rlasanz
Habitual
Sin verificar
Queridos amigos, os cuento una historia real como la vida misma.
Hace dos días dando cuerda a un precioso Certina pointer-date manual, veo que salta la cuerda. Ni corto ni perezoso acudo a un relojero cerca de casa. Le indico el problema, mira el reloj con suspicacia - ni siquiera lo abre- y me dice que estos relojes viejos con más de 35 años ya no se arreglan, que quizá se había estropeado el trinquete o la cuerda, que en todo caso son relojes para tener guardados permenentemente en un cajón. El cliente al que atendía antes de mí le había llevado un reloj de cuarzo y le estaba cambiando la pila.Aquí no hubo peros Y yo me pregunto, ¿los relojeros de hoy en día se dedican mayoritariamente a cambiar pilas o correas? ¿Y todo su saber profesional se reduce a esto? .
Acudo a otra relojería y me indican que no tienen fornituras. Finalmente entro en una tercera relojería y después de abrirlo, me indican que tiene roto el muelle real y que pase el lunes a recojerlo, que era una avería sin importancia.
De tres sólo uno se atreve a cambiar el muelle. Moraleja: los amigos del vintage tenemos mérito. Si el desánimo y el miedo se apoderan de nosotros acabaremos guardando o eliminando de nuestra posibles compras esos bellos objetos que tanta satisfacción nos proporcionan, dejaremos abandonados esos pequeños seres creados y diseñados con ilusión hace décadas por esos maestros relojeros, son seres que no merecen tener un final tan triste, y dejarán también de existir esos escasos pero muy profesionales relojeros que tienen la valentía de resucitar de la muerte a nuestros queridos vintage. Así que amigos, ánimo y perseverancia, no podemos desfallecer en esta empresa común que es el vintage.
Un saludo, Rafa
Hace dos días dando cuerda a un precioso Certina pointer-date manual, veo que salta la cuerda. Ni corto ni perezoso acudo a un relojero cerca de casa. Le indico el problema, mira el reloj con suspicacia - ni siquiera lo abre- y me dice que estos relojes viejos con más de 35 años ya no se arreglan, que quizá se había estropeado el trinquete o la cuerda, que en todo caso son relojes para tener guardados permenentemente en un cajón. El cliente al que atendía antes de mí le había llevado un reloj de cuarzo y le estaba cambiando la pila.Aquí no hubo peros Y yo me pregunto, ¿los relojeros de hoy en día se dedican mayoritariamente a cambiar pilas o correas? ¿Y todo su saber profesional se reduce a esto? .
Acudo a otra relojería y me indican que no tienen fornituras. Finalmente entro en una tercera relojería y después de abrirlo, me indican que tiene roto el muelle real y que pase el lunes a recojerlo, que era una avería sin importancia.
De tres sólo uno se atreve a cambiar el muelle. Moraleja: los amigos del vintage tenemos mérito. Si el desánimo y el miedo se apoderan de nosotros acabaremos guardando o eliminando de nuestra posibles compras esos bellos objetos que tanta satisfacción nos proporcionan, dejaremos abandonados esos pequeños seres creados y diseñados con ilusión hace décadas por esos maestros relojeros, son seres que no merecen tener un final tan triste, y dejarán también de existir esos escasos pero muy profesionales relojeros que tienen la valentía de resucitar de la muerte a nuestros queridos vintage. Así que amigos, ánimo y perseverancia, no podemos desfallecer en esta empresa común que es el vintage.
Un saludo, Rafa