jdortega
StoryTeller
Verificad@ con 2FA
Muy buenas a todos,
Hace tiempo que no me prodigo en escribir. De hecho, me he dado cuenta que es la primera presentación que hago en el 2023 y ya estamos a mitad de verano (prometo no será la última de este año). El tiempo pasa muy rápido, y más en un foro de relojería… Tampoco es que me llegaran piezas que viera tuvieran suficiente empaque como para hacerles unas buenas líneas de texto. Han llegado cosas (de esto sigo sin aprender a frenarme) aunque digamos no de relumbrón. Pero está claro que en algún momento tenía que ocurrir. Y al tener en la mano esta pieza en cuestión no me ha quedado otra que ponerme a aporrear el teclado para tratar de mostrar sus maravillosas virtudes.
En particular no soy muy amante de la denominada por muchos Sagrada Trinidad horológica (Patek, Audemars y Vacheron). De hecho, es la primera presentación que hago de algún modelo suyo. Pero sí es cierto que entre las tres la que más simpatía me ha causado siempre ha sido Vacheron. Ya sea por ser la primera que se fundó allá por 1755, ó ya sea porque sus diseños clásicos son muy de mi gusto personal. Y eso a pesar de pertenecer al grupo Richemont, habiendo perdido ese halo de independencia que mantienen sus dos compañeras de podio. En especial la colección Overseas siempre me ha parecido que tenía el diseño más bonito en reloj deportivo que existe. Y cuando vi este modelo como novedad en el Watch&Wonders de hace unos pocos meses me enganchó tanto que no tuve reparos en expresar que era el reloj que más me había impactado de cuantos había en la feria.
De un simple vistazo al dial azul mar profundo y a su característica caja de acero de 41 mm no queda ninguna duda de que estamos ante un Overseas. Pero también a primera vista se intuye que es algo más. Que tiene algo especial. Tiene todo lo que me gusta del Overseas pero además ofrece una fase lunar y una fecha retrograda ubicadas en la esfera presentando un balance visual cercano a la perfección.
Como curiosidad, siendo la fecha retrograda una de las complicaciones fetiches de Vacheron, la cual ya aparece en sus colecciones desde hace más de 100 años, es la primera vez que se muestra en un Overseas. Parece difícil averiguar cómo se le ocurrió a alguien integrar estas complicaciones tan clásicas en un reloj moderno manteniendo a su vez su instinto totalmente deportivo. Pero por el resultado estético no pudo acertar más de pleno con este desafío. Estas complicaciones se sitúan sobre un dial lacado en azul, que se muestra exquisitamente difuminado dependiendo de la luz, dando la sensación de que las sombras de diferentes tonos azulados que se proyectan no podían haber sido elegidas mejor. Incluso la aguja de la fecha, según se mueve por la mitad superior del dial refleja a lo largo del mes, contrastando con los numerales e índices, diferentes tonos de azul según su ubicación.
El reloj está equipado con un calibre in-house automático que incluye la nada desdeñable cifra de 275 componentes. Ofrece una reserva de marcha de 40 horas y una resistencia al agua de 50 metros (suficiente para cualquier “accidente” en la piscina pero nada excepcional en este caso). El rotor central es como casi siempre con Vacheron su maravillosa rosa de los vientos en oro de 22K, con unos acabados magníficos y con el sello del Punzón de Ginebra como bandera de entrada. Pero lo que de verdad sorprende, y mucho, al conocer las características de este modelo es que el calibre con sus complicaciones se ha podido acomodar en la caja de 41mm del Overseas incluso reduciendo su grosor a 10,48mm en vez de los 11 mm del calibre tres agujas. Parece ser que tres años de investigación y desarrollo tienen la culpa de haberlo logrado. Dando si cabe una comodidad aún mayor al llevarlo que el modelo más simple de la colección.
La corona controla las dos complicaciones de fecha retrógrada y fase lunar (girándola en un sentido ó en otro), haciéndolo muy sencillo de usar y de configurar para un uso incluso no diario del reloj. El puntero de la fecha retrógrada navega hasta el día 31 saltando de vuelta al día 1 al finalizar el mes. Y la fase lunar está considerada por la marca como una complicación de precisión, al requerir una sola corrección cada 122 años.
