Montxo Grau
Milpostista
Sin verificar
Esa temporadita ( nada al lado de la longevidad del Universo y sus circunstancias ) es la que, centuría arriba o abajo, debería estarse sin alimentarse ni vestirse un espabilado francés que no entendió que jugar con los números tiene otras consecuencias, más allá de marearte a menudo.
Y es que Jérône Kerviel parece ser que hizo alguna de las suyas como agente de bolsa a sueldo de la Societé Générale , y creyéndose ( o porque otros se lo habían hecho creer ) el rey del mambo ocasionando unas pérdidas de pasta gansa a sus empleadores.
Casi 5.000 millones de euros.
Y un tribunal estima que deberá reembolsarlos, así que alguien ha estimado que el tiempo que precisará con un sueldo “apañadito” le obligará a reencarnarse por centuplicado muchas veces…
Obviamente, y según consta en el dictamen, esa petición inabarcable tiene una voluntad de “reparación moral” a la entidad afectada.
O sea, una mera acción simbólica.
Y aquí es donde me asaltan dudas prosaicas : el cometido final de todo símbolo es aleccionar, pero eso choca frontalmente con toda realidad de ridículo.
Que a alguien se le “otorgue” una pena incumplible desvaloriza per se toda intención de prevenir a otros futuros maleantes, que se descojonarán hasta la saciedad ante las amenazantes voces de “ cuidao no te pases tres pueblos que te fliparemos en plan star trek”…
Pero, además, en base a lo que se comenta en relación a la sentencia, resulta muy elocuente el énfasis con que se remarca que la sociedad bancaria “maltratada” no tiene responsabilidad alguna en el affaire.
Vamos a ver : según lo leído, el margen de maniobra operativo de los ocho integrantes del equipo de brokers al cual estaba integrado el “culpable” no podía exceder en sus operaciones más allá de 125 millones de euros.
Resulta que cuando se descubrió la movida el interfecto llevaba ya el sólito 50.000 millones de euros.
¿ De verdad quieren hacerme creer que nadie se dio cuenta ?
¿ De verdad no deberían exigirse responsabilidades a los jefes de grupo, directivos Premium o toda la parafernalia de desquiciados encorbatados -hay muchos, y he conocido a demasiados. También de los que sólo llevan camiseta – con ínfulas de todo y realidad de menos ?
¿ De verdad los procedimientos de seguridad y diagnosis eran tan deleznablemente inoperantes y aquí el más tonto va de listo hasta mearse en la cara de todos ?
Ciertamente, la entidad francesa afrontó una multa ( equivalente a un azucarillo para el café ) ante ese dislate.
Pero, de verdad, yo reivindico - creo que voy a crear una Plataforma Lúdica Hogueril – la vuelta a las hogueras púbilcas, en horario de festivo, y así poder desagraviarnos de la vergüenza ajena que muchos nos provocan.
Y si hay overboking -de candidatos a la pira -, sesión también por la tarde.
Y las palomitas podrán ser tostadas. :
Montxo
Y es que Jérône Kerviel parece ser que hizo alguna de las suyas como agente de bolsa a sueldo de la Societé Générale , y creyéndose ( o porque otros se lo habían hecho creer ) el rey del mambo ocasionando unas pérdidas de pasta gansa a sus empleadores.
Casi 5.000 millones de euros.
Y un tribunal estima que deberá reembolsarlos, así que alguien ha estimado que el tiempo que precisará con un sueldo “apañadito” le obligará a reencarnarse por centuplicado muchas veces…
Obviamente, y según consta en el dictamen, esa petición inabarcable tiene una voluntad de “reparación moral” a la entidad afectada.
O sea, una mera acción simbólica.
Y aquí es donde me asaltan dudas prosaicas : el cometido final de todo símbolo es aleccionar, pero eso choca frontalmente con toda realidad de ridículo.
Que a alguien se le “otorgue” una pena incumplible desvaloriza per se toda intención de prevenir a otros futuros maleantes, que se descojonarán hasta la saciedad ante las amenazantes voces de “ cuidao no te pases tres pueblos que te fliparemos en plan star trek”…
Pero, además, en base a lo que se comenta en relación a la sentencia, resulta muy elocuente el énfasis con que se remarca que la sociedad bancaria “maltratada” no tiene responsabilidad alguna en el affaire.
Vamos a ver : según lo leído, el margen de maniobra operativo de los ocho integrantes del equipo de brokers al cual estaba integrado el “culpable” no podía exceder en sus operaciones más allá de 125 millones de euros.
Resulta que cuando se descubrió la movida el interfecto llevaba ya el sólito 50.000 millones de euros.
¿ De verdad quieren hacerme creer que nadie se dio cuenta ?
¿ De verdad no deberían exigirse responsabilidades a los jefes de grupo, directivos Premium o toda la parafernalia de desquiciados encorbatados -hay muchos, y he conocido a demasiados. También de los que sólo llevan camiseta – con ínfulas de todo y realidad de menos ?
¿ De verdad los procedimientos de seguridad y diagnosis eran tan deleznablemente inoperantes y aquí el más tonto va de listo hasta mearse en la cara de todos ?
Ciertamente, la entidad francesa afrontó una multa ( equivalente a un azucarillo para el café ) ante ese dislate.
Pero, de verdad, yo reivindico - creo que voy a crear una Plataforma Lúdica Hogueril – la vuelta a las hogueras púbilcas, en horario de festivo, y así poder desagraviarnos de la vergüenza ajena que muchos nos provocan.
Y si hay overboking -de candidatos a la pira -, sesión también por la tarde.
Y las palomitas podrán ser tostadas. :
Montxo
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