joler
De la casa
Sin verificar
Como mis conocimientos sobre Casio dejan bastante que desear cada vez que veo un Casio viejuno me creo que estoy ante el sagrado grial de los casiófilos.
Hace poco me encontré con este PRT50 y, como ojos que de legañas se enamoran, me lo traje pa casa.
El módulo sólo funcionaba en la parte analogica y el display mostraba de forma permanente la palabra Open.
Lo compré bajo la dudosa premisa «yo soy más listo y seguro que lo puedo arreglar» y pasó lo que pasó.
Como no tengo fotos del proceso pongo esta de la Red que me ayudó a identificar tanto la posición como el número de muelles que eran la causa del problema.
A mi unidad no sólo le faltaban muelles sino que alguno venía mal colocado lo que provocaba un corto al cerrar la tapa.
Durante el proceso de reparación decidí limpiar el sensor retirando unas minúsculas piedrecitas y, como era de esperar, me lo cargué.
El reloj ha recuperado el resto de las funciones incluyendo el hipnótico efecto de su peculiar dial.
La legibilidad no es precisamente su punto fuerte pero eso no le resta ni un ápice de encanto.
Todavía no he perdido la esperanza de encontrar un donante para realizar un transplante del sensor y recuperar las funciones de altímetro y barómetro.
Termino con una curiosa foto en la que la iluminación de la pantalla se desvanece.
Espero que este viejo Casio no se desvanezca.
Cruzando el río Mara.
Hace poco me encontré con este PRT50 y, como ojos que de legañas se enamoran, me lo traje pa casa.
El módulo sólo funcionaba en la parte analogica y el display mostraba de forma permanente la palabra Open.
Lo compré bajo la dudosa premisa «yo soy más listo y seguro que lo puedo arreglar» y pasó lo que pasó.
Como no tengo fotos del proceso pongo esta de la Red que me ayudó a identificar tanto la posición como el número de muelles que eran la causa del problema.
A mi unidad no sólo le faltaban muelles sino que alguno venía mal colocado lo que provocaba un corto al cerrar la tapa.
Durante el proceso de reparación decidí limpiar el sensor retirando unas minúsculas piedrecitas y, como era de esperar, me lo cargué.
El reloj ha recuperado el resto de las funciones incluyendo el hipnótico efecto de su peculiar dial.
La legibilidad no es precisamente su punto fuerte pero eso no le resta ni un ápice de encanto.
Todavía no he perdido la esperanza de encontrar un donante para realizar un transplante del sensor y recuperar las funciones de altímetro y barómetro.
Termino con una curiosa foto en la que la iluminación de la pantalla se desvanece.
Espero que este viejo Casio no se desvanezca.
Cruzando el río Mara.