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De la casa
Sin verificar
Cuenta con seis bolsillos interiores y otros tantos compartimentos exteriores.
Los palos están a salvo de imprevistos como la lluvia o el polvo
Una joya en el cuarto de palos
El gran Dave Marr, campeón del torneo PGA de 1965 y uno de los mejores amigos de Arnold Palmer, decía que nunca había que apostar con alguien bronceado, con un hierro uno en la bolsa y ojos entrecerrados. A la lista, hoy, habría que sumar una bolsa como ésta de Louis Vuitton, fabricada en lona y piel Monogram, elegante y capaz de guardar un set completo de palos.
Es toda una declaración de intenciones: la marca de un jugador que sale al campo sin renunciar a la elegancia y preparado para el más mínimo imprevisto. En sus seis bolsillos interiores, después de todo, hay espacio para toalla, paraguas, ropa, bolas y cualquier otro accesorio necesario durante los 18 hoyos. Las correas, ajustables y acolchadas, permiten al caddy llevarla al hombro con comodidad o al dueño engancharla rápidamente a un carro si se juega sin ayuda. Una base rígida inferior protege la piel de manchas de césped o barro.
Cuando llueve, los palos están a salvo gracias a un avanzado sistema de drenaje y al volver a la casa club una caperuza los mantiene lejos del polvo y la tierra entre partido y partido. El legendario estilo de los bolsos y baúles de Vuitton se condensa en una bolsa práctica y resistente que es difícil que pase desapercibida en el tee de salida.
Mide 30 x 126 x 30 cm y cuesta unos 7.000 €.
Más info: www.louisvuitton.es
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