Otra imagen y el comunicado de Prensa
CARRERA 2013: LA SIGUIENTE GENERACIÓN
Todos los cronógrafos CARRERA de este año poseen uno de los mayores logros técnicos de TAG Heuer: el movimiento de manufactura propia en nuestra sede que reinventa uno de las mayores contribuciones de Edouard Heuer a la relojería:
el piñón oscilante de 1887. EL MOVIMIENTO CALIBRE 1887 El Calibre 1887 es un movimiento de rueda de pilares integrada vibrando a 28.800 alternancias por hora, además de una
reserva de carga de 50 horas. Entre sus
320 componentes, hay una audaz versión reinventada, el piñón oscilante patentado de 1887, junto con una rueda de pilares azul a juego. El piñón oscilante,
patentado en 1887 por Edouard Heuer, trabaja en tándem con la rueda de pilares de la misma forma que la transmisión de un automóvil. La rueda de pilares, que coordina las funciones de arranque, parada y puesta a cero del cronógrafo, funciona como una caja de cambios. El piñón oscilante funciona como un embrague.
LA COLECCIÓN 2013 CARRERA CALIBRE 1887 CARRERA CALIBRE 1887
Edición Jack Heuer –45mm– diseño basado en el CARRERA Mikrogirder 10.000, ganador de la prestigiosa
Aiguille d'Or del Gran Premio de Relojería de Ginebra. Jack Heuer, Presidente de Honor de TAG Heuer, nieto del fundador y Consejero Delegado de la firma durante su época dorada de innovación, en los años 60 y 70, es homenajeado con esta espectacular edición inspirada por los cronómetros Heuer de doble mecanismo, que él mismo utilizó en los circuitos de carreras de todo el mundo. Sin embargo, los detalles técnicos son de última generación, con elementos prestados de la Fórmula 1 y la aeronáutica: bisel de acero de carburo de titanio negro, cepillado a mano y ultra pulido; caja de titanio y acero finamente cepillado y pulido con chorro de arena, taquímetro y pulsímetro en la esfera. El diseño de la innovadora caja asimétrica se basa en el CARRERA Mikrogirder, ligeramente inclinado en la parte superior, donde se sitúan la corona y los pulsadores del cronógrafo. El escudo de armas y la firma de Jack Heuer decoran el fondo de la caja de cristal de zafiro ahumado, a través de la cual puede verse el audaz movimiento del ‘Calibre 1887’. En todos los sentidos, un gran tributo a la singular visión de un pionero en tecnología y diseño.
Saludos