Bien Ondina, entonces tintas de las llamadas "a prueba de balas" no ofrecen nada más que una de las saturadas (que esto lo podemos hacer cualquiera de modo rústico). .
No. Resisten al agua, la luz y la lejía. Se quitan con un haz láser de Ultravioletas a determinadas longitudes de onda. También ofrecen colores opacos, sedimento lechoso, flujo similar al del engrudo, y un olor a disolvente orgánico que levanta la pintura. Todo eso a un precio prohibitivo y sin el menor control sanitario ni industrial. Y sin ningún estudio independiente que avale que un producto que lleva 7 años en el mercado, comple lo que promete y por lo que cobra. La recompensa ofertada era el estímulo a probar lo contrario; bien, ya lo está. También está el problemilla de la destrucción de las estilográficas. O
Las llamadas "a semi prueba de bala" no le ofrecen más que las mayoria de las clásicas negras, marrones, azules ocuros....El componente tinte se lava, el permanente, se queda. [/QUOTE]
Sin embargo una tinta como la azul-negro Registrars Ink que está pensada para que dure largo y tendido. ¿Ofrece algo más? me refiero a seguridad para el uso con una estilográfica y que sea "más dificil alterarla"
Todas las tintas basadas en la oxidación de los iones de hierro y taninos con el soporte (los antiguos lo llamaban"
escribir con fuego"), se quitan con lejía. Es recuperable por métodos forenses. Más de dos mil años de uso masivo y comprobado, dan para mucho.
En cuanto a la seguridad de uso en estilográfica, todas las tintas han sido francamente ácidas (ignoro si las de Herbín siempre han sido pH neutro, pudiera ser por su composición). Y la mayoría, lo siguen siendo. Hay nichos para todo; si alguien encuentra el suyo haciendo pensar que la tinta es el champú de sus plumas, hey, esto es el Capitalismo. Todas las viejitas que han llegado hasta nuestros días han vivido a base de una dieta que ni el vinagre. Los metales susceptibles de corrosión, se corroerán....hasta con agua. Los nobles, resistirán (sí, hay aleaciones tan mal hechas que se horadan bocados. Y plumines de acero tan bien templados que sólo han bebido Quink BB del antiguo y están como una patena).
Ondina existen tintas que sean ciertamente infalsificables, es decir que si las quieren hacer desaparecer tengan que dañar el documento o que al pasar por cierto tipo de luces se vea antes hubo otra cosa escrita. Me refiero esto para los cheques bancarios por ejemplo.
No hay nada infalsificable (si me apura mucho, los scaners de retina y el código de ADN). Nada. Ni en arte, ni en lutería, ni en tecnología, ni en documentos. La última vez que usé un cheque fué en Estados Unidos en el 83. En Europa, nunca. En Japón sólo plástico. La Legislación que mencionaba obliga a mantener archivos digitalizados junto con los de soporte físico de todo documento significativo. Una vez pregunté por curiosidad a una amiga que trabajaba en en un banco grande en estos temas (licenciada en Arte, por cierto). La respuesta fué que la clave está en el papel, no en la tinta, y que además, para eso están los seguros (los de los bancos).
Como usuaria de muchas tintas, has podido probar la Registrars Ink blue-black. ¿Como es su color, como es flujo?. Francamente me da curiosidad y antes de lanzarme a tener un frasco de 100ml me gustaria saber la opinión de un usuario.
Mi frasco es de 100 ml. Es seca, más que Pelikan, con buen flujo, y siente una marcada predilección por los plumines/ alimentadores pre-años 70. Sale como un color azulinegro muy bonito, seca en algo más apagado, y oxida en negro si la cantidad depositada es suficiente. La uso en una Kaweco Dia de pistón y en una Mabbie Todd Swan de cuentagotas. Probé en una Pelikano y no iba mal. Como a todas las ferrogálicas les gusta ser usadas a diario, o cada pocos días. Es la única tinta que limpio entre cargas, más por por pecar de prudente que por haber tenido ninguna experiencia negativa.
No me agobia nada el tema de permanencia; mi casa está llena de papeles entintados de finales del IXX a hoy, escritos en recortes de toda calidad y pelaje, que han atravesado océanos y continentes en casacas sudorosas, barcos insalubres, desde las trincheras, los campos, la nieve, la lluvia, con goterones de cera, nafta......en un arcoiris ecléctico de colores y pasando de mano en mano. Denise estaba en lo cierto; la clave, está en el papel y las condiciones de almacenaje. La tinta, es sólo la tercera parte de la trilogía.