Vamos a ver, esto no es una herencia, es una donación...de esas que ahora están tan de moda en las "contabilidades paralelas"
Te explico cómo se hace:
Te acercas a algún compañero de trabajo y le cuentas lo aficionado que eres a las estilográficas (no digas plumas, y menos que entiendes de ... que eso puede tener significados diversos y puede dar lugar a equívocos nada aconsejables)
Sí por casualidad te dice: "yo también tengo una pluma por ahí pero apenas la uso..." pasas a la fase de acoso y derribo: "pues que pena" "pues las plumas se estropean de no usarlas" "pues con lo que me gusta coleccionar plumas" etc. Así un día y otro día. Ahí caben dos posibilidades, qué te diga que llevas razón y que gracias por animarle a volver a usarla (también me ha pasado alguna vez), o que diga que te la regala.
En el primer caso le retiras la palabra. No es un buen compañero, no te conviene su trato, seguro que es de los que quieren pasar por encima tuyo para trepar en la empresa....mala gente.
En el segundo, le agradeces el regalo y de paso le animas a buscar por su casa o la de sus padres, alguna otra pluma olvidada, a la que solícitamente te ofreces a adoptar desinteresadamente.
Espero que te haya servido el tutorial.
Un abrazo Iker.