Alberto Puebla
Forer@ Senior
Sin verificar
Me voy a descansar, pero antes les dejo este poema que encontré en Letras Libres, del escritor mexicano Eduardo Lizalde (gran poeta, por cierto, sobre todo en sus textos más malditos).
A la pluma fuente
Su nombre fue primero
germano,
su siglo, el peleonero y empolvado
diecinueve;
Waterman su inventor, que consumó la hazaña
de encapsular la linfa de un arroyo azul
en el alma de acero de una péñola,
la hueca baquelita de un viejo portaminas.
Son sus ancestros algunos milenarios
artefactos de bronce
hallados en las ruinas de Pompeya;
y sus abuelos orientales
son los pinceles y brochas
empleados por los chinos para su escritura
de alucinantes contornos emplumados,
siempre a punto de levantar
el vuelo al arte de la magna pintura.
Las plumas de las aves de buen peso,
las propicias palomas,
las alas poderosas de los gansos,
fueron después la fuente del vasto instrumental
y las grafías de profetas,
de genios y de príncipes.
A Lope, sólo a él, no le bastaron
las ricas pajareras y múltiples
parvadas de jardines y bosques
para hacerse de cáñamos
suficientes y digno
de su inmensa tarea de dramaturgo
y monstruo versificador.
A la pluma fuente
Su nombre fue primero
germano,
su siglo, el peleonero y empolvado
diecinueve;
Waterman su inventor, que consumó la hazaña
de encapsular la linfa de un arroyo azul
en el alma de acero de una péñola,
la hueca baquelita de un viejo portaminas.
Son sus ancestros algunos milenarios
artefactos de bronce
hallados en las ruinas de Pompeya;
y sus abuelos orientales
son los pinceles y brochas
empleados por los chinos para su escritura
de alucinantes contornos emplumados,
siempre a punto de levantar
el vuelo al arte de la magna pintura.
Las plumas de las aves de buen peso,
las propicias palomas,
las alas poderosas de los gansos,
fueron después la fuente del vasto instrumental
y las grafías de profetas,
de genios y de príncipes.
A Lope, sólo a él, no le bastaron
las ricas pajareras y múltiples
parvadas de jardines y bosques
para hacerse de cáñamos
suficientes y digno
de su inmensa tarea de dramaturgo
y monstruo versificador.