Jesús
Gran Cruz al Mérito Forero
Sin verificar
Gran cruz
La noticia es inminente:
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2009/06/01/empresas/1244023134_850215.html
El presidente Barack Obama se dirigirá a la nación para explicar que la empresa puede ser rescatada y que la alternativa de salvar lo que se pueda de GM es mejor que gestionar las consecuencias que para el empleo, el tejido industrial y el mundo financiero podría tener la caída de la automovilística.
Obama tendrá también que explicar a un país, que aún no termina de acostumbrarse al importante papel que el Estado está tomando en la economía, que Washington será el accionista mayoritario de la nueva empresa que emerja del concurso. EE UU tendrá el 60% de la nueva GM y el Gobierno canadiense el 12%. El fondo de prestaciones sociales (pensiones y sanidad) del sindicato, Veba, tendrá el 17,5% del accionariado y warrants por 2% más. Los bonistas tendrán un 10% y warrants por 15% más después de que el 54% de ellos aceptaran un plan de canje de deuda que tuvo que ser mejorado el fin de semana. El aumento de la participación dependerá de la capitalización de la empresa.
Tanto Canadá como EE UU serán generosos con la empresa y proveerán préstamos para poder mantenerla operativa durante un proceso de concurso que la Casa Blanca espera que dure entre dos y tres meses. Washington, que ya ha prestado más de 19.000 millones de dólares, volverá a abrir la chequera pública para extender hasta 30.000 millones más. Ayer por la noche, fuentes de ala Administración afirmaban que no esperaban tener necesidad de aportar más capital. El Gobierno de Canadá dará 9.500 millones y tendrá derecho nombrar un consejero en la empresa.
Obama ya ha dicho en muchas ocasiones que su Gobierno es "accionista a regañadientes" y según se indicó ayer por las mismas fuentes, se tratará de deshacer esta participación tan pronto como sea posible, entre seis y 18 meses.
El hecho de que GM esté prácticamente en manos públicas no es el único cambio que experimentará la empresa tras su paso por el capítulo 11 de la ley de quiebras de EE UU.
Para empezar, la compañía que desde 2004 acumula pérdidas de 88.000 millones de dólares, va a acelerar su proceso de reducción de capacidad y anunciará hoy el cierre de 11 plantas y el paró productivo de otras tres mas. Una de estas tres se volverá a reactivar con la producción de un coche pequeño en el futuro cercano. Se estima que se pierdan hasta 20.000 empleos más en una empresa que lleva años reduciendo dramáticamente su plantilla.
El Gobierno quiere reducir los costes de GM de tal manera que la empresa pueda ser rentable en el caso de que el mercado de EE UU registre ventas 10 millones de unidades anuales y no16 millones como hasta ahora. Actualmente el mercado estadounidense está por debajo de esta cifra de futuro breakeven para el fabricante del Cadillac.
En las próximas semanas, y bajo supervisión judicial se creará una nueva GM a la que se traspasarán los activos más sanos de la compañía: las marchas Cadillac, Buick , Chevy. Saturn, Hummer, Saab y Pontiac tienen ante si la venta o la desaparición en la antigua GM. Opel, la filial de GM durante más de 80 años ha sido traspasada al fabricante de componentes canadiense, Magna con la asistencia y la ayuda financieras del gobierno de Alemania, sede de la mayor parte de las fábricas y plantilla de la compañía europea.
Para asistir en el complicado proceso de reestructuración, el fabricante de coches es va a contratar a la consultora Alix Partners, que ya han trabajado en situaciones tan complicadas como la caída de Enron y la suspensión de pagos de la cadena de tiendas Kmart. Al Koch, uno de los socios de esta firma será el encargado de gestionar la liquidación de los activos que no pasen a la nueva GM, una automovilística que apenas será una sombra del líder que fue en los sesenta.
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2009/06/01/empresas/1244023134_850215.html
El presidente Barack Obama se dirigirá a la nación para explicar que la empresa puede ser rescatada y que la alternativa de salvar lo que se pueda de GM es mejor que gestionar las consecuencias que para el empleo, el tejido industrial y el mundo financiero podría tener la caída de la automovilística.
Obama tendrá también que explicar a un país, que aún no termina de acostumbrarse al importante papel que el Estado está tomando en la economía, que Washington será el accionista mayoritario de la nueva empresa que emerja del concurso. EE UU tendrá el 60% de la nueva GM y el Gobierno canadiense el 12%. El fondo de prestaciones sociales (pensiones y sanidad) del sindicato, Veba, tendrá el 17,5% del accionariado y warrants por 2% más. Los bonistas tendrán un 10% y warrants por 15% más después de que el 54% de ellos aceptaran un plan de canje de deuda que tuvo que ser mejorado el fin de semana. El aumento de la participación dependerá de la capitalización de la empresa.
Tanto Canadá como EE UU serán generosos con la empresa y proveerán préstamos para poder mantenerla operativa durante un proceso de concurso que la Casa Blanca espera que dure entre dos y tres meses. Washington, que ya ha prestado más de 19.000 millones de dólares, volverá a abrir la chequera pública para extender hasta 30.000 millones más. Ayer por la noche, fuentes de ala Administración afirmaban que no esperaban tener necesidad de aportar más capital. El Gobierno de Canadá dará 9.500 millones y tendrá derecho nombrar un consejero en la empresa.
Obama ya ha dicho en muchas ocasiones que su Gobierno es "accionista a regañadientes" y según se indicó ayer por las mismas fuentes, se tratará de deshacer esta participación tan pronto como sea posible, entre seis y 18 meses.
El hecho de que GM esté prácticamente en manos públicas no es el único cambio que experimentará la empresa tras su paso por el capítulo 11 de la ley de quiebras de EE UU.
Para empezar, la compañía que desde 2004 acumula pérdidas de 88.000 millones de dólares, va a acelerar su proceso de reducción de capacidad y anunciará hoy el cierre de 11 plantas y el paró productivo de otras tres mas. Una de estas tres se volverá a reactivar con la producción de un coche pequeño en el futuro cercano. Se estima que se pierdan hasta 20.000 empleos más en una empresa que lleva años reduciendo dramáticamente su plantilla.
El Gobierno quiere reducir los costes de GM de tal manera que la empresa pueda ser rentable en el caso de que el mercado de EE UU registre ventas 10 millones de unidades anuales y no16 millones como hasta ahora. Actualmente el mercado estadounidense está por debajo de esta cifra de futuro breakeven para el fabricante del Cadillac.
En las próximas semanas, y bajo supervisión judicial se creará una nueva GM a la que se traspasarán los activos más sanos de la compañía: las marchas Cadillac, Buick , Chevy. Saturn, Hummer, Saab y Pontiac tienen ante si la venta o la desaparición en la antigua GM. Opel, la filial de GM durante más de 80 años ha sido traspasada al fabricante de componentes canadiense, Magna con la asistencia y la ayuda financieras del gobierno de Alemania, sede de la mayor parte de las fábricas y plantilla de la compañía europea.
Para asistir en el complicado proceso de reestructuración, el fabricante de coches es va a contratar a la consultora Alix Partners, que ya han trabajado en situaciones tan complicadas como la caída de Enron y la suspensión de pagos de la cadena de tiendas Kmart. Al Koch, uno de los socios de esta firma será el encargado de gestionar la liquidación de los activos que no pasen a la nueva GM, una automovilística que apenas será una sombra del líder que fue en los sesenta.