El asunto de la copia (se entiende, copia indebida) es propio de la producción industrial y del beneficio económico derivado de un invento o de un diseño. Aunque los derechos de autor no son una invención de la sociedad industrial (las Estampas de El Escorial tienen privilegio de publicación y venta a favor de Juan de Herrera), las patentes, que protegen la autoría de las pretenciones de terceros que quieran beneficiarse de lo que no han inventado, fueron fundamentales para propiciar el desarrollo de la industrialización. Por siglos, sin embargo, los inventos fueron de dominio público: el que inventó las alpargatas aportó su invento sin cobrar más que las que él hacía. Y los gremios vigilaban que los del oficio lo hicieran bien y honestamente, sin que importara si copiaban o no los diseños.
Suiza tardó mucho en adoptar el sistema de patentes como hoy se conoce. Probablemente la producción relojera aprovechara el trabajo de varios talleres, en especial si eran de miembros de una misma familia, y por eso se encuentran unos mismos movimientos, marcados o no, con las distintas firmas de los relojeros que lideraban (financiaban) la producción del reloj completo. Otra cosa es el engaño al comprador, que probablemente estaba presente en varias de las marcas Roskopf. Pero en la Suiza de entonces no era ilícito usar de una patente que no fuera suiza. Tal vez haya sido un error de Roskopf no proteger mejor su diseño en Suiza.
Pero el uso de un diseño patentado no es exactamente lo que se entendería por imitación. Esos relojes usaban el sistema de la patente Roskopf, legalmente, en Suiza, para fabricar relojes. ¿Son relojes Roskopf? Yo creo que sí, y que no, por la paradoja que mencioné antes.
Algo parecido pasaba con los paños ingleses fabricados legalmente, por encargo de las casas matrices, en Medellín, Colombia. Las textileras recibían de la casa matriz los diseños y las lanas, y el tejido (es decir, el paño) se realizaba en Medellín y se enviaba a Inglaterra. Si uno quería comprar uno de esos paños, tenía que importarlos del Reino Unido. ¿Eran paños ingleses? Sí, y no, por la misma paradoja de la producción industrial. ¿Es más vino el de Noé, que lo inventó pero no lo patentó, que el vino que compro en la licorera? Que se paguen o no las regalías no hacen más o menos ingleses los paños ni más o menos Roskopf los relojes Roskopf ni más o menos vino el vino que tomo.
Como todas las definiciones culturales, las jurídicas cambian con el tiempo, generalmente por sus efectos económicos y sociales. Muchas prácticas industriales del siglo XIX serían juzgadas hoy como abusos o como criminales, pero eso no altera el producto obtenido.
Es mi opinión, discutible como todas, y la pongo en el hilo por lo que pueda servir.