Marty Kaan
Forer@ Senior
Sin verificar
Esta historia empieza, como muchas otras, con una CRI genuinamente forera. Un SKX007. Por más que en un principio me dejaba frío, pues un día me hizo click y me lo compré. Y me encanto.
Empecé a cambiarle de correas, principalmente en el espectro NATO, y ganaba con cada una. Cada ve me gustaba más.
El caso es que me lo puse para trabajar un día que me tocaba viajar en avión, y en el control de seguridad ¡zas! Al suelo que fue.
Como os imagináis, segundos de angustia hasta que lo levante del suelo pero ¡seguía vivo! Tome el vuelo de vuelta a casa y al aterrizar Oh desgracia! Aquello estaba parado.
Vuelvo a ponerlo en hora, rezo tres oraciones y, al rato, lo mismo.
Después de algunos días de deliberación, decido que el SAT me va a costar más caro que uno nuevo y decido comprarme otro.
Tras varios días me llega el típico correo de “su pedido ha sido enviado”. Subidón típico de reloj en camino, me pongo estupendo como Max Estrella y se me enciende la bombilla. Hacia tiempo había leído un post en el cual a un compañero le pasaba algo parecido y la razón era que la aguja minutera rozaba con un marcador horario porque estaba desequilibrada. Como tenía un sustituto en marcha, me retiro a mi cueva, despliego las herramientas y abro el bicho. Después de un rato largo, bicho cerrado y en marcha. 24 horas después, seis segundos de retraso. No solo no se había parado sino que había mejorado. 48 horas después, 6,5 segundos / día. Me quedaba la duda de la estanquedidad, pero pensé que en algún momento u otro ya me enteraría de si seguía siendo estanco o no.
Más allá de la alegría del momento, me surge la duda de si puedo cancelar el pedido en marcha, me meto en el correo de confirmación y... ¡horror! ¡No solo no puedo cancelarlo sino que no está viniendo a mi casa! La última vez que había comprado en esa tienda, había pedido la entrega a un hotel en Londres porque era el cumpleaños de un amigo que estaba allí de viaje y pensé que le haría ilusión recibir allí su regalo.
Me pongo en contacto con la empresa donde lo había comprado, les explico el problema y me dicen que no me preocupe, que todo arreglado y que me lo envían a mi casa. Creo que os podéis imaginar lo que pasó. A los dos días me llama mi amigo para decirme que le han llamado del hotel de Londres para decirle que acaban de entregar un paquete para el en recepción. Típica avalancha de mails y llamadas y el distribuidor me dice que no me preocupe, que ha sido error suyo y que me envían otro a casa sin coste.
A los 10 días llega el susodicho. Ahora tengo dos flamantes SKX007 exactamente iguales.
Pero eso no es todo.
Me llaman del hotel dos semanas después y me dicen que allí nadie ha ido a buscar nada y que ellos no van a enviar nada a ningún sitio, circunstancia que hago saber al distribuidor.
Ayer, seis meses después del evento, vuelvo a Londres por un tema de trabajo y se me ocurre la feliz idea de llamar al hotel. Y este es el resultado:
Tres estupendos SKX007 exactamente iguales.
Y por cierto, aquí va una foto del “reparado” este verano tras un buen chapuzón en la playa de Positano.
Cosas veredes, Sancho.
Empecé a cambiarle de correas, principalmente en el espectro NATO, y ganaba con cada una. Cada ve me gustaba más.
El caso es que me lo puse para trabajar un día que me tocaba viajar en avión, y en el control de seguridad ¡zas! Al suelo que fue.
Como os imagináis, segundos de angustia hasta que lo levante del suelo pero ¡seguía vivo! Tome el vuelo de vuelta a casa y al aterrizar Oh desgracia! Aquello estaba parado.
Vuelvo a ponerlo en hora, rezo tres oraciones y, al rato, lo mismo.
Después de algunos días de deliberación, decido que el SAT me va a costar más caro que uno nuevo y decido comprarme otro.
Tras varios días me llega el típico correo de “su pedido ha sido enviado”. Subidón típico de reloj en camino, me pongo estupendo como Max Estrella y se me enciende la bombilla. Hacia tiempo había leído un post en el cual a un compañero le pasaba algo parecido y la razón era que la aguja minutera rozaba con un marcador horario porque estaba desequilibrada. Como tenía un sustituto en marcha, me retiro a mi cueva, despliego las herramientas y abro el bicho. Después de un rato largo, bicho cerrado y en marcha. 24 horas después, seis segundos de retraso. No solo no se había parado sino que había mejorado. 48 horas después, 6,5 segundos / día. Me quedaba la duda de la estanquedidad, pero pensé que en algún momento u otro ya me enteraría de si seguía siendo estanco o no.
Más allá de la alegría del momento, me surge la duda de si puedo cancelar el pedido en marcha, me meto en el correo de confirmación y... ¡horror! ¡No solo no puedo cancelarlo sino que no está viniendo a mi casa! La última vez que había comprado en esa tienda, había pedido la entrega a un hotel en Londres porque era el cumpleaños de un amigo que estaba allí de viaje y pensé que le haría ilusión recibir allí su regalo.
Me pongo en contacto con la empresa donde lo había comprado, les explico el problema y me dicen que no me preocupe, que todo arreglado y que me lo envían a mi casa. Creo que os podéis imaginar lo que pasó. A los dos días me llama mi amigo para decirme que le han llamado del hotel de Londres para decirle que acaban de entregar un paquete para el en recepción. Típica avalancha de mails y llamadas y el distribuidor me dice que no me preocupe, que ha sido error suyo y que me envían otro a casa sin coste.
A los 10 días llega el susodicho. Ahora tengo dos flamantes SKX007 exactamente iguales.
Pero eso no es todo.
Me llaman del hotel dos semanas después y me dicen que allí nadie ha ido a buscar nada y que ellos no van a enviar nada a ningún sitio, circunstancia que hago saber al distribuidor.
Ayer, seis meses después del evento, vuelvo a Londres por un tema de trabajo y se me ocurre la feliz idea de llamar al hotel. Y este es el resultado:
Tres estupendos SKX007 exactamente iguales.
Y por cierto, aquí va una foto del “reparado” este verano tras un buen chapuzón en la playa de Positano.
Cosas veredes, Sancho.