Kurtz
Forer@ Senior
Sin verificar
Siguiendo con la renovación de mi parque de correas, en aras de revitalizar la relación con algunos de mis relojes (para devolver la pasión a la relación, vamos), esta vez le ha tocado el turno al Atlas de Seiko. En este caso, no es una sino dos las alternativas propuestas.
Una, la más sobria. Silicona color azul oscuro. Marca desconocida. Muy cómoda, aunque se hace extraño su considerable ductilidad/elasticidad. Por otra parte, se confirma la desagradable capacidad de este material para atraer a la suciedad. Es un auténtico imán para el polvo:
Otra, la gamberra; que sé que os va a horrorizar, pero me ha atraído como alternativa cachondona para esos días informales y tontos del verano (que ya se empieza a sentir). Caucho (olor a vainilla incluído) color... Colorida. Marca Meyhofer (en realidad se trata de una Bonetto Cinturini renombrada, si no me equivoco). Desprende calidad y, aunque no es tan cómoda como la anterior (como corresponde a una correa tipo diver realizada en caucho), tampoco es tan incómoda como la odiada correa del Citizen Aqualand (por ejemplo). Se lleva agusto, vamos. Y aquí la criatura:
Y eso es todo, de momento
Una, la más sobria. Silicona color azul oscuro. Marca desconocida. Muy cómoda, aunque se hace extraño su considerable ductilidad/elasticidad. Por otra parte, se confirma la desagradable capacidad de este material para atraer a la suciedad. Es un auténtico imán para el polvo:
Otra, la gamberra; que sé que os va a horrorizar, pero me ha atraído como alternativa cachondona para esos días informales y tontos del verano (que ya se empieza a sentir). Caucho (olor a vainilla incluído) color... Colorida. Marca Meyhofer (en realidad se trata de una Bonetto Cinturini renombrada, si no me equivoco). Desprende calidad y, aunque no es tan cómoda como la anterior (como corresponde a una correa tipo diver realizada en caucho), tampoco es tan incómoda como la odiada correa del Citizen Aqualand (por ejemplo). Se lleva agusto, vamos. Y aquí la criatura:
Y eso es todo, de momento