre ellos el tramposo uso del B/N. Si hacemos un filme en B/N, ni puede haber ojos azules, ni puede haber llamas flameantes, ni puede haber abrigos encarnados. Como filme me emocionó más "El pianista".
También es triste que en nuestro país tenemos un héroe similar, el diplomático
Ángel Sanz-Briz, quien salvó miles de judíos en Budapest otorgándoles pasaportes españoles, primero a los sefardíes, después a sus familias, después a las familias de sus familias y al final a cualquier judío perseguido; labor que continuó su discípulo
Giorgio Perlasca, autoproclamado como cónsul español pero como la película se la hicieron italianos y no Espilber, es completamente desconocido.
No fué el único "Schindler" español.
Eduardo Propper de Callejón (1895 - 1972) fue un diplomático español. Mientras estuvo destacado en la embajada de París, prestó su ayuda para la huida de miles de judíos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial, desde la Francia ocupada hacia España, hechos por los que fue distinguido como Justo entre las Naciones en octubre de 2007.
Bernardo Rolland de Miota, diplomático español que, desde su posición de Cónsul General de España en París (1939-1943) evitó la confiscación de los bienes de un puñado de judíos sefarditas. Intercedió por 14 judíos españoles enviados al campo de Drancy y organizó la repatriación de otros 77, trabajo que terminó Alfonso Fiscowich. Su actuación en favor de los judíos provocó graves tensiones con las autoridades alemanas de la Francia ocupada y con el entonces Embajador de España, Félix de Lequerica.
José Rojas Moreno, fue un diplomático español que, desde su posición como Embajador de España en Bucarest (Rumanía) (1941-43) consiguió que se revocasen los decretos de expulsión dictados contra un grupo de judíos sefarditas y la promesa formal que, en el futuro, ninguno de ellos sería expulsado.
Miguel Ángel de Muguiro, diplomático español que, desde su lugar a la Embajada de España en Budapest (Hungría), contribuyó a la salvación de judíos perseguidos por el gobierno pro-alemán de Miklós Horthy. En un ambiente de pogromos, persecuciones por las calles y campos de tránsito organizados por los nazis húngaros de la Cruz Flechada para concentrar a los judíos antes de su envío a los campos de exterminio, Miguel Angel de Muguiro, como Encargado de negocios, escribió a Madrid escandalizado por los registros y las palizas que practicaban los miembros de las SS.
Sebastián Romero Radigales, fue un diplomático español que desde su lugar como Cónsul General de España en Atenas (1943-1944) organizó la repatriación por tierra, mar y aire de los judíos de origen sefardita. Ante las objeciones para su entrada en España, propuso Marruecos. Entre marzo y junio de 1943 48.000 judíos de Salónica fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Romero Radigales actuó para intentar liberar a los deportados sefardíes. Saltándose a las autoridades alemanas, consiguió trasladar 150 sefardíes desde Salónica a Atenas.
Julio Palencia Tubau, fue un diplomático español que, desde su lugar como Ministro de la Embajada de España en Sofía (1940-1943) denunció la legislación antisemita del gobierno búlgaro - que afectaba a 50.000 judíos - y va interceder ante Bulgaria y Alemana para proteger los derechos y bienes de 150 judíos sefardíes. Se enfrentó sin éxito con las autoridades nazis para evitar la ejecución del judío Leon Arie, los hijos del cual adoptó para que pudiesen salir del país y reencontrarse con su madre. El embajador de Alemania en Sofía calificó a Julio Palencia de «fanático anti-alemán» y «amigo de los judíos».
Juan Schwartz Díaz-Flores, diplomático español que, desde su lugar como Cónsul de España en Viena (Austria) contribuyó a la salvación de judíos perseguidos por los nazis.
José Ruiz Santaella, funcionario español del cuerpo diplomático. Como agregado en la embajada de Berlín en los años 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, contribuyó, con la ayuda de su esposa Carmen Schrader, a salvar la vida de Gertrud Neumann, Ruth Arndt y Lina Arndt, perseguidas por su condición de judías por el Tercer Reich.