M
Meveo
Forer@ Senior
Sin verificar
Hola, llevo muchos años leyendo el foro, pero nunca me había visto en la necesidad de entrar en él. Lo curioso es que yo os leía por los relojes, guiado por el título general del portal (Relojes Especiales) y he acabado entrando en él por las estilográficas.
Soy aficionado a la relojería, como la mayoría de vosotros a la relojería mecánica. No me atrevería a llamarame coleccionista porque estos son palabras mayores, sólo tengo unos treinta y pocos relojes de pulsera, media docena de bolsillo y seis relojes de pared; todos de escaso valor económico, pero valiosos para mi. Muchos de ellos los he restaurado yo mismo, otros mandado restaurar o reparar, simplemente por eso, porque me gustan las máquinas y me emociona darles una segunda oportunidad a aquellas que han caido en el olvido pero que un día fueron el objeto de deseo de otra persona. Todas tienen sus huellas del uso y del tiempo y eso las hace importantes e interesantes.
Con las plumas estilográficas pasa otro tanto aunque en menor proporción. Plumas tengo muchas menos, pero me apasiona el escribir con un mecanismo tan sensible y que requiere tanta atención y cuidados. Por oposición al boligrafo, escribir a pluma constituye en un placer para mi. Convierte cualquier párafo, por trivial que fuere su contenido, en algo tan personal como una firma o como una confesión. Parece que las palabras cobraran alma al ser escritas con pluma. La más miserable pluma china, cobra un especial interés si le he pulido el plumín para que no rasque, o para que escriba más fino o si le he pulimentado la resina o el celuloide y la he devuelto al mundo de los objetos preciosos.
Bueno. No me extiendo más. Un saludo a todos.
Soy aficionado a la relojería, como la mayoría de vosotros a la relojería mecánica. No me atrevería a llamarame coleccionista porque estos son palabras mayores, sólo tengo unos treinta y pocos relojes de pulsera, media docena de bolsillo y seis relojes de pared; todos de escaso valor económico, pero valiosos para mi. Muchos de ellos los he restaurado yo mismo, otros mandado restaurar o reparar, simplemente por eso, porque me gustan las máquinas y me emociona darles una segunda oportunidad a aquellas que han caido en el olvido pero que un día fueron el objeto de deseo de otra persona. Todas tienen sus huellas del uso y del tiempo y eso las hace importantes e interesantes.
Con las plumas estilográficas pasa otro tanto aunque en menor proporción. Plumas tengo muchas menos, pero me apasiona el escribir con un mecanismo tan sensible y que requiere tanta atención y cuidados. Por oposición al boligrafo, escribir a pluma constituye en un placer para mi. Convierte cualquier párafo, por trivial que fuere su contenido, en algo tan personal como una firma o como una confesión. Parece que las palabras cobraran alma al ser escritas con pluma. La más miserable pluma china, cobra un especial interés si le he pulido el plumín para que no rasque, o para que escriba más fino o si le he pulimentado la resina o el celuloide y la he devuelto al mundo de los objetos preciosos.
Bueno. No me extiendo más. Un saludo a todos.