tortuga
Forer@ Senior
Sin verificar
Pues yo discrepo de tu discrepancia.
A mí sí me parecen estupideces,tanto por una parte como por otra. La educación de valores se debe mamar en casa. Esta asignatura,al igual que en mis tiempos la religión,la gimnasia,la música,los trabajos manuales y el dibujo -ignoro si éstas se siguen dando- es una María,y como tal se va a considerar tanto por alumnos y padres como por profesores,con todas las connotaciones que tiene las Marías,como poner al profe de prácticas a impartirlas,usar su tiempo de clase para estudiar exámenes más importantes,aprobados generales,etc,cosas que han ocurrido toda la vida en el colegio. ¿O conoces a alguien que no haya pasado de curso por suspender gimnasia,religión o dibujo?
Lo que pasa es que en España,todo se utiliza para confrontar ,por ambos lados. Espero que esos padres tan preocupados por objetar esta asignatura -no conozco sus contenidos,ni me preocupan,repito que no opino- estén igualmente implicados en la educación de sus hijos en casa,y no les tengan enchufados a la tele o la play para poder disfrutar de su propio tiempo libre,tal como veo a muchos de mis conocidos con hijos.
Y perdona que te diga,pero me sorprende mucho que ahora critiques el descuido en educacion y valores de nuestros jóvenes,cuando hace nada abogabas por el libre consumo de drogas....
Sigo en mis trece, con ambas cosas. Creo y lo hago con honestidad, que una sociedad mejor educada es menos vulnerable a todo, no sólo las drogas: La comida basura, la manipulación, el fundamentalismo,los prejuicios raciales o religiosos, la TV basura, en definitiva a mayor educación mayores cotas de libertad de respeto y en definitiva de civilización.
Precisamente el problema de hoy en día y por lo que hay que tomar cartas en el asunto viene por la dejadez de los padres. Tú lo describías muy bien, explicando la situación de los hijos de algunos amigos tuyos. Por desgracia la realidad es esa. Algunos chavales cuando entran en un lugar público no dicen ni hola, ni buenos días, ni nada de nada. No son malos chavales, ni tan si quiera son conscientes de su falta de cortesía o educación, nadie les habló de las normas básicas de convivencia y no tienen la fortuna que tuviste tú o cualquiera de nuestra generación, en la que nuestros padres tenían las ideas más claras.