Catilina
Milpostista
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Hace unos días explicaba cómo me molestaban algunas cosas del Mudmaster, principalmente el uso del Smart Access a través de la corona, algo que solo hace lenta, incómoda y poco atractiva la programación de las funciones en un ana-digi, además de la manera de (no) mostrar el segundo uso horario.
Pero también decía que me estaba enamorando del reloj.
He usado el Muddie como reloj principal durante dos semanas, una prueba que me obligo a llevar a cabo con la mayoría de mis relojes nuevos, y puedo asegurar que el tamaño y contundencia del reloj hacen que cuando hace calor o uno lo lleva mucho tiempo puesto se note y resulte un alivio quitárselo.
Sin embargo me apena más quitármelo de lo que refresca mi muñeca.
Me he enamorado del reloj y he descubierto exactamente cómo y por qué .
El Mudmaster es el Panerari de Casio, y la manera de amarlo es igual.
El Mudmaster provoca al amante de la relojería tecnológica las mismas sensaciones que Panerai a quien ama la tradicional. Al principio no entiendes que guste y te parece algo así como una parodia, lo lógico es que no te guste. Pero en un momento determinado…
..Resulta que te encanta, que te ha encantado, por cosas que antes te parecían negativas: su tamaño, lo adoras ¡tiene que ser grande! Aunque el resto de tus relojes sean de 40 mm no quieres que tu Panerai sea pequeño. El Mudmaster como los Pam tienen su sentido y personalidad como reloj desmedido que al mirarlo te digas a ti mismo “qué exageración, qué bonito”.
El Mudmaster es como la nariz de Cyrano, sin su tamaño nada tendría sentido. Nada habría pasado. Cyrano debe ser excesivo en todo y con ello único para que su nariz sea un detalle, como el Mudmaster.
El Mudmaster es el Panerai de Iron Man, de Optimus Prime, como decía un compañero. Es el reloj que se pone Ultrón para ir al Casino en sus noche canallas.
También el dial, con sus índices y números enormes y en relieve (12, 3 y 6 completos, el 9 “cortado” y el resto índices largos dirigidos al centro del reloj ¿de verdad me quieren poner taaaan fácil esta comparación imposible entre relojes que a algunos le parecerán incomparables). El dial produce sensaciones equivalentes de personalidad a las que evocan los diales sándwich de los Pam, aunque aquí la esencia Muddie esté más en lo “salchichero”. En realidad es una inversión perfecta que aún los hace más identificables entre sí.
La sensación de la gruesa correa y con su gran hebilla doble, los botones tan grandes respecto a otros botones de Casio como la leva sobre la corona de los Pam.
Y esa sensación de “qué le voy a hacer, me encanta”. No sé si me encanta que me encante, pero me encanta igualmente.
Un reloj con magia.
El lado oscuro del lado oscuro.
La belleza de lo imposible.
El sentimiento esencial que nos une y nos diferencia a los relojistas, que nos hace entendernos perfectamente y no estar de acuerdo en nada, atravesando las razones como un rayo que fulmina el corazón y le hace palpitar diciéndote desde más allá de donde la razón habla: “¿Dónde estuviste el resto de mi vida? No te desprendas de mi muñeca.”
Si es que hasta hace tic-tac
No puedes comprarlo con la cabeza, para eso está el Rangeman.
Cómpralo sólo si tienes que hacerlo y no lo entiendes, entonces habrás acertado.
Pero también decía que me estaba enamorando del reloj.
He usado el Muddie como reloj principal durante dos semanas, una prueba que me obligo a llevar a cabo con la mayoría de mis relojes nuevos, y puedo asegurar que el tamaño y contundencia del reloj hacen que cuando hace calor o uno lo lleva mucho tiempo puesto se note y resulte un alivio quitárselo.
Sin embargo me apena más quitármelo de lo que refresca mi muñeca.
Me he enamorado del reloj y he descubierto exactamente cómo y por qué .
El Mudmaster es el Panerari de Casio, y la manera de amarlo es igual.
El Mudmaster provoca al amante de la relojería tecnológica las mismas sensaciones que Panerai a quien ama la tradicional. Al principio no entiendes que guste y te parece algo así como una parodia, lo lógico es que no te guste. Pero en un momento determinado…
..Resulta que te encanta, que te ha encantado, por cosas que antes te parecían negativas: su tamaño, lo adoras ¡tiene que ser grande! Aunque el resto de tus relojes sean de 40 mm no quieres que tu Panerai sea pequeño. El Mudmaster como los Pam tienen su sentido y personalidad como reloj desmedido que al mirarlo te digas a ti mismo “qué exageración, qué bonito”.
El Mudmaster es como la nariz de Cyrano, sin su tamaño nada tendría sentido. Nada habría pasado. Cyrano debe ser excesivo en todo y con ello único para que su nariz sea un detalle, como el Mudmaster.
El Mudmaster es el Panerai de Iron Man, de Optimus Prime, como decía un compañero. Es el reloj que se pone Ultrón para ir al Casino en sus noche canallas.
También el dial, con sus índices y números enormes y en relieve (12, 3 y 6 completos, el 9 “cortado” y el resto índices largos dirigidos al centro del reloj ¿de verdad me quieren poner taaaan fácil esta comparación imposible entre relojes que a algunos le parecerán incomparables). El dial produce sensaciones equivalentes de personalidad a las que evocan los diales sándwich de los Pam, aunque aquí la esencia Muddie esté más en lo “salchichero”. En realidad es una inversión perfecta que aún los hace más identificables entre sí.
La sensación de la gruesa correa y con su gran hebilla doble, los botones tan grandes respecto a otros botones de Casio como la leva sobre la corona de los Pam.
Y esa sensación de “qué le voy a hacer, me encanta”. No sé si me encanta que me encante, pero me encanta igualmente.
Un reloj con magia.
El lado oscuro del lado oscuro.
La belleza de lo imposible.
El sentimiento esencial que nos une y nos diferencia a los relojistas, que nos hace entendernos perfectamente y no estar de acuerdo en nada, atravesando las razones como un rayo que fulmina el corazón y le hace palpitar diciéndote desde más allá de donde la razón habla: “¿Dónde estuviste el resto de mi vida? No te desprendas de mi muñeca.”
Si es que hasta hace tic-tac
No puedes comprarlo con la cabeza, para eso está el Rangeman.
Cómpralo sólo si tienes que hacerlo y no lo entiendes, entonces habrás acertado.
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