Hola:
Por experiencia propia en otras colecciones-adicciones previas, algunas todavía activas y contagiosas, cuando se comienza en una afición se arranca con una fase se acaparación masiva indiscriminada (lo quiero todo, ahora, para mi) que solamente se ve refrenada por la disponibilidad de efectivo, órganos disponibles con los que traficar, o favores que se esté dispuesto a hacer...
Con el paso del tiempo, con los buenos consejos de otros afectados (de los que abundan en este foro,... los consejos, me refiero) o con la experiencia adquirida tras diversos batacazos y decepciones, los objetivos coleccionísticos se van depurando y, como consecuencia natural, con más o menos lógica, nos acabamos especializando en alguna temática concreta dentro del mundillo elegido. Modelos de una marca, plumas de una época, sistemas de carga, materiales, plumas con antecedentes, series limitadas, falsificaciones, aberraciones varias y engendros diversos.
Son de admirar aquellos coleccionistas que se ciñen con voluntad férrea a su especialidad, ignorando y despreciando todo aquello que no se ajuste a su lista filatélica. Por un lado, logran excelentes colecciones de gran valor documental e histórico y por otro, nos dejan a todos los demás esos despojos que ellos no quieren, pero que nos hacen relamer de gusto a coleccionistas de fácil conformar, con criterios más relajados.
En un momento determinado de la evolución de un coleccionista se suele producir una etapa de reflexión, que los más estrictos llevan a a cabo en remotas ermitas y guardando ayuno, y que tiene como resultado habitual la liquidación de buena parte de las piezas atesoradas en las primeras etapas de compras compulsivas y el replanteo de criterios más o menos inamovibles que definirán los sucesivos avances. En algunos casos, este momento marca un lapso que puede ser largo, tras el cual, la adicción, de no haber sido dulcificada por otros placeres e intereses, vuelve con renovada virulencia. En el peor de los casos, que los hay, se produce un abandono o huída hacia otros intereses, no exento en ocasiones de reniegos temperamentales contra la antigua afición.
Como me encuentro en esta última fase descrita, en lo que a estilográficas se refiere, tras una larga época de abandono, las ansias de nuevas incorporaciones son difícles de sobrellevar y cuesta resistir algunas tentaciones tan voluptuosas y veniales. Y esto de de internet, ebay y la oferta global del mundo mundial a una tecla de distancia no ayuda en lo más mínimo. Pero por mi parte, al menos, sigo siendo incapaz de limitarme a un criterio o especialidad. Si acaso uno, que escriban, y que escriban bien. Me sigue fascinando poder elegir, entre tanto y tan variado, tan rico en matices y para todos los gustos.
Saludos.