Josemaval
De la casa
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El supercinco, para los amantes de los coches es pequeño urbano de aspecto simpático es sobre todo recordado por el salvaje GT Turbo, un modelo particularmente potro salvaje, capaz de dar tantas satisfacciones como sustos para los conductores menos expertos.
Sin embargo, para aquellos "urbanitas" que gustan de moverse en ciudad, pero que no quieren perder el lujo y confort de sus grandes berlinas, pero con un tamaño más llevaro en el cáos que suelen ser las ciudades, Renault ofreció el acabado Baccara.
Se ofreción con 2 tipos de caja de cambios la manual, que equipaba el bloque motor del GTX de 90cv y curiosamente para la variante automática un 1.4l de tan 68cv... curiosa decisión.
El equipamiento era muy bueno, desde la suntuosa tapicería de cuero "conolly" color beís así como en el volante y el pomo, los plásticos eran del mismo tono beís, cierre centralizado, elevalunas eléctricos, llantas de aluminio, posibilidad opcional de stéreo pionneer, así como el aire acondicionado, incluso en el maletero al igual que su hermano mayor el R25 Baccara, disponías bajo la tableta trasera de una funda de piel, ideal para guardar la chaqueta. La pintura exclusiva del modelo era un marrón metalizado, champan metalizado y también la posibilidad del negro en todos los casos una ligera línea dorada recoría la carrocería, para dejar bien marcado el carácter exclusivo del pequeñin, así como el anagrama Baccara en el portón trasero.
Mecanicamente brillante con la caja manual, perezoso con el automático debido al bloque de tan sólo 68cv, así pues con el más potente ofrecía una velocidad punta de 184 km/h.
El precio del Baccara se situaba como el Turbo, más tarde con la llegada del clio, Renault también ofreció la versión Baccara.
Hoy en día muy pocos sobreviven, muchos han sido fagocitados para equipar los copa turbo con su suntuoso interior... en una especie de GT Turbo Baccara, que curiosamente Renault nunca pensó en ofrecer.
Ahora las fotos:
Saludos a todos.
Sin embargo, para aquellos "urbanitas" que gustan de moverse en ciudad, pero que no quieren perder el lujo y confort de sus grandes berlinas, pero con un tamaño más llevaro en el cáos que suelen ser las ciudades, Renault ofreció el acabado Baccara.
Se ofreción con 2 tipos de caja de cambios la manual, que equipaba el bloque motor del GTX de 90cv y curiosamente para la variante automática un 1.4l de tan 68cv... curiosa decisión.
El equipamiento era muy bueno, desde la suntuosa tapicería de cuero "conolly" color beís así como en el volante y el pomo, los plásticos eran del mismo tono beís, cierre centralizado, elevalunas eléctricos, llantas de aluminio, posibilidad opcional de stéreo pionneer, así como el aire acondicionado, incluso en el maletero al igual que su hermano mayor el R25 Baccara, disponías bajo la tableta trasera de una funda de piel, ideal para guardar la chaqueta. La pintura exclusiva del modelo era un marrón metalizado, champan metalizado y también la posibilidad del negro en todos los casos una ligera línea dorada recoría la carrocería, para dejar bien marcado el carácter exclusivo del pequeñin, así como el anagrama Baccara en el portón trasero.
Mecanicamente brillante con la caja manual, perezoso con el automático debido al bloque de tan sólo 68cv, así pues con el más potente ofrecía una velocidad punta de 184 km/h.
El precio del Baccara se situaba como el Turbo, más tarde con la llegada del clio, Renault también ofreció la versión Baccara.
Hoy en día muy pocos sobreviven, muchos han sido fagocitados para equipar los copa turbo con su suntuoso interior... en una especie de GT Turbo Baccara, que curiosamente Renault nunca pensó en ofrecer.
Ahora las fotos:
Saludos a todos.