rafagil
De la casa
Sin verificar
Ayer recibí un reloj que compré en Ebay. Lo recibí envuelto a la manera más generalizada en Ebay, que es la menos -o nada generalizada- en Relojes Especiales (si es que cuando hay clase, hay clase):
Un ataillo de papel de burbujas, pegado con cinta de carrocero y ensobrado en más papel de burbujas.
El reloj me vino en mal estado y me he visto en la circunstancia de devolverlo, a lo que el vendedor ha accedido sin problemas. Hasta ahí vamos bien.
A lo que iba: El vendedor tiene una cláusula en la que no se responsabiliza de los daños que pueda sufrir por Correos, pero en algunos casos los daños sufridos en el transporte y los posibles daños ocultos que ya pudiera tener de por sí son muy difíciles de demostrar, incluso de diferenciar.
Yo me pregunto: ¿Hasta qué punto un vendedor no se hace responsable realmente de los daños sufridos en el transporte? Porque claro, si un reloj envuelto en simple papel burbujoso es arrojado por el funcionario desde la mesa hasta la saca, y tras él va un envío de los seis primeros volúmenes de la Enciclopedia Monitor, arrojada con la misma alegría a la misma saca, cabe alguna posibilidad de que parte de los daños en el envío sea culpa del vendedor, que ha confiado en demasía de la elegancia y la sutileza del personal de Correos.
A estos vendedores de delicadas joyas envueltas en papel burbujoso les informo:
En los "chinos" venden cajitas de madera de un grosor muy aceptable al módico precio de 2´50€
Aunque sólo sea para poder echar las culpas a Correos... y además tener la razón.
Un ataillo de papel de burbujas, pegado con cinta de carrocero y ensobrado en más papel de burbujas.
El reloj me vino en mal estado y me he visto en la circunstancia de devolverlo, a lo que el vendedor ha accedido sin problemas. Hasta ahí vamos bien.
A lo que iba: El vendedor tiene una cláusula en la que no se responsabiliza de los daños que pueda sufrir por Correos, pero en algunos casos los daños sufridos en el transporte y los posibles daños ocultos que ya pudiera tener de por sí son muy difíciles de demostrar, incluso de diferenciar.
Yo me pregunto: ¿Hasta qué punto un vendedor no se hace responsable realmente de los daños sufridos en el transporte? Porque claro, si un reloj envuelto en simple papel burbujoso es arrojado por el funcionario desde la mesa hasta la saca, y tras él va un envío de los seis primeros volúmenes de la Enciclopedia Monitor, arrojada con la misma alegría a la misma saca, cabe alguna posibilidad de que parte de los daños en el envío sea culpa del vendedor, que ha confiado en demasía de la elegancia y la sutileza del personal de Correos.
A estos vendedores de delicadas joyas envueltas en papel burbujoso les informo:
En los "chinos" venden cajitas de madera de un grosor muy aceptable al módico precio de 2´50€
Aunque sólo sea para poder echar las culpas a Correos... y además tener la razón.