En rojos hay mucho y bastante bueno donde escoger, aunque con este color hay que ser precavido y algo diligente a la hora de la limpieza, ya que en algunos casos pueden dejar depósitos sólidos si la pluma se deja sin usar durante cierto tiempo. En la línea del Oxblood de Diamine también tienes, en esta misma marca, el Monaco Red y el Matador Red: son rojos algo “oxidados”, con cierto tono marrón, pero muy elegante. Algo más intenso, el Red Dragon, también de Diamine. También me gustan mucho (seguimos con Diamine) el Poppy Red, el Ruby Red y el Classic Red, rojos de un tono más bermellón. Muy parecida al Oxblood de Diamine, aunque menos fluida, está Fiesta Red, de Private Reserve.
En otras marcas, un rojo brillante, intenso y muy saturado es el Rouge Hématite de Herbin (colección 1670). También me gusta mucho el rojo de Sheaffer (fluido, económico y muy fiable, una de mis primeras recomendaciones). Últimamente he descubierto las tintas de KWZ, de gran calidad, entre las cuales hay dos rojos fantánticos, el Thief’s Red y el Flame Red. Son dos rojos algo anaranjados, pero muy brillantes y saturados. Algo más caras (bueno, algo no, ¡mucho más caras!) son las de Caran d’Ache, con su Infra Red (casi igualito que el Diamine Poppy Red) o la granate de Graf von Faber Castell (Garnet Red), con unos sombreados preciosos.
Si te preguntas por qué uso tintas rojas, la respuesta es sencilla: soy profe y las uso sobre todo para corregir y señalar errores en exámenes y trabajos.
Si quieres muestras, lo mejor es que busques en “Imágenes” de Google el nombre de la tinta seguido de “review” y verás un montón de muestras de escritura. Y si quieres probarlas de verdad, puedes comprar pequeños viales de muestras en
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