El reloj viene, como era de esperar en un Overseas, con su espectacular brazalete (para mí un top 3 como armis de cualquier reloj deportivo), y con dos correas azules adicionales en caucho y en cuero. Usualmente la correa de cuero en un reloj deportivo no tenía muchos adeptos, pero estoy seguro que en este modelo con estas complicaciones tan clásicas sí tendrá su tiempo de calidad en la muñeca durante el año.
Por otro lado, el cambio rápido de correas, del cual Vacheron fue pionero, se ha mejorado sustancialmente su mecánica, siendo ahora superrápido. Manteniendo además a su vez la opción de poder usar sin ningún problema las correas y brazaletes antiguos que usaban la mecánica inicial (digno de agradecer por los clientes de Vacheron en este caso). Los contactos de las correas con la caja se han modificado para que no sea una pestaña metálica que se pudiera doblar con el uso repetido de intercambiar la correa en sí. Ahora es una especie de escalón mucho más robusto y práctico. A su vez el cierre metálico intercambiable de las correas de cuero y caucho se ha simplificado mucho su mecanismo de adaptación a una u otra correa. Dejo fotos de los mecanismos antiguos a la derecha y actuales a la izquierda, ya que me ha parecido digno de mención.
Yo tuve el placer de tener un Overseas tres agujas azul. Era para mí el reloj que más me gustaba llevar. Como bien sabéis muchos tuve también la desgracia de que me lo robaran junto con otros relojes. Ninguno me molestó más perderlo que ese Overseas. Hasta el punto que me prometí a mí mismo no volver a comprarme un Overseas 41mm por evitarme el recuerdo negativo de su pérdida. Pero al ver esta pieza presentada en su vitrina en Ginebra parece ser se me quitaron todas las tonterías de golpe. Qué belleza destilaba y qué sensación me producía. Era como si me estuviera llamando a gritos. Para colmo, en mi fumada mental mientras lo observaba, a mi mujer no se lo ocurrió mejor cosa que decir para reafirmar mis convicciones: “Qué reloj más bonito!”. Y después de haber visto unas cuantas docenas de novedades esas palabras tan simples tenían un significado impactante. Total que salí de allí ese día bastante en shock. Había visto muchos relojes, tres de ellos me gustaron especialmente pero el que de verdad me tenía machacado era el dichoso Overseas retrógrado. Me dio tanto miedo que no me atreví ni a probármelo…
Al volver de ese viaje y aprovechando que Rabat había abierto una boutique Vacheron en esas fechas, me dispuse a hacerles una visita y preguntarles posibilidades de este modelo. Para mi fortuna ese día justo estaba por la tienda Xana, la persona que habían hecho responsable precisamente de la boutique de Vacheron. Le comenté entretenidamente la experiencia raruna mía con los Overseas y me comentó que en cuanto llegara alguno me llamaba para al menos probármelo. Un par de semanas después, Vacheron trajo a esta boutique sus novedades a modo de muestra para el que quisiera probarse alguno. Yo ya estaba convencido del todo pero para quitarme el mono pues me dispuse simplemente a probármelo y tirar algunas fotos. Ahí ya descubrí las mejoras del cambio fácil de correa ó los contrastes del azul del dial cuando se mueve con la luz. Y bueno pues que para qué negarlo, lo bien que me quedaba: yo ya babeaba. Hace dos días llegó la primera unidad comercial a España. Apareció contra pronóstico porque la primera llegada estaba prevista como pronto para finales de año. Así que una agradable sorpresa del calendario. Mi agradecimiento público a Xana por permitirme tener acceso a su adquisición (servicio de venta extraordinario en esa boutique VC en particular, y en Rabat en general). Por mi parte no tardé ni medio segundo en decidirme y cerrar el asunto (un desastre…). En resumen, me he quitado alguna espina de encima que tenía clavada, el reloj me parece sencillamente colosal y además tiene muy buena pinta para disfrutarlo especialmente en verano con esos azules tan adecuados. Como casi siempre, el problema mayor es que el peligro lo tengo en casa. Mi mujer ya le ha echado el ojo…
Feliz verano a todos!
