B
barista
Visitante
Buenas noches amigos, un gusto para mí saludarlos.
No sé si les ha pasado alguna vez de abrir la caja donde atesoraís vuestras preciadas piezas y encontrar una que no estaba en los planes de futuribles, comprables o imaginables - ni en los sueños, pesadillas y demás desvaríos -. Pues a mí, mis estimados cómplices relojiles, me está pasando más seguido de lo que quisiera.
Una mañana, de las tantas en las que me encuentro aquí y allá en la feroz y desatinada Buenos Aires, se me ha aparecido un Croton Thin Este vintage de los `40 y rabiosamente Art Decó en el fondo de mi cartera. ¿ Pero cómo ha sido ésto, si ni siquiera conocía nada de Croton ?
La pieza, como pasarán ustedes a apreciar, es de lo más risueña: simple, estéticamente dócil y despojada, con una pizca de candor que me ha inundado el alma. ¿ es posible que este inesperado arribo, que esta suerte de rememoración popular y dura del gran país del norte - el reloj tiene caja de USA, pero calibre suizo ( al igual que mi Gruen Veri-Thin )- que ha vestido la ruda muñeca masculina de algún trabajador norteamericano en la década de los `40, haya caído en las garras femeninas de la impredecible Serengenge... ?
Pues si, mis amigos queridos, allí está nomás el Croton Thin Este: atrevido, despreocupado, silencioso; sacándose fotos en el jardín de mi casa, como si tal cosa...
Y agrego unas fotos realizadas por mi querido amigo Gustavo:
Y para cerrar con lo anteriormente expuesto, debo expresar que la semana pasada he ido al taller del maestro Luis a enseñarle la misteriosa pieza. El ha mirado el reloj, me ha mirado a mí, y ha exclamado: " Usted no tiene remedio ". Conclusión obvia.
Y dejo, de yapa y changüi ( de regalo, traducción al español neutro ) estas fotillos del Croton con miniaturas de Cow Parade - de la colección de mi hermana Alejandra -.
Bella semana para todos ustedes
gabriela
No sé si les ha pasado alguna vez de abrir la caja donde atesoraís vuestras preciadas piezas y encontrar una que no estaba en los planes de futuribles, comprables o imaginables - ni en los sueños, pesadillas y demás desvaríos -. Pues a mí, mis estimados cómplices relojiles, me está pasando más seguido de lo que quisiera.
Una mañana, de las tantas en las que me encuentro aquí y allá en la feroz y desatinada Buenos Aires, se me ha aparecido un Croton Thin Este vintage de los `40 y rabiosamente Art Decó en el fondo de mi cartera. ¿ Pero cómo ha sido ésto, si ni siquiera conocía nada de Croton ?
La pieza, como pasarán ustedes a apreciar, es de lo más risueña: simple, estéticamente dócil y despojada, con una pizca de candor que me ha inundado el alma. ¿ es posible que este inesperado arribo, que esta suerte de rememoración popular y dura del gran país del norte - el reloj tiene caja de USA, pero calibre suizo ( al igual que mi Gruen Veri-Thin )- que ha vestido la ruda muñeca masculina de algún trabajador norteamericano en la década de los `40, haya caído en las garras femeninas de la impredecible Serengenge... ?
Pues si, mis amigos queridos, allí está nomás el Croton Thin Este: atrevido, despreocupado, silencioso; sacándose fotos en el jardín de mi casa, como si tal cosa...
Y agrego unas fotos realizadas por mi querido amigo Gustavo:
Y para cerrar con lo anteriormente expuesto, debo expresar que la semana pasada he ido al taller del maestro Luis a enseñarle la misteriosa pieza. El ha mirado el reloj, me ha mirado a mí, y ha exclamado: " Usted no tiene remedio ". Conclusión obvia.
Y dejo, de yapa y changüi ( de regalo, traducción al español neutro ) estas fotillos del Croton con miniaturas de Cow Parade - de la colección de mi hermana Alejandra -.
Bella semana para todos ustedes
gabriela