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Comunicado de prensa
Christophe Claret continúa su búsqueda de la excelencia, técnica y estética. Este otoño presenta el reloj Soprano, una novedad que asocia dos de las más bellas complicaciones relojeras: un tourbillon de 60 segundos y una repetición de minutos con carillón Westminster, 4 timbres patentados y 4 martillos, todos ellos realzados por unos puentes escalonados inspirados en el estilo Carlos X. Este calibre de excepción se aloja en el interior de una caja redonda que combina sutilmente metales preciosos y titanio. En este modelo se unen tradición y modernidad, fieles a las exigencias de la alta relojería desarrollada por la manufactura.
La inspiración
Christophe Claret debe su pasión por la relojería al descubrimiento de los relojes de bolsillo los cuales ya reparaba y restauraba antes de su inicio en la Escuela de Relojeria de Ginebra. Con el paso del tiempo no ha dejado de coleccionar estos maravillosos mecanismos de antaño, centrando su atención en las repeticiones de minutos y en su diseño tan particular. Y si Christophe Claret está fascinado por la mecánica, también lo está por la estética. Por esta razón se interesa en la época de Carlos X, el soberano que ocupó el trono de Francia durante sólo 6 años, de 1824 a 1830. Un reinado muy corto, lo que no impidió que ejerciera una clara influencia en las artes decorativas de su época, entre ellas, la relojería.
"Lo que siempre me ha gustado del estilo Carlos X, de gran riqueza, es el aspecto arquitectónico de la construcción de los movimientos. Ya en esta época no se preocupaban únicamente por la perfección técnica, sino también por la estética y el equilibrio. Para mí todo ello es muy significativo. Para el reloj Soprano, que presentamos este otoño, me he inspirado en gran medida en los emblemáticos puentes escalonados de este periodo, reinterpretándolos con un toque contemporáneo", explica Christophe Claret. Un estilo que el relojero ya había explorado en 1997, año de la creación, en primicia mundial, de un reloj tourbillon con platina y puentes de zafiro.
El movimiento
Perfección técnica y equilibrio arquitectónico, estas son también hoy en día las exigencias de Christophe Claret, reflejadas claramente en el movimiento del Soprano. El reloj, de cuerda manual, obtiene la energía de un barrilete doble que garantiza una reserva de marcha de aproximadamente 72 horas y asocia en una magnífica perspectiva dos de las más bellas complicaciones relojeras: el tourbillon y la repetición de minutos.
El tourbillon de 60 segundos (que da una vuelta por minuto) domina majestuosamente desde las 6 horas, mantenido por un puente escalonado y calado de estilo Charles X. Se trata de un clásico de la Manufactura Claret, curtido en todo tipo de pruebas de laboratorio desde hace años, cuyo corazón late a una frecuencia de 3 Hz (21.600 alternancias/hora).
En cuanto a la repetición de minutos, se trata de una complicación que permite, en el momento de su activación, "leer" la hora por medio de palpadores y levas y traducirla, a continuación, a sonido gracias a martillos que golpean timbres de diferente frecuencia. Puede considerarse como la reproducción, a escala de un reloj de pulsera, del dispositivo que acciona las campanas de las iglesias. El movimiento con repetición de minutos se considera como una de las complicaciones más exigentes de la relojería, puesto que asocia complejidad técnica y calidad musical.
El del Soprano se desarrolló en el seno de la manufactura hace más de 10 años, aunque ahora el concepto se ha reinterpretado por completo. En la actualidad resulta aún más complejo y responde al afán de Christophe Claret de demostrar siempre que innova: "En mi opinión, un nuevo reloj no tiene interés alguno si no hace progresar nuestras investigaciones. Con el Soprano hemos buscado obtener la mayor riqueza musical posible. De ahí que sea capaz de hacer sonar las 4 notas del famoso carillón", explica el maestro relojero de Le Locle. Una complicación adicional que supone el montaje de 4 timbres catedral y 4 martillos, visibles en la parte frontal del reloj, dada la ausencia de esfera. La construcción se ha concebido de este modo para evitar cualquier obstáculo que pueda interferir en la difusión del sonido.
Se ha concedido asimismo un cuidado muy particular a la calidad sonora de la pieza, fruto de los 25 años de experiencia de la manufactura en este ámbito. Para este modelo, así como para las anteriores repeticiones de minutos, Christophe Claret ha puesto énfasis en la fabricación de los timbres, de acero trefilado, en la calidad de su montaje y su afinación, en el diseño de la caja, así como en la interconexión entre el movimiento y la caja.
