Jose Claudio
Forer@ Senior
Sin verificar
Los franceses -tan geniales para muchas cosas, tan vulgares para otras tantas- tienen una lengua preciosa.
Por ejemplo, a un acto heroico propio de personajes nobles en todos los sentidos, lo llaman un beau geste, cuya traducción literal sería un bello gesto.
¿ No os parece genial esa conjunción en el lenguaje entre la ética y la estética?
Por ejemplo, un general japonés, derrotado en alguna batalla singular, empuñaría un cuchillo y, arrodillado, se abriría el vientre de abajo a arriba mientras el dolor de su rostro testimoniaría del dolor moral de su derrota y el dolor físico de su cuerpo.
¡Qué tiempos aquellos en el que los noble y las élites, una vez mostrado su error, acababan sus días con un último acto de honor que les inscribía en los libros de la Historia con una dignidad que les salvaba de la ignominia!
Nada de eso ocurre hoy en día. Nadie se suicida para salvar una institución, ni una dignidad, ni nada, aunque sea el destino que les corresponde cuando el oprobio les invade.
Es ahí donde se muestran sus contradicciones, sus miserias, su origen plebeyo.
Porque cualquier verdadero noble se habría suicidado de manera bella y habría inscrito su nombre en la Historia del honor, la dignidad.....y el amor.
¿ O no?
Por ejemplo, a un acto heroico propio de personajes nobles en todos los sentidos, lo llaman un beau geste, cuya traducción literal sería un bello gesto.
¿ No os parece genial esa conjunción en el lenguaje entre la ética y la estética?
Por ejemplo, un general japonés, derrotado en alguna batalla singular, empuñaría un cuchillo y, arrodillado, se abriría el vientre de abajo a arriba mientras el dolor de su rostro testimoniaría del dolor moral de su derrota y el dolor físico de su cuerpo.
¡Qué tiempos aquellos en el que los noble y las élites, una vez mostrado su error, acababan sus días con un último acto de honor que les inscribía en los libros de la Historia con una dignidad que les salvaba de la ignominia!
Nada de eso ocurre hoy en día. Nadie se suicida para salvar una institución, ni una dignidad, ni nada, aunque sea el destino que les corresponde cuando el oprobio les invade.
Es ahí donde se muestran sus contradicciones, sus miserias, su origen plebeyo.
Porque cualquier verdadero noble se habría suicidado de manera bella y habría inscrito su nombre en la Historia del honor, la dignidad.....y el amor.
¿ O no?
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