Hay que tener cuidado con ciertas ofertas.
En este caso, cabría incardinar el hecho en el delito de receptación.
” El que, con ánimo de lucro y con conocimiento de la comisión de un delito contra el patrimonio o el orden socioeconómico, en el que no haya intervenido ni como autor ni como cómplice, ayude a los responsables a aprovecharse de los efectos del mismo, o reciba, adquiera u oculte tales efectos, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.”
Y naturalmente restituir el bien a su legítimo propietario.
Debe saberse que el precio vil ya es cooperación personal suficiente, y determinante del conocimiento necesario para la aplicación del tipo penal. Vender un Rolex robado muy nuevo por 6.800 Euros cuando nuevo vale 7.500 no es vil, y por tanto el adquirente podría ser (muy tonto sin papeles) de buena fe. Pero que lo ofrezcan a 1.500 laureles, la cosa canta. Y el enriquecimiento es obvio: El valor frente al precio.
Es cierto que hay quien pasa necesidad, y vende bienes, pero habiendo compraventas oficiales, ¿a qué santo vender a un particular a precio inferior? Claro que hay que ver la labia de los timadores.
No tendría ningún sentido lógico aceptar estas ofertas y os recomiendo tener mucho cuidado. Especialmente debe tenerse precaución cuando el producto a lo mejor se vende mucho más caro de lo que en realidad valdría al tratarse de un falso total (como en el caso de este post). En ese sentido hay que pensar que el timador suele tener habilidades sociales que permiten hacer una compra ilusionante y compulsiva a la víctima.
En cualquiera de los casos, precaución. Ya sabemos, otro picará, otro se "lucrará" en su caso, pero también ese otro asumirá los riesgos, de ser el tonto, o de ser el listo.