mape
De la casa
Sin verificar
Phelps, ocho oros en Pekín 2008, Spitz, siete oros en Munich 1972. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o></o>
Vale.<o></o>
Gestas conocidas por todos.<o></o>
Pero qué me decís del hawaiano Duke Kahanamoku o del ruso Vladimir Salnikov.<o></o>
Ambos en su día, lograron su particular gesta. Recordada por muy pocos, lamentablemente.<o></o>
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Sobre Kahanamoku;<o></o>
Ganó su primer oro en Estocolomo en 1912 en los <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /><st1:metricconverter w:st="on" ProductID="100 metros">100 metros</st1:metricconverter> libres.
Pero para el recuerdo quedó la manera en como lo consiguió;
En la primera prueba eliminatoria, se tiró al agua bastante retrasado respecto a sus contrincantes. El público se rió de lo lindo –que patoso, dijeron-, pero gracias a su peculiar estilo, a la mitad de la carrera ya iba en cabeza. Terminó ganando y con nuevo récord en la modalidad.<o></o>
El mismo hecho sucedió en las restantes eliminatorias, hasta que llegó la final.<o></o>
En el momento de disputarse no estaba presente. Los jueces se disponían a eliminarlo, pero uno de los finalistas insistió en que debían esperarlo. Su tenacidad fue tal que convenció a los jueces en retrasar la prueba.<o></o>
Una vez presente Kahanamoku –se excusó en que confundió el horario- empezó la final.<o></o>
Se tiró al agua más tarde que sus rivales, pero al final ganó con suma facilidad la prueba.<o></o>
El australiano Cecil Healey fue segundo. El mismo que convenció a los jueces en retrasar la carrera.<o></o>
<o></o>
Ganó en total tres medallas en tantas olimpiadas, sí, sólo tres metales pero para la historia ha quedado su peculiar estilo, no practicado antes por desconocido: el crol.<o></o>
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De Salnikov y su inesperada gesta acontecida en Seúl en 1988, lo dejo para otro día
Vale.<o></o>
Gestas conocidas por todos.<o></o>
Pero qué me decís del hawaiano Duke Kahanamoku o del ruso Vladimir Salnikov.<o></o>
Ambos en su día, lograron su particular gesta. Recordada por muy pocos, lamentablemente.<o></o>
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Sobre Kahanamoku;<o></o>
Ganó su primer oro en Estocolomo en 1912 en los <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /><st1:metricconverter w:st="on" ProductID="100 metros">100 metros</st1:metricconverter> libres.
Pero para el recuerdo quedó la manera en como lo consiguió;
En la primera prueba eliminatoria, se tiró al agua bastante retrasado respecto a sus contrincantes. El público se rió de lo lindo –que patoso, dijeron-, pero gracias a su peculiar estilo, a la mitad de la carrera ya iba en cabeza. Terminó ganando y con nuevo récord en la modalidad.<o></o>
El mismo hecho sucedió en las restantes eliminatorias, hasta que llegó la final.<o></o>
En el momento de disputarse no estaba presente. Los jueces se disponían a eliminarlo, pero uno de los finalistas insistió en que debían esperarlo. Su tenacidad fue tal que convenció a los jueces en retrasar la prueba.<o></o>
Una vez presente Kahanamoku –se excusó en que confundió el horario- empezó la final.<o></o>
Se tiró al agua más tarde que sus rivales, pero al final ganó con suma facilidad la prueba.<o></o>
El australiano Cecil Healey fue segundo. El mismo que convenció a los jueces en retrasar la carrera.<o></o>
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Ganó en total tres medallas en tantas olimpiadas, sí, sólo tres metales pero para la historia ha quedado su peculiar estilo, no practicado antes por desconocido: el crol.<o></o>
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De Salnikov y su inesperada gesta acontecida en Seúl en 1988, lo dejo para otro día