Tienes que ejercer un plan preciso y llevarlo hasta las últimas consecuencias, poniendo cara de poker mientras dure el proceso de concienciación.
Pasos propuestos.
1.- Durante, por lo menos, el último año te has comportado como un superheroe en el trabajo y como Richard Gere en Oficial y Caballero con tu parienta. Por lo que es lógico que esperes una recompensa.
2.- Sutilmente le cuentas que, en casos de abnegación similares, es frecuente que la esposa tenga un detalle con su esposo. Detalla algunos ejemplos reales, cinematográficos o directamente inventados que ilustren tamaña generosidad femenina. "Todo por la causa."
3.- A ti. lo que te haría más ilusión es
Opción A (el precio). Un Rolex Daytona o Un IWC portuguese. Si va con oro rosa, puntúa doble.
Opción B (la estética) En verdad siempre te has muerto por el reloj que, según sus gustos, le horrorizará más verlo en casa.
4.- Insiste hasta la saciedad que mereces la opción elegida.
5.- Al final, y solo al final, cuando crea que no te vas a sacar de la cabeza ese reloj demasiado caro, o demasiado "particular", te descuelgas diciendo algo así como: Hay uno por ahí, un tal Junghans Max Bill, que, en fin, no está mal.
6.- Sírvase cada paso con cava, gin tónic o la bebida alcohólica preferida de la señora. Si no bebe, con su adicción favorita, aunque sea un lote de DVD's con sus culebrones favoritos.
Suerte.