Hace tiempo que no me prodigo en escribir. De hecho, me he dado cuenta que es la primera presentación que hago en el 2023 y ya estamos a mitad de verano (prometo no será la última de este año). El tiempo pasa muy rápido, y más en un foro de relojería… Tampoco es que me llegaran piezas que viera tuvieran suficiente empaque como para hacerles unas buenas líneas de texto. Han llegado cosas (de esto sigo sin aprender a frenarme) aunque digamos no de relumbrón. Pero está claro que en algún momento tenía que ocurrir. Y al tener en la mano esta pieza en cuestión no me ha quedado otra que ponerme a aporrear el teclado para tratar de mostrar sus maravillosas virtudes.
En particular no soy muy amante de la denominada por muchos Sagrada Trinidad horológica (Patek, Audemars y Vacheron). De hecho, es la primera presentación que hago de algún modelo suyo. Pero sí es cierto que entre las tres la que más simpatía me ha causado siempre ha sido Vacheron. Ya sea por ser la primera que se fundó allá por 1755, ó ya sea porque sus diseños clásicos son muy de mi gusto personal. Y eso a pesar de pertenecer al grupo Richemont, habiendo perdido ese halo de independencia que mantienen sus dos compañeras de podio. En especial la colección Overseas siempre me ha parecido que tenía el diseño más bonito en reloj deportivo que existe. Y cuando vi este modelo como novedad en el Watch&Wonders de hace unos pocos meses me enganchó tanto que no tuve reparos en expresar que era el reloj que más me había impactado de cuantos había en la feria.
De un simple vistazo al dial azul mar profundo y a su característica caja de acero de 41 mm no queda ninguna duda de que estamos ante un Overseas. Pero también a primera vista se intuye que es algo más. Que tiene algo especial. Tiene todo lo que me gusta del Overseas pero además ofrece una fase lunar y una fecha retrograda ubicadas en la esfera presentando un balance visual cercano a la perfección.
Como curiosidad, siendo la fecha retrograda una de las complicaciones fetiches de Vacheron, la cual ya aparece en sus colecciones desde hace más de 100 años, es la primera vez que se muestra en un Overseas. Parece difícil averiguar cómo se le ocurrió a alguien integrar estas complicaciones tan clásicas en un reloj moderno manteniendo a su vez su instinto totalmente deportivo. Pero por el resultado estético no pudo acertar más de pleno con este desafío. Estas complicaciones se sitúan sobre un dial lacado en azul, que se muestra exquisitamente difuminado dependiendo de la luz, dando la sensación de que las sombras de diferentes tonos azulados que se proyectan no podían haber sido elegidas mejor. Incluso la aguja de la fecha, según se mueve por la mitad superior del dial refleja a lo largo del mes, contrastando con los numerales e índices, diferentes tonos de azul según su ubicación.
El reloj está equipado con un calibre in-house automático que incluye la nada desdeñable cifra de 275 componentes. Ofrece una reserva de marcha de 40 horas y una resistencia al agua de 50 metros (suficiente para cualquier “accidente” en la piscina pero nada excepcional en este caso). El rotor central es como casi siempre con Vacheron su maravillosa rosa de los vientos en oro de 22K, con unos acabados magníficos y con el sello del Punzón de Ginebra como bandera de entrada. Pero lo que de verdad sorprende, y mucho, al conocer las características de este modelo es que el calibre con sus complicaciones se ha podido acomodar en la caja de 41mm del Overseas incluso reduciendo su grosor a 10,48mm en vez de los 11 mm del calibre tres agujas. Parece ser que tres años de investigación y desarrollo tienen la culpa de haberlo logrado. Dando si cabe una comodidad aún mayor al llevarlo que el modelo más simple de la colección.
La corona controla las dos complicaciones de fecha retrógrada y fase lunar (girándola en un sentido ó en otro), haciéndolo muy sencillo de usar y de configurar para un uso incluso no diario del reloj. El puntero de la fecha retrógrada navega hasta el día 31 saltando de vuelta al día 1 al finalizar el mes. Y la fase lunar está considerada por la marca como una complicación de precisión, al requerir una sola corrección cada 122 años.
