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Hoy se cumplen 100 años de la batalla de Annual, el comienzo de "el desastre de Annual" que conmocionó a España.

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La mañana del día 22 de julio de 1921 era el momento que el general Silvestre, tras múltiples dudas, había decidido para evacuar en apresurada retirada el campamento de Annual, la base de su aventurada incursión a 130 km al oeste de Melilla en el entonces protectorado español de Marruecos. El día anterior había caído la posición de Ibarguiben, avanzada a 6 km ocupada el 7 de junio y continuamente hostilizada por las harkas rebeldes hasta su caída el día anterior tras heroica resistencia. La columna enviada en su socorro fue inmovilizada por un nutrido fuego enemigo que le produjo cuantiosas bajas y entonces, ante la imposibilidad de socorrerles, se mandó orden a Ibarguiben de evacuar y retirarse a Annual, pero los rifeños ya habían llegado a las alambradas y se disponían para el asalto. El último mensaje enviado mediante heliógrafo desde la posición decía: "Solo quedan 12 cargas de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos, y al duodécimo disparo, fuego sobre nosotros; pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición".

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De 247 efectivos sólo regresaron 36 y no sabían que aún les espera lo peor. El asalto de los rifeños fue a degüello con sus gumias pero hubo algunos supervivientes tomados como prisioneros, entre ellos el teniente Casado Escudero que se extraña de ser tan bien tratado y curado de sus heridas. Cuando se entera de que ello es porque se espera de él que les enseñe a manejar la pieza artillera se deja morir de hambre.

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La noche del 21 al 22 el general Silvestre, capitán general de Melilla, ya es totalmente consciente de la situación: tiene unos 4.000 hombres acampados en Annual de los cuales unos 400 son nativos son de dudosa lealtad y más hombres en varias posiciones intermedias. Están rodeados, por ahora, por unos 9.000 rifeños de distintas harkas unificadas por un líder: Abd-el-Krim. Por una vez el enemigo está bien organizado y dirigido. Según la doctrina militar clásica el éxito de un asalto se garantiza con la relación 5 a 1, y nunca debe de hacerse con menos de 2 a 1. Los rifeños están habituados al rifle desde jóvenes y están exaltados y enloquecidos, los españoles son jóvenes de reemplazo, mal entrenados, desmotivados y asustados. Cada combatiente rifeño es efectivo como 3 españoles; cañones y ametralladoras, varias fuera de uso, no compensan la diferencia y la munición escasea para una intensidad de enfrentamiento que no se esperaba. Hace dos días Silvestre había telegrafiado al ministro de la Guerra pidiéndole urgentemente 30.000 proyectiles de cañón. Ahora se da cuenta de que en Annual puede pasar lo mismo que en Iberguiben multiplicado por 15. Decide la retirada durante la mañana perdiendo la oportunidad de hacerlo por sorpresa durante la noche.

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¿Por qué atacan los rifeños? Abd-el-Krim había enviado mensajes al coronel Morales, el jefe de las tropas indígenas y hombre respetado: "Los españoles no deben de cruzar el río Amekrán o habrá guerra". Por los zocos y mezquitas se propaga la supuesta maldición coránica contra los cristianos "Cuando los españoles lleguen al río Amekrán sus aguas se teñirán con su sangre".
Lamentablemente la maldición se iba a cumplir: Abarrán está rebasado el río Amekrán y Abd-el-Krim había mandado masacrar Abarrán el mismo día de su ocupación, el día 1 de junio. Desde entonces las harkas estaban imparables, querían botín y guerra.

Entre la oficialidad las posiciones aún son encontradas. Unos optan por resistir hasta recibir refuerzos o hasta la muerte heroica, otros por la retirada y Silvestre aún duda, esas dudas se disipan sobre las 10 horas al recibir noticias de la llegada de cinco columnas enemigas en formación. Se dan las órdenes precipitadamente para evacuar las posiciones circundantes, disparar la munición artillera que se pueda, inutilizar las piezas, dar salida primero a la columna de heridos. Mientras arrecia el paqueo enemigo, que en un sector ya tiene trincheras a 300 metros. Reina la confusión, unos se estorban a otros, hay órdenes y contraórdenes y el caos es monumental. La policía indígena huye. Algunos oficiales han cargado sus maletas en los coches y vergonzosamente huyen por su cuenta a Melilla desmoralizando a la tropa. Es ya mediodía y apenas están saliendo las columnas. El enemigo se apercibe y comienza los asaltos invadiendo el campamento. Se comunica que el general Silvestre se ha disparado un tiro.

