Valeri Jarlamov
Forer@ Senior
Sin verificar
Esta es mi primera participación en la sección Pit stop. Además de los relojes, tengo otras aficiones, entre ellas el automovilismo. Me gusta el automovilismo en general (prestaciones, construcción, diseño, técnica...) pero me atraen los coches de tiempos pasados. Siempre he pensado que lo que fue bueno en su día, sigue siendo bueno, mas cuando en el caso de determinados coches, no solo pagas calidad, si no adelantarse a los demás.
Me gustan los coches de todo origen, pero me decanto especialmente por los coches alemanes, aunque también me gusta mucho Alfa Romeo. Hoy en día algunas marcas que siempre fueron mis referentes ya no lo son tanto, se ha recaido en la búsqueda de diseños cutrillos para atraer a todo tipo de compradores y en menos dedicación en algunos apartados como el de la dureza de los elementos y ajustes, a veces recayendo en demasiado plástico y componentes mecánicos menos agraciados, como motores compartidos con marcas de menos caché o suspensiones mas simples.
El coche que os presento es el Audi RS2 Porsche de 1994. El inicio de la saga Renn Sport de Audi. Un coche deportivo exclusivo por su limitado número de unidades, y también por las peculiaridades en torno a su creación, como escoger la versión Avant del robusto Audi 80 o recurrir abiertamente a la colaboración con Porsche para la puesta a punto del motor, frenos y suspensiones. La experiencia de Audi con coches deportivos de calle viene del sport quattro S1 de homologación para los grupo B de rallyes. La colaboración con Porsche no era nueva, pues Audi ya suministró bloques de motor para modelos transaxle como los 924 y 944. Este coche fue construido con los mismos criterios y estándares de calidad que se empleaban en Porsche, pues todos los RS2 se montaban en la factoría de Porsche de Zuffenhausen.
El conjunto mecánico lo compone un motor de 5 cilindros turbo, 20 válvulas, 2.2 litros de cilindrada y 315 cv de potencia transmitidos a las cuatro ruedas a través de una tracción quattro, con un reparto de 60/40 y un diferencial Torsen con posibilidad de bloquearlo o desbloquearlo desde el interior. Este motor procedente del sport quattro S1 fue puesto a punto por Porsche, al igual que las suspensiones, y el kit de frenos procedente del Porsche 911-993. Desarrolla 315 cv a 6500 rpm, ofreciendo un par máximo de 410 nm, una potencia adecuada para un conjunto total de 1595 kg.
En el apartado exterior se puede ver una carrocería trabajada, con elementos sacados también del 911-993, como los retrovisores, los intermitentes y las llantas turbo cup. Un parachoques con un diseño deportivo y diferenciado de los S2, junto con una nueva calandra de rejilla y su emblema, marcaban el trabajo de carrocería. En el interior se ofrecía de serie un volante deportivo, esferas del velocímetro blancas y tapizados en cuero y alcántara de dos colores, azul o gris. De serie el salpicadero y las puertas venían con inserciones de madera de nogal, como opción se podía escoger inserciones en fibra de carbono, convirtiéndose así en el primer turismo en ofrecer este tipo de acabados para el interior. También era opcional el airbag de acompañante.
Los colores a escoger para el exterior eran pocos, a destacar el azul nogaro, el mas especial, pero también estaba disponible en rojo, plata, gris metalizado y negro.
Las prestaciones de este coche siguen siendo buenas hoy en día, un 0-100 en 5,4 segundos y una velocidad de 262 km/h limitada electrónicamente.
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