Después de sucesivos quebrantos y desfalcos, que gobiernos de diversa extracción, generaron sobre el sistema de pensiones que siempre había estado en manos del Estado; durante la presidencia de Carlos Menem se decide incorporar la pensión privada como una opción. Se crean las AFJP que serían las administradoras de estos fondos cuyos únicos propietarios son los aportantes. Este sistema rápidamente dió claras señales de inviabilidad. Hace ya varios años que muchos de los que habían optado por la pensión privada, al ver los magros rendimientos, decidieron retornar al sistema estatal. Sin duda, el derrumbe de la arquitectura financiera mundial, impacta negativamente sobre un sistema que vió la luz en plena etapa de expansión del "carnaval especulativo" de los 90', aderezado con condimentos locales que van desde altísimos niveles de corrupción en las más altos niveles de funcionarios, hasta la innegable connivencia de los grupos inversores con esos funcionarios que obtenían de esta forma condiciones de rendimiento para sus inversiones, impensables en los mercados de sus países de origen.
El actual gobierno ha decidido poner fin al sistema de pensiones privado(sistema en el que el Estado llegaba a aportar en algunos casos hasta el 80% del monto percibido por el pensionista!!!!!). Pero el problema no reside en la medida en sí, sino en que esta medida llega en un momento en el que el gobierno está asfixiado por la falta de fondos y ve claramente que se diluyen sus previsiones de ingresos por el derrumbe de los precios de las materias primas(que es lo que Argentina exporta).
El gobierno necesita financiación. Primero lo intentó queriendo aumentar los tributos que pagan las exportaciones agropecuarias y ahora mediante la nacionalización de los fondos de las pensiones privadas.
La respuesta del mercado no se hizo esperar, la bolsa de BA cayó como nunca en su historia y esta situación se contagió a la Bolsa de Madrid porque una parte sustantiva de las ganancias de empresas como Repsol, BBVA, Santander, Telefónica, etc provienen del mercado sudamericano en general y argentino en particular. Probablemente estas bajadas sean "ataques" a la estabilidad de un gobierno que a pesar de sus probables buenas intenciones, no ha dado muestras hasta ahora, ni de trasparencia en la gestión, ni de disposición al diálogo, ni ha hecho nada por mejorar la calidad institucional, ni ha estado a la altura de las circunstancias en un contexto internacional que, por favorable, es una oportunidad única para un país como la Argentina. Nuevamente pasa el tren y nosotros sin subirnos, porque no hay más responsables que nosotros mismos: el pueblo y los gobernantes que elegimos.
Cuánto dolor..................
PD: Perdón por el tocho, pero es que me caliento.............