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El objetivo de la retirada es Ben-Tieb y después la fortificación de Dar Drius, junto al río Kert, a unos 35 km., allí hay agua y se pueden esperar los refuerzos de la península, pero hay que atravesar el desfiladero de Izummar por una estrechez de poco más que un sendero. El comandante Villar y sus policías indígenas aún leales protegerán el paso, pero éste ya ha sido tomado por algunos rebeldes y los reciben con disparos.

La desbandada ya es general, las harkas ocupan Annual y se dedican a rematar a los heridos y al botín, al poco comenzarán la persecución. En estos momentos se producen por parte española tanto actos heroicos como de extrema cobardía: unos plantan cara resistiendo hasta la muerte para que los demás huyan; otros descabalgan a los heridos de las mulas para subirse ellos. En desorden y caos absolutos, tirando fusiles y macutos, en grupos aislados o columnas en desbandada, tiroteados, heridos y aterrados los supervivientes consiguen llegar por la tarde a Dar Drius. Otros muchos, masacrados y rematados, quedan sembrando el camino.

El general Navarro, que se encuentra en Melilla y ya conoce las noticias, decide salir hacia el frente e intercepta el coche de Silvestre que volvía en huida con el hijo del general. Gracias a ello consigue llegar a Dar Drius a las 17:30 y comienza a poner orden en un campamento desbordado.

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Estaba acabando el primero de diecinueve días de horror.

texto: ©Cuántico. Licencia: Creative Commons
imágenes: Wikimedia, todocoleccion.net, elcorreodepozuelo.com y diversas fuentes.

Bibliografía:
EL DESASTRE DE ANNUAL
Gerardo Muñoz Lorente
MORIR EN AFRICA: LA EPOPEYA DE LOS SOLDADOS ESPAÑOLES EN EL DESASTRE DE ANNUAL
Luis Miguel Francisco
EL EXPEDIENTE PICASSO: LAS SOMBRAS DE ANNUAL (2ª ED.)
Juan Picasso González
LAS IMÁGENES DEL DESASTRE. ANNUAL 1921.
Antonio Carrasco García
novela Imán, de Ramón J. Sender
 

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La mañana del día 22 de julio de 1921 era el momento que el general Silvestre, tras múltiples dudas, había decidido para evacuar en apresurada retirada el campamento de Annual, la base de su aventurada incursión a 130 km al oeste de Melilla en el entonces protectorado español de Marruecos. El día anterior había caído la posición de Ibarguiben, avanzada a 6 km ocupada el 7 de junio y continuamente hostilizada por las harkas rebeldes hasta su caída el día anterior tras heroica resistencia. La columna enviada en su socorro fue inmovilizada por un nutrido fuego enemigo que le produjo cuantiosas bajas y entonces, ante la imposibilidad de socorrerles, se mandó orden a Ibarguiben de evacuar y retirarse a Annual, pero los rifeños ya habían llegado a las alambradas y se disponían para el asalto. El último mensaje enviado mediante heliógrafo desde la posición decía: "Solo quedan 12 cargas de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos, y al duodécimo disparo, fuego sobre nosotros; pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición".

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De 247 efectivos sólo regresaron 36 y no sabían que aún les espera lo peor. El asalto de los rifeños fue a degüello con sus gumias pero hubo algunos supervivientes tomados como prisioneros, entre ellos el teniente Casado Escudero que se extraña de ser tan bien tratado y curado de sus heridas. Cuando se entera de que ello es porque se espera de él que les enseñe a manejar la pieza artillera se deja morir de hambre.

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La noche del 21 al 22 el general Silvestre, capitán general de Melilla, ya es totalmente consciente de la situación: tiene unos 4.000 hombres acampados en Annual de los cuales unos 400 son nativos son de dudosa lealtad y más hombres en varias posiciones intermedias. Están rodeados, por ahora, por unos 9.000 rifeños de distintas harkas unificadas por un líder: Abd-el-Krim. Por una vez el enemigo está bien organizado y dirigido. Según la doctrina militar clásica el éxito de un asalto se garantiza con la relación 5 a 1, y nunca debe de hacerse con menos de 2 a 1. Los rifeños están habituados al rifle desde jóvenes y están exaltados y enloquecidos, los españoles son jóvenes de reemplazo, mal entrenados, desmotivados y asustados. Cada combatiente rifeño es efectivo como 3 españoles; cañones y ametralladoras, varias fuera de uso, no compensan la diferencia y la munición escasea para una intensidad de enfrentamiento que no se esperaba. Hace dos días Silvestre había telegrafiado al ministro de la Guerra pidiéndole urgentemente 30.000 proyectiles de cañón. Ahora se da cuenta de que en Annual puede pasar lo mismo que en Iberguiben multiplicado por 15. Decide la retirada durante la mañana perdiendo la oportunidad de hacerlo por sorpresa durante la noche.

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¿Por qué atacan los rifeños? Abd-el-Krim había enviado mensajes al coronel Morales, el jefe de las tropas indígenas y hombre respetado: "Los españoles no deben de cruzar el río Amekrán o habrá guerra". Por los zocos y mezquitas se propaga la supuesta maldición coránica contra los cristianos "Cuando los españoles lleguen al río Amekrán sus aguas se teñirán con su sangre".
Lamentablemente la maldición se iba a cumplir: Abarrán está rebasado el río Amekrán y Abd-el-Krim había mandado masacrar Abarrán el mismo día de su ocupación, el día 1 de junio. Desde entonces las harkas estaban imparables, querían botín y guerra.

Entre la oficialidad las posiciones aún son encontradas. Unos optan por resistir hasta recibir refuerzos o hasta la muerte heroica, otros por la retirada y Silvestre aún duda, esas dudas se disipan al recibir noticias de la llegada de cinco columnas enemigas en formación. Se dan las órdenes precipitadamente para evacuar las posiciones circundantes, disparar la munición artillera que se pueda, inutilizar las piezas, dar salida primero a la columna de heridos. Mientras arrecia el paqueo enemigo, en un sector ya tienen trincheras a 300 metros. Reina la confusión, unos se estorban a otros, hay órdenes y contraórdenes y el caos es monumental. La policía indígena huye. Algunos oficiales han cargado sus maletas en los coches y vergonzosamente huyen por su cuenta a Melilla desmoralizando a la tropa. Es ya mediodía y apenas están saliendo las columnas. El enemigo se apercibe y comienza los asaltos invadiendo el campamento. Se comunica que el general Silvestre se ha disparado un tiro.

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El objetivo de la retirada es Ben-Tieb y después la fortificación de Dar Drius, junto al río Kert, a unos 35 km., allí hay agua y se pueden esperar los refuerzos de la península, pero hay que atravesar el desfiladero de Izummar por una estrechez de poco más que un sendero. El comandante Villar y sus policías indígenas aún leales protegerán el paso, pero éste ya ha sido tomado por algunos rebeldes y los reciben con disparos.

La desbandada ya es general, las harkas ocupan Annual y se dedican a rematar a los heridos y al botín, al poco comenzarán la persecución. En estos momentos se producen por parte española tanto actos heroicos como de extrema cobardía: unos plantan cara resistiendo hasta la muerte para que los demás huyan; otros descabalgan a los heridos de las mulas para subirse ellos. En desorden y caos absolutos, tirando fusiles y macutos, en grupos aislados o columnas en desbandada, aterrados, masacrados y rematados, los supervivientes consiguen llegar por la tarde a Dar Drius.

El general Navarro, que se encuentra en Melilla y ya conoce las noticias, decide salir hacia el frente e intercepta el coche de Silvestre que volvía en huida con el hijo del general. Gracias a ello consigue llegar a Dar Drius a las 17:30 y comienza a poner orden en un campamento desbordado.

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Estaba acabando el primero de diecinueve días de horror.

texto: ©Cuántico. Licencia: Creative Commons
imágenes: Wikimedia, todocoleccion.net, elcorreodepozuelo.com y diversas fuentes.

Bibliografía:
EL DESASTRE DE ANNUAL
Gerardo Muñoz Lorente
MORIR EN AFRICA: LA EPOPEYA DE LOS SOLDADOS ESPAÑOLES EN EL DESASTRE DE ANNUAL
Luis Miguel Francisco
EL EXPEDIENTE PICASSO: LAS SOMBRAS DE ANNUAL (2ª ED.)
Juan Picasso González
LAS IMÁGENES DEL DESASTRE. ANNUAL 1921.
Antonio Carrasco García
novela Imán, de Ramón J. Sender
Estupendo hilo, felicidades, y me alegra que hayas recogido el testigo, saludos.
 
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No sabía de estar hecho histórico con tanto detalle.

Agradecerte enormemente que la hayas compartido con nosotros, destacando lo mejor y peor del ser humano.
 
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Imprescindible el libro de Manuel Leguineche......
 
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Imprescindible el libro de Manuel Leguineche......
Y el de Jorge Martínez Reverte. Son libros, que a diferencia de los que cito, no he leído y no he usado para documentarme. Salud.
 
Estupendo hilo, felicidades, y me alegra que hayas recogido el testigo, saludos.
Gracias, pero no he recogido el testigo 😅 Es una intervención puntual dada la relevancia del hecho. Salud.
 
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La mañana del día 22 de julio de 1921 era el momento que el general Silvestre, tras múltiples dudas, había decidido para evacuar en apresurada retirada el campamento de Annual, la base de su aventurada incursión a 130 km al oeste de Melilla en el entonces protectorado español de Marruecos. El día anterior había caído la posición de Ibarguiben, avanzada a 6 km ocupada el 7 de junio y continuamente hostilizada por las harkas rebeldes hasta su caída el día anterior tras heroica resistencia. La columna enviada en su socorro fue inmovilizada por un nutrido fuego enemigo que le produjo cuantiosas bajas y entonces, ante la imposibilidad de socorrerles, se mandó orden a Ibarguiben de evacuar y retirarse a Annual, pero los rifeños ya habían llegado a las alambradas y se disponían para el asalto. El último mensaje enviado mediante heliógrafo desde la posición decía: "Solo quedan 12 cargas de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos, y al duodécimo disparo, fuego sobre nosotros; pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición".

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De 247 efectivos sólo regresaron 36 y no sabían que aún les espera lo peor. El asalto de los rifeños fue a degüello con sus gumias pero hubo algunos supervivientes tomados como prisioneros, entre ellos el teniente Casado Escudero que se extraña de ser tan bien tratado y curado de sus heridas. Cuando se entera de que ello es porque se espera de él que les enseñe a manejar la pieza artillera se deja morir de hambre.

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La noche del 21 al 22 el general Silvestre, capitán general de Melilla, ya es totalmente consciente de la situación: tiene unos 4.000 hombres acampados en Annual de los cuales unos 400 son nativos son de dudosa lealtad y más hombres en varias posiciones intermedias. Están rodeados, por ahora, por unos 9.000 rifeños de distintas harkas unificadas por un líder: Abd-el-Krim. Por una vez el enemigo está bien organizado y dirigido. Según la doctrina militar clásica el éxito de un asalto se garantiza con la relación 5 a 1, y nunca debe de hacerse con menos de 2 a 1. Los rifeños están habituados al rifle desde jóvenes y están exaltados y enloquecidos, los españoles son jóvenes de reemplazo, mal entrenados, desmotivados y asustados. Cada combatiente rifeño es efectivo como 3 españoles; cañones y ametralladoras, varias fuera de uso, no compensan la diferencia y la munición escasea para una intensidad de enfrentamiento que no se esperaba. Hace dos días Silvestre había telegrafiado al ministro de la Guerra pidiéndole urgentemente 30.000 proyectiles de cañón. Ahora se da cuenta de que en Annual puede pasar lo mismo que en Iberguiben multiplicado por 15. Decide la retirada durante la mañana perdiendo la oportunidad de hacerlo por sorpresa durante la noche.

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¿Por qué atacan los rifeños? Abd-el-Krim había enviado mensajes al coronel Morales, el jefe de las tropas indígenas y hombre respetado: "Los españoles no deben de cruzar el río Amekrán o habrá guerra". Por los zocos y mezquitas se propaga la supuesta maldición coránica contra los cristianos "Cuando los españoles lleguen al río Amekrán sus aguas se teñirán con su sangre".
Lamentablemente la maldición se iba a cumplir: Abarrán está rebasado el río Amekrán y Abd-el-Krim había mandado masacrar Abarrán el mismo día de su ocupación, el día 1 de junio. Desde entonces las harkas estaban imparables, querían botín y guerra.

