jordihdz
Novat@
Sin verificar
Enhorabuena a todos por este fantástico foro.
Soy entusiasta de los relojes, de la hora exacta y de la puntualidad.
Me fascinan los relojes, grandes y pequeños.
Cuando tenía aproximadamente 10 años desmonté y volví a montar mi primer reloj. Un despertador a cuerda de unos 15 cm de diámetro. Todavía funciona medianamente bien.
He tenido bastantes relojes de pulsera, fruto de caprichos, compulsiones, deseos y sus correspondientes regalos familiares.
Reconozco que mis gustos tienen algunos elementos repetitivos: armis de acero (en contraposición a los tejidos, pieles y gomas), la caja en color acero (ni oros, ni rosados, ni titanios ni colores), analógicos, redondos y con alguna complicación.
Sé que me pierdo muchas cosas por no tener un gusto más abierto, pero creo que me curaré
Ahora llevo un citizen H461, radiocontrolado y solar. Estoy contentísimo porque lo encuentro muy hermoso y porque sé que llevo la hora exacta y sin esfuerzo, mi situación ideal.
En la relojera están mi Casio Ocean de 40 y tantos mm, un swatch extraplano, un citizen con complicaciones de regatas y un festina que da la fecha completa. Tengo también un auténtico epson, directo de Japón. También están el primer reloj de mi padre, un Fortis dorado de los 50, y el último, un Radiant dorado de doble fecha. También reposan los dos de bolsillo de mis abuelos. Hay más relojes, de esos que no se nombran por estar mal valorados y que llegaron a casa en promos y regalos de empresa.
Para acabar de redondear mi presentación os diré que también disfruto de mis estilográficas, no muchas ni muy variadas. Mis 3 parker de estudiante, desde la primera comunión a la universidad, una Sheaffer Nononsense a la que le tengo mucho cariño, tan suave como húmeda en exceso, y otra de la misma marca, más pequeña y estilizada y de modelo desconocido para mí.
En otro cajón más tranquilo, esperan las dos mini-plumas de la infancia de mi madre y mi tía, en colores carey y esmeralda marmolizadas, sin plumín y con pocos visos de volver a la vida.
Nada más, espero que sirva como presentación y punto de partida de este fantástico lugar de charla y afición.
Jordi.
Soy entusiasta de los relojes, de la hora exacta y de la puntualidad.
Me fascinan los relojes, grandes y pequeños.
Cuando tenía aproximadamente 10 años desmonté y volví a montar mi primer reloj. Un despertador a cuerda de unos 15 cm de diámetro. Todavía funciona medianamente bien.
He tenido bastantes relojes de pulsera, fruto de caprichos, compulsiones, deseos y sus correspondientes regalos familiares.
Reconozco que mis gustos tienen algunos elementos repetitivos: armis de acero (en contraposición a los tejidos, pieles y gomas), la caja en color acero (ni oros, ni rosados, ni titanios ni colores), analógicos, redondos y con alguna complicación.
Sé que me pierdo muchas cosas por no tener un gusto más abierto, pero creo que me curaré
Ahora llevo un citizen H461, radiocontrolado y solar. Estoy contentísimo porque lo encuentro muy hermoso y porque sé que llevo la hora exacta y sin esfuerzo, mi situación ideal.
En la relojera están mi Casio Ocean de 40 y tantos mm, un swatch extraplano, un citizen con complicaciones de regatas y un festina que da la fecha completa. Tengo también un auténtico epson, directo de Japón. También están el primer reloj de mi padre, un Fortis dorado de los 50, y el último, un Radiant dorado de doble fecha. También reposan los dos de bolsillo de mis abuelos. Hay más relojes, de esos que no se nombran por estar mal valorados y que llegaron a casa en promos y regalos de empresa.
Para acabar de redondear mi presentación os diré que también disfruto de mis estilográficas, no muchas ni muy variadas. Mis 3 parker de estudiante, desde la primera comunión a la universidad, una Sheaffer Nononsense a la que le tengo mucho cariño, tan suave como húmeda en exceso, y otra de la misma marca, más pequeña y estilizada y de modelo desconocido para mí.
En otro cajón más tranquilo, esperan las dos mini-plumas de la infancia de mi madre y mi tía, en colores carey y esmeralda marmolizadas, sin plumín y con pocos visos de volver a la vida.
Nada más, espero que sirva como presentación y punto de partida de este fantástico lugar de charla y afición.
Jordi.