Audemars
Milpostista
Sin verificar
Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusión!
que un bello reloj latía dentro de mi corazón.
Con estos bonitos versos de antonio Machado, con ese pequeño retoque del reloj, inicio una sencilla reflexión.
Y es cierto, anoche soñé...y me incorporé sobresaltado... lo mío no es normal.
¿Pero os habeis parado alguna vez a pensar que pudiera llegar el día en que los relojes no os dijeran nada?. Sería algo atroz...
De ilusiones vive el hombre, y tengo claro que el día que abra un reloj y su calibre no me emocione y el siguiente tampoco, y así sucesivamente...estaría perdiendo algo más que una ilusión, que una manera de vivir, que una maravillosa costumbre.
Sentir un calibre en pleno funcionamiento... con ese volante incansable, incluso después de muchísimos años es algo realmente colosal... practicamente hace trabajar todos los sentidos, la vista, el tacto, el oido.
No quiero perder la ilusión y sigue viva, muy viva dentro de mi...en parte gracias a todos vosotros, que haceis posible esta día a día, golpe a golpe, verso a verso...
Y termino con otros versos de Machado:
Daba el reloj las doce... y eran doce
golpes de azada en tierra...
... ¡Mi hora! -grité- ... El silencio
me respondió: -No temas;
tú no verás caer la última gota
que en la clepsidra tiembla.
Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.
Feliz fin de semana a tod@s.:
que un bello reloj latía dentro de mi corazón.
Con estos bonitos versos de antonio Machado, con ese pequeño retoque del reloj, inicio una sencilla reflexión.
Y es cierto, anoche soñé...y me incorporé sobresaltado... lo mío no es normal.
¿Pero os habeis parado alguna vez a pensar que pudiera llegar el día en que los relojes no os dijeran nada?. Sería algo atroz...
De ilusiones vive el hombre, y tengo claro que el día que abra un reloj y su calibre no me emocione y el siguiente tampoco, y así sucesivamente...estaría perdiendo algo más que una ilusión, que una manera de vivir, que una maravillosa costumbre.
Sentir un calibre en pleno funcionamiento... con ese volante incansable, incluso después de muchísimos años es algo realmente colosal... practicamente hace trabajar todos los sentidos, la vista, el tacto, el oido.
No quiero perder la ilusión y sigue viva, muy viva dentro de mi...en parte gracias a todos vosotros, que haceis posible esta día a día, golpe a golpe, verso a verso...
Y termino con otros versos de Machado:
Daba el reloj las doce... y eran doce
golpes de azada en tierra...
... ¡Mi hora! -grité- ... El silencio
me respondió: -No temas;
tú no verás caer la última gota
que en la clepsidra tiembla.
Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.
Feliz fin de semana a tod@s.: