B
barista
Visitante
Buenos días amigas y amigos del Foro Estilográficas
Un gusto saludarlos
Para quién no es de aquí, viajar en un tren argentino es una experiencia asombrosa y con ribetes surrealistas. Tengo una amiga sueca, llamada Ute Birgit, que cuando viene a la Argentina quiere viajar en tren y comprar cosas en él: desde chipá ( especie de rosca de harina de maíz y queso ), calcetines, caramelos, collares de perros, libros, CDs, DVDs, chips de móviles truchos, artículos escolares, herramientas, juguetes, candados, sandalias, ojotas, aspirinas y calmantes musculares; tónicos o pócimas de lo mas extrañas...
A Ute, en particular, le gusta ir hasta la estación de Temperley ( 8 andenes ) donde se desarrollaba un ritual: las personas que debían tomar tren, tenían que estar encaramadas en un desvencijado puente para ver en qué andén pararía el que entraba en la estación. Tú podías ver cómo las personas corrían de un lado a otro de los andenes, bajando y subiendo escalones, tratando de adivinar donde pararía el tren que los llevaría a casa...
Ya no está ese caótico amasijo de usuarios ferroviarios: la estación se ha modernizado y por medio de un tablero electrónico tú ya sabes dónde parará la formación que esperas. La última vez que vino Ute Birgit viajamos en tren. Compramos helado, chocolates, alfajores ( unas masas rellenas con dulce ), unas revistas de crucigramas, un collar para su perro, unos anillos de acero quirúrgico... y unos artículos escolares.
Me he comprado - por un euro - dos roller chinas y tres simpatiquísimas y originales gomas de borrar con motivo de Garfield y que tienen forma de portamina... ( Ay, Gabriela, tienes 48... ).
Aquí está la compra eurista...
Como no podía ser de otra manera, las gomas y los roller están acompañados por dos sacapuntas Die Cast y un Breitling Geneve.
Buena jornada y gracias por leer
serengenge72013
Un gusto saludarlos
Para quién no es de aquí, viajar en un tren argentino es una experiencia asombrosa y con ribetes surrealistas. Tengo una amiga sueca, llamada Ute Birgit, que cuando viene a la Argentina quiere viajar en tren y comprar cosas en él: desde chipá ( especie de rosca de harina de maíz y queso ), calcetines, caramelos, collares de perros, libros, CDs, DVDs, chips de móviles truchos, artículos escolares, herramientas, juguetes, candados, sandalias, ojotas, aspirinas y calmantes musculares; tónicos o pócimas de lo mas extrañas...
A Ute, en particular, le gusta ir hasta la estación de Temperley ( 8 andenes ) donde se desarrollaba un ritual: las personas que debían tomar tren, tenían que estar encaramadas en un desvencijado puente para ver en qué andén pararía el que entraba en la estación. Tú podías ver cómo las personas corrían de un lado a otro de los andenes, bajando y subiendo escalones, tratando de adivinar donde pararía el tren que los llevaría a casa...
Ya no está ese caótico amasijo de usuarios ferroviarios: la estación se ha modernizado y por medio de un tablero electrónico tú ya sabes dónde parará la formación que esperas. La última vez que vino Ute Birgit viajamos en tren. Compramos helado, chocolates, alfajores ( unas masas rellenas con dulce ), unas revistas de crucigramas, un collar para su perro, unos anillos de acero quirúrgico... y unos artículos escolares.
Me he comprado - por un euro - dos roller chinas y tres simpatiquísimas y originales gomas de borrar con motivo de Garfield y que tienen forma de portamina... ( Ay, Gabriela, tienes 48... ).
Aquí está la compra eurista...
Como no podía ser de otra manera, las gomas y los roller están acompañados por dos sacapuntas Die Cast y un Breitling Geneve.
Buena jornada y gracias por leer
serengenge72013