Tiempo/s.
Como bien indica surfista se habla de distintos tipos de tiempo.
El físico (una dimensión esencial en la concepción del mundo, de todo punto imprescindible; desde mucho antes de Aristóteles –toda la astronomía egipcia, de la que un día nos hablo Galy- hasta las más recientes teorías cibernéticas, de la relatividad, del caos, etc…) se define en relación al 2º Principio de la Termodinámica que, luego aprovecho Stephen W. Hawking , ¿os acordáis de la “Historia del Tiempo” o era del Universo?, donde recordó que la tendencia entrópica del universo, al ser irreversible (frente a la concepción gravitacional de la Física Newtoniana) era lo único que permitía hablar con propiedad del “antes” y “después” de un suceso.
Cómo se mida este, es decir, con que “patrón” de medida (una invención humana arbitraria, por mucho que se resuelva en relación a órbitas solares u otras referencias) es otro cantar. Una vez definido el patrón (ahora creo que andamos por algo del estilo de “ el lapso que tarda un rayo laser de no sé que tipo en cubrir una distancia dada a través de no sé que gas…..y otras gaitas tecnológicas), aparece todo el problema técnico de resolverlo con el menor error posible. Aquí aparece todo el avance de la maravillosa técnica relojera que tan bien nos explica E. Vals y otros maestros de este foro.
El reloj no define el tiempo, tan solo lo compara con un patrón. Por eso, la bella frase de que el tiempo es lo que miden los relojes es incorrecta o, en su defecto, supondría una humilde confesión de incapacidad para definiciones más rigurosas (también los psicologos experimentalistas de la 1ª mitad del S. XX. dijeron que la Inteligencia era aquello que medían los Test de Inteligencia y no pretendian hacer un chiste)
Luego viene lo del tiempo “vivido”, subjetivo, percibido de manera personal, psicológica, vivencial (todo eso tan acertado de cuando nos falta…, del tiempo que hace que no me papeo el jamón de bellota… de lo rápido que se me pasa el tiempo cuanto más viejo soy…) y cultural (lo de la Hora Española) que a la postre, en nuestra vida cotidiana es más importante aun.
Otro tema muy interesante EMHO es el que plantea Donner: Si el tiempo existía antes de que se nos ocurriera medirlo. En este punto siento disentir. Me explico. Si, en un sentido esencial para el físico, no para los humanos. Históricamente, la invención de la medida del tiempo construye conceptos y hábitos sociales que dominan nuestras vidas.
Los primeros relojes de una sola aguja satisfacían los “horarios” sociales imperantes (las horas monásticas para la liturgia, las horas de cerrar las puertas de las ciudades y otras cosas muy elementales que dividían el día y la vida de manera sencilla).
Las sucesivas mejoras en el cómputo del tiempo generadas por motivos económicos o estratégicos muy pesados (ampliar y certificar la propiedad de las nuevas colonias y territorios; de aquí el desarrollo de los cronómetros náuticos) forzaron las invenciones técnicas y las teóricas – ojo! se nos suele presentar el proceso al revés: Investigación Básica, I. Aplicada y Tecnología -, que van calando en nuestras mentes y en nuestras costumbres (de ello también habla Surfista al referirse a esas esclavitudes, verdad). Mi Padre q.e.p.d. se conformo siempre con las señales horarias del “parte” radiofónico; el día que calló en sus manos el primer digital nipón con décimas de segundo (tenía hasta centésimas en el crono el jod…) adquirió una nueva preocupación, que yo tenía que resolver.
Sorry por el cilindro, pero es que animáis, majetes.