"Con el fin de obtener notas más próximas a nuestro universo sonoro, hemos recurrido a un fabricante de pianos de Neuchâtel. Junto con él hemos trabajado en un software específico que permita determinar la frecuencia exacta (5 hertzios aproximadamente) de cada timbre en el momento de la afinación. Esta frecuencia se obtiene ya sea limando la base del timbre o reajustando su longitud", subraya Christophe Claret.
Los timbres del Soprano son de tipo catedral; circulares, dan dos veces la vuelta al movimiento. Se benefician asimismo de una invención, patentada ya por la manufactura, consistente en evitar vibraciones demasiado importantes y, por tanto, ruidos parásitos al entrar en contacto los timbres.
La caja y el realce
Con el fin de otorgar siempre al Soprano un sonido grave y potente, el titanio y el oro han sido los elegidos para fabricar la caja, dos metales que permiten una resonancia ideal. Evidentemente, otros elementos del reloj como, por ejemplo, el bisel, el fondo, las plaquitas de las asas, el cerrojito y la corona, están compuestos de materiales nobles.
Pese a la dificultad de su fabricación y a su tamaño relativamente importante (45 mm de diámetro y 15,32 mm de grosor), la caja del Soprano se considera de factura clásica. Es redonda y sigue los mismos códigos que la de los modelos 21 Blackjack y Baccara. Su gran abertura pone de relieve el movimiento, que se encuentra rodeado por un anillo de zafiro ahumado en el que están impresos el nombre Christophe Claret en las 12 horas y el sello Swiss Made en las 6 horas. Dada la ausencia de esfera, el realce de titanio antracita acoge los índices y el logotipo de la marca en forma de blasón en las 12 horas.
Esta voluntad de transparencia permite observar en profundidad el funcionamiento de todos los órganos vitales del reloj, como la reserva de marcha del barrilete y el tourbillon, sin olvidar el de los martillos y los timbres, así como el del regulador de la repetición de minutos, visible en las 9 horas gracias a una tapa de zafiro ahumado. Entre los numerosos detalles que cuentan y contribuyen a conferir toda su fuerza a la pieza, se aprecia la concordancia cromática entre las agujas de zafiro, la tornillería, el "empedramiento", el cabujón de la corona y los pespuntes de la correa de piel de aligátor.
El fondo del reloj, totalmente calado, deja campo libre al baile de los muelles y los trenes de ruedas, subrayado por un anillo grabado en forma de pentagrama musical, sobre el cual flota un puñado de notas. De este modo, la mecánica relojera más compleja se transforma en una sinfonía poética en constante renovación.
Terminaciones y acabados
La Manufactura Claret se encuentra entre las pocas firmas de alta relojería capaces de diseñar, desarrollar y realizar un reloj desde el primer componente hasta el último. Para ello, dispone de un parque de máquinas de tecnología punta y, sobre todo, de un personal ultra-cualificado.
Ya que la relojería no sería nada sin el trabajo del artesano. Aquí, en Le Locle, el savoir-faire marca la diferencia. Siempre es la mano del hombre la que interviene como, por ejemplo, en las minuciosas operaciones de terminación y acabado. Es tarea del artesano tallar el metal a la perfección, acariciar las aristas vivas para obtener chaflanes perfilados, sutiles brillos que juegan con la luz y los reflejos en el seno del movimiento. Y finalmente, antes de que el reloj abandone definitivamente el taller para acabar en la muñeca de su propietario, es examinado, escuchado y validado por Christophe Claret en persona.
Como en el caso de los modelos anteriores, el Tourbillon Répétition Minutes Westminster demuestra este dominio de todos los oficios relojeros.
Características técnicas
Movimiento
Caja:
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Christophe Claret continúa su búsqueda de la excelencia, técnica y estética. Este otoño presenta el reloj Soprano, una novedad que asocia dos de las más bellas complicaciones relojeras: un tourbillon de 60 segundos y una repetición de minutos con carillón Westminster, 4 timbres patentados y 4 martillos, todos ellos realzados por unos puentes escalonados inspirados en el estilo Carlos X. Este calibre de excepción se aloja en el interior de una caja redonda que combina sutilmente metales preciosos y titanio. En este modelo se unen tradición y modernidad, fieles a las exigencias de la alta relojería desarrollada por la manufactura.
La inspiración
Christophe Claret debe su pasión por la relojería al descubrimiento de los relojes de bolsillo los cuales ya reparaba y restauraba antes de su inicio en la Escuela de Relojeria de Ginebra. Con el paso del tiempo no ha dejado de coleccionar estos maravillosos mecanismos de antaño, centrando su atención en las repeticiones de minutos y en su diseño tan particular. Y si Christophe Claret está fascinado por la mecánica, también lo está por la estética. Por esta razón se interesa en la época de Carlos X, el soberano que ocupó el trono de Francia durante sólo 6 años, de 1824 a 1830. Un reinado muy corto, lo que no impidió que ejerciera una clara influencia en las artes decorativas de su época, entre ellas, la relojería.