Entre la oficialidad las posiciones aún son encontradas. Unos optan por resistir hasta recibir refuerzos o hasta la muerte heroica, otros por la retirada y Silvestre aún duda, esas dudas se disipan sobre las 10 horas al recibir noticias de la llegada de cinco columnas enemigas en formación. Se dan las órdenes precipitadamente para evacuar las posiciones circundantes, disparar la munición artillera que se pueda, inutilizar las piezas, dar salida primero a la columna de heridos. Mientras arrecia el paqueo enemigo, que en un sector ya tiene trincheras a 300 metros. Reina la confusión, unos se estorban a otros, hay órdenes y contraórdenes y el caos es monumental. La policía indígena huye. Algunos oficiales han cargado sus maletas en los coches y vergonzosamente huyen por su cuenta a Melilla desmoralizando a la tropa. Es ya mediodía y apenas están saliendo las columnas. El enemigo se apercibe y comienza los asaltos invadiendo el campamento. Se comunica que el general Silvestre se ha disparado un tiro.

Ver el archivos adjunto 2270878

El objetivo de la retirada es Ben-Tieb y después la fortificación de Dar Drius, junto al río Kert, a unos 35 km., allí hay agua y se pueden esperar los refuerzos de la península, pero hay que atravesar el desfiladero de Izummar por una estrechez de poco más que un sendero. El comandante Villar y sus policías indígenas aún leales protegerán el paso, pero éste ya ha sido tomado por algunos rebeldes y los reciben con disparos.

La desbandada ya es general, las harkas ocupan Annual y se dedican a rematar a los heridos y al botín, al poco comenzarán la persecución. En estos momentos se producen por parte española tanto actos heroicos como de extrema cobardía: unos plantan cara resistiendo hasta la muerte para que los demás huyan; otros descabalgan a los heridos de las mulas para subirse ellos. En desorden y caos absolutos, tirando fusiles y macutos, en grupos aislados o columnas en desbandada, tiroteados, heridos y aterrados los supervivientes consiguen llegar por la tarde a Dar Drius. Otros muchos, masacrados y rematados, quedan sembrando el camino.

El general Navarro, que se encuentra en Melilla y ya conoce las noticias, decide salir hacia el frente e intercepta el coche de Silvestre que volvía en huida con el hijo del general. Gracias a ello consigue llegar a Dar Drius a las 17:30 y comienza a poner orden en un campamento desbordado.

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Bibliografía:
EL DESASTRE DE ANNUAL
Gerardo Muñoz Lorente
MORIR EN AFRICA: LA EPOPEYA DE LOS SOLDADOS ESPAÑOLES EN EL DESASTRE DE ANNUAL
Luis Miguel Francisco
EL EXPEDIENTE PICASSO: LAS SOMBRAS DE ANNUAL (2ª ED.)
Juan Picasso González
LAS IMÁGENES DEL DESASTRE. ANNUAL 1921.
Antonio Carrasco García
novela Imán, de Ramón J. Sender


Apreciado compañero, me aprovecho de la ocasión, y con tu permiso y el del foro voy a intentar aportar un grano de arena a tan buen hilo.
He leído en la revista "Historias de la Historia" de la cual soy subscriptor, y os la recomiendo, un artículo firmado por Javier Sanz,, donde incluye un relato contado por Arturo Pérez-Reverte al que Javier Sanz ha incluido imágenes de nuestro gran pintor Augusto Ferrer-Dalmau, que me gustaría publicarlo como apéndice al tuyo.
Se trata de recordar y homenajear la actuación del Regimiento de Alcántara, que si no lo llego a leer en la revista, no me hubiera enterado nunca, y compañer@s del foro es uno de los episodios de la historia de España, que desgraciadamente casi permanece oculto, y en el olvido como muchas cosas que forman parte de la historia de nuestro país, y no se les da ninguna importancia. Os invito a leer uno de los grandes ejemplos de valor y sacrificio de la historia militar de España.




Regimiento de Alcántara.

Arengados por el teniente coronel Fernando Primo de Rivera (“Si no lo hacemos, vuestras madres, vuestras mujeres, vuestras novias, dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos”) y sabiendo que iban a la muerte, el Regimiento Alcántara cargó hasta 7 veces para salvar a sus compañeros en Annual. De 691 hombres que componían el regimiento, sólo quedaron 67.

Esta es la historia del Regimiento de Alcántara contada por Arturo Pérez-Reverte