Iba a decir que lo que ha hecho Verdasco no es más que la exteriorización de un sentimiento español bastante arraigado, pero no lo diré
Por otra parte, da vergüenza ver cómo en el fútbol ocurre lo mismo, pero diluido en la masa: entre compañeros se insultan por lo bajo y a veces delante del árbitro en la más absoluta impunidad, pero no hay cámaras que lo recojan.
La verdad es que el deporte ha dejado de tener el componente de caballerosidad que se le supone. Volviendo al fútbol, me repugna ver cómo los compañeros piden la tarjeta para el rival, o cómo el más mínimo roce en la cara del adversario supone que el rozado se tire al suelo saltando cinco metros "p'arriba" y dé cuatro vueltas de campana como si le hubiera arrollado un trolebús, y todo para que expulsen al compañero.
Otra cosa que me hace gracia del fútbol son los porteros y los defensas: sea el gol como sea, en cuanto entra la pelota, levantan la mano como un resorte pidiendo algo ilegal que ni ellos mismos saben muy bien qué es.
Lamentable Verdasco y lamentable el deporte rey...