"Lo que siempre me ha gustado del estilo Carlos X, de gran riqueza, es el aspecto arquitectónico de la construcción de los movimientos. Ya en esta época no se preocupaban únicamente por la perfección técnica, sino también por la estética y el equilibrio. Para mí todo ello es muy significativo. Para el reloj Soprano, que presentamos este otoño, me he inspirado en gran medida en los emblemáticos puentes escalonados de este periodo, reinterpretándolos con un toque contemporáneo", explica Christophe Claret. Un estilo que el relojero ya había explorado en 1997, año de la creación, en primicia mundial, de un reloj tourbillon con platina y puentes de zafiro.
El movimiento
Perfección técnica y equilibrio arquitectónico, estas son también hoy en día las exigencias de Christophe Claret, reflejadas claramente en el movimiento del Soprano. El reloj, de cuerda manual, obtiene la energía de un barrilete doble que garantiza una reserva de marcha de aproximadamente 72 horas y asocia en una magnífica perspectiva dos de las más bellas complicaciones relojeras: el tourbillon y la repetición de minutos.
El tourbillon de 60 segundos (que da una vuelta por minuto) domina majestuosamente desde las 6 horas, mantenido por un puente escalonado y calado de estilo Charles X. Se trata de un clásico de la Manufactura Claret, curtido en todo tipo de pruebas de laboratorio desde hace años, cuyo corazón late a una frecuencia de 3 Hz (21.600 alternancias/hora).
En cuanto a la repetición de minutos, se trata de una complicación que permite, en el momento de su activación, "leer" la hora por medio de palpadores y levas y traducirla, a continuación, a sonido gracias a martillos que golpean timbres de diferente frecuencia. Puede considerarse como la reproducción, a escala de un reloj de pulsera, del dispositivo que acciona las campanas de las iglesias. El movimiento con repetición de minutos se considera como una de las complicaciones más exigentes de la relojería, puesto que asocia complejidad técnica y calidad musical.
El del Soprano se desarrolló en el seno de la manufactura hace más de 10 años, aunque ahora el concepto se ha reinterpretado por completo. En la actualidad resulta aún más complejo y responde al afán de Christophe Claret de demostrar siempre que innova: "En mi opinión, un nuevo reloj no tiene interés alguno si no hace progresar nuestras investigaciones. Con el Soprano hemos buscado obtener la mayor riqueza musical posible. De ahí que sea capaz de hacer sonar las 4 notas del famoso carillón", explica el maestro relojero de Le Locle. Una complicación adicional que supone el montaje de 4 timbres catedral y 4 martillos, visibles en la parte frontal del reloj, dada la ausencia de esfera. La construcción se ha concebido de este modo para evitar cualquier obstáculo que pueda interferir en la difusión del sonido.
Se ha concedido asimismo un cuidado muy particular a la calidad sonora de la pieza, fruto de los 25 años de experiencia de la manufactura en este ámbito. Para este modelo, así como para las anteriores repeticiones de minutos, Christophe Claret ha puesto énfasis en la fabricación de los timbres, de acero trefilado, en la calidad de su montaje y su afinación, en el diseño de la caja, así como en la interconexión entre el movimiento y la caja.
"Con el fin de obtener notas más próximas a nuestro universo sonoro, hemos recurrido a un fabricante de pianos de Neuchâtel. Junto con él hemos trabajado en un software específico que permita determinar la frecuencia exacta (5 hertzios aproximadamente) de cada timbre en el momento de la afinación. Esta frecuencia se obtiene ya sea limando la base del timbre o reajustando su longitud", subraya Christophe Claret.
Los timbres del Soprano son de tipo catedral; circulares, dan dos veces la vuelta al movimiento. Se benefician asimismo de una invención, patentada ya por la manufactura, consistente en evitar vibraciones demasiado importantes y, por tanto, ruidos parásitos al entrar en contacto los timbres.
La caja y el realce
Con el fin de otorgar siempre al Soprano un sonido grave y potente, el titanio y el oro han sido los elegidos para fabricar la caja, dos metales que permiten una resonancia ideal. Evidentemente, otros elementos del reloj como, por ejemplo, el bisel, el fondo, las plaquitas de las asas, el cerrojito y la corona, están compuestos de materiales nobles.
Pese a la dificultad de su fabricación y a su tamaño relativamente importante (45 mm de diámetro y 15,32 mm de grosor), la caja del Soprano se considera de factura clásica. Es redonda y sigue los mismos códigos que la de los modelos 21 Blackjack y Baccara. Su gran abertura pone de relieve el movimiento, que se encuentra rodeado por un anillo de zafiro ahumado en el que están impresos el nombre Christophe Claret en las 12 horas y el sello Swiss Made en las 6 horas. Dada la ausencia de esfera, el realce de titanio antracita acoge los índices y el logotipo de la marca en forma de blasón en las 12 horas.
Esta voluntad de transparencia permite observar en profundidad el funcionamiento de todos los órganos vitales del reloj, como la reserva de marcha del barrilete y el tourbillon, sin olvidar el de los martillos y los timbres, así como el del regulador de la repetición de minutos, visible en las 9 horas gracias a una tapa de zafiro ahumado. Entre los numerosos detalles que cuentan y contribuyen a conferir toda su fuerza a la pieza, se aprecia la concordancia cromática entre las agujas de zafiro, la tornillería, el "empedramiento", el cabujón de la corona y los pespuntes de la correa de piel de aligátor.
El fondo del reloj, totalmente calado, deja campo libre al baile de los muelles y los trenes de ruedas, subrayado por un anillo grabado en forma de pentagrama musical, sobre el cual flota un puñado de notas. De este modo, la mecánica relojera más compleja se transforma en una sinfonía poética en constante renovación.
Terminaciones y acabados
La Manufactura Claret se encuentra entre las pocas firmas de alta relojería capaces de diseñar, desarrollar y realizar un reloj desde el primer componente hasta el último. Para ello, dispone de un parque de máquinas de tecnología punta y, sobre todo, de un personal ultra-cualificado.
Ya que la relojería no sería nada sin el trabajo del artesano. Aquí, en Le Locle, el savoir-faire marca la diferencia. Siempre es la mano del hombre la que interviene como, por ejemplo, en las minuciosas operaciones de terminación y acabado. Es tarea del artesano tallar el metal a la perfección, acariciar las aristas vivas para obtener chaflanes perfilados, sutiles brillos que juegan con la luz y los reflejos en el seno del movimiento. Y finalmente, antes de que el reloj abandone definitivamente el taller para acabar en la muñeca de su propietario, es examinado, escuchado y validado por Christophe Claret en persona.
Como en el caso de los modelos anteriores, el Tourbillon Répétition Minutes Westminster demuestra este dominio de todos los oficios relojeros.
Características técnicas
Movimiento
Calibre: | TRD98, mecánico, de cuerda manual |
Dimensiones | - Diámetro: 27,60 mm - Altura: (sin agujas) 8,45 mm |
Número de componentes | 450 |
Número de rubíes | 39 |
Reserva de marcha | 72 horas aprox |
Tourbillon | - Escape de áncora suizo - Frecuencia de oscilación del volante: 3 Hz (21.600 alt/h) - Frecuencia de rotación del tourbillon: 1 rpm - Paracaídas antigolpes |
Funciones | - Indicación de las horas y los minutos mediante agujas de zafiro - Repetición de las horas, los minutos y los cuartos a petición - Timbres catedral patentados - 4 martillos visibles que hacen sonar juntos el carillón Westminster para marcar los cuartos - Cerrojito de armado para accionar la función de la repetición de minutos - Corona de 2 posiciones. Extraída: puesta en hora. Presionada: remontaje del movimiento - Regulador de la repetición de minutos visible a través de un cristal de zafiro ahumado |
Estética | - Puentes escalonados y esqueletizados estilo Carlos X - Barrilete y rochete esqueletizados - Esfera de zafiro ahumado que permite observar los timbres - Piedra de pivote de zafiro azul o rubí rojo |
Caja:
Diámetro | 45 mm |
Altura | 15,32 mm |
Hermeticidad | 30 m (3 ATM) |
Modelo de oro rosa/titanio | - Oro rosa 5N y titanio con PVD gris antracita - Agujas de espinela negra y PVD gris antracita - Índices de las horas y de los minutos pulidos - Corona de oro rosa 5N y titanio con PVD gris antracita grado 5 - Cierre de oro rosa y titanio - Correa de piel de aligátor negra y costura negra |
Modelo de oro gris/titanio | - Oro gris y titanio con PVD gris antracita - Agujas de rubí rojo o espinela azul y PVD negro - Índices de las horas y de los minutos pulidos - Corona de oro gris y titanio con PVD gris antracita grado 5 - Cierre de oro gris y titanio - Correa de piel de aligátor negra y costura roja o azul |
Serie limitada | - 8 modelos en oro rosa - 8 modelos en oro gris |
Precio de venta al público | A partir de 468.000 francos suizos, impuestos no incluidos |
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