El reloj viene, como era de esperar en un Overseas, con su espectacular brazalete (para mí un top 3 como armis de cualquier reloj deportivo), y con dos correas azules adicionales en caucho y en cuero. Usualmente la correa de cuero en un reloj deportivo no tenía muchos adeptos, pero estoy seguro que en este modelo con estas complicaciones tan clásicas sí tendrá su tiempo de calidad en la muñeca durante el año.
Por otro lado, el cambio rápido de correas, del cual Vacheron fue pionero, se ha mejorado sustancialmente su mecánica, siendo ahora superrápido. Manteniendo además a su vez la opción de poder usar sin ningún problema las correas y brazaletes antiguos que usaban la mecánica inicial (digno de agradecer por los clientes de Vacheron en este caso). Los contactos de las correas con la caja se han modificado para que no sea una pestaña metálica que se pudiera doblar con el uso repetido de intercambiar la correa en sí. Ahora es una especie de escalón mucho más robusto y práctico. A su vez el cierre metálico intercambiable de las correas de cuero y caucho se ha simplificado mucho su mecanismo de adaptación a una u otra correa. Dejo fotos de los mecanismos antiguos a la derecha y actuales a la izquierda, ya que me ha parecido digno de mención.
Yo tuve el placer de tener un Overseas tres agujas azul. Era para mí el reloj que más me gustaba llevar. Como bien sabéis muchos tuve también la desgracia de que me lo robaran junto con otros relojes. Ninguno me molestó más perderlo que ese Overseas. Hasta el punto que me prometí a mí mismo no volver a comprarme un Overseas 41mm por evitarme el recuerdo negativo de su pérdida. Pero al ver esta pieza presentada en su vitrina en Ginebra parece ser se me quitaron todas las tonterías de golpe. Qué belleza destilaba y qué sensación me producía. Era como si me estuviera llamando a gritos. Para colmo, en mi fumada mental mientras lo observaba, a mi mujer no se lo ocurrió mejor cosa que decir para reafirmar mis convicciones: “Qué reloj más bonito!”. Y después de haber visto unas cuantas docenas de novedades esas palabras tan simples tenían un significado impactante. Total que salí de allí ese día bastante en shock. Había visto muchos relojes, tres de ellos me gustaron especialmente pero el que de verdad me tenía machacado era el dichoso Overseas retrógrado. Me dio tanto miedo que no me atreví ni a probármelo…
Al volver de ese viaje y aprovechando que Rabat había abierto una boutique Vacheron en esas fechas, me dispuse a hacerles una visita y preguntarles posibilidades de este modelo. Para mi fortuna ese día justo estaba por la tienda Xana, la persona que habían hecho responsable precisamente de la boutique de Vacheron. Le comenté entretenidamente la experiencia raruna mía con los Overseas y me comentó que en cuanto llegara alguno me llamaba para al menos probármelo. Un par de semanas después, Vacheron trajo a esta boutique sus novedades a modo de muestra para el que quisiera probarse alguno. Yo ya estaba convencido del todo pero para quitarme el mono pues me dispuse simplemente a probármelo y tirar algunas fotos. Ahí ya descubrí las mejoras del cambio fácil de correa ó los contrastes del azul del dial cuando se mueve con la luz. Y bueno pues que para qué negarlo, lo bien que me quedaba: yo ya babeaba. Hace dos días llegó la primera unidad comercial a España. Apareció contra pronóstico porque la primera llegada estaba prevista como pronto para finales de año. Así que una agradable sorpresa del calendario. Mi agradecimiento público a Xana por permitirme tener acceso a su adquisición (servicio de venta extraordinario en esa boutique VC en particular, y en Rabat en general). Por mi parte no tardé ni medio segundo en decidirme y cerrar el asunto (un desastre…). En resumen, me he quitado alguna espina de encima que tenía clavada, el reloj me parece sencillamente colosal y además tiene muy buena pinta para disfrutarlo especialmente en verano con esos azules tan adecuados. Como casi siempre, el problema mayor es que el peligro lo tengo en casa. Mi mujer ya le ha echado el ojo…
Feliz verano a todos!
Última edición:
