Suso
Antiguos Moderadores
Sin verificar
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No se le puede censurar que anime y desee que gane un español, pero si cer todo tipo de confabulaciones de todo el mundo contra él. Si no conoces las normas, es muy aventurado llamar a todo el mundo tramposo.Quizás me repito...yo nunca he sido un buen espectador, en mis tiempos era más de practicar, o bien de vivir el ambiente en persona. Pero reconozco que en la tele me aburren casi todos. El hecho de desear que alguien gane y ver las cosas con pasión las hace emocionantes y amenas. Hasta en el tenis, que me encanta, deporte en el que competí de joven y del que fui profesor, y aún conociendo lo que puede sentir un jugador en cada momento del juego, no es lo mismo ver un partido sin pasión, porque te da igual quien gane, que ver una emocionante final de un español que deseas que gane. Y así con todo, con Induráin, con Contador, con Gasol y compañía. Y sí, en muchos deportes minoritarios destacamos, pero casi sólo los podemos seguir los grandes eventos como en Olimpiadas.
Y no creo que a nadie que no sea aficionado al balonmano, se le tenga que censurar el sentarse a animar a España cuando se juega una medalla olímpica porque no es un puro seguidor del balonmano, no, es como un prosélito de España, sin verdadero amor a ese deporte, que se sienta, espúreamente, ante el televisor a vitorear sus colores. Hombre por Dios. Si la fórmula 1 sólo pudieran seguirla aquellos que acreditan méritos de estar ahí before Alonso, posiblemente ahora no habría una cadena que comercialmente se pudiera permitir retransmitirla para España, y ni unos, ni otros lo podrían ver.
No me englobo entre los anti-... lo que pasa es que hay muchos que no entienden que no ser fan(ático) no significa ser anti-.Como dice el compañero aquí siempre hay mucho anti-. En cuanto alguien asoma la cabeza, siempre hay legión dispuestos a darle en la cresta. Antes si eras bueno casi podías ser soberbio, ahora no basta con ser correcto, casi hay que pedir pedón por tener talento. Hasta hay multitudes anti Nadal, por más que el hombre cuida, casi siempre, de ser prudente. Deberíamos sentirnos orgullosos de los talentos que salen de nuestra tierra, como los demás. Y repito lo de antes, no me imagino en Francia oleadas de opinión anti-Loeb, ni en Alemania anti-Vettel, ni que los propios deseen que pierdan sus pilotos porque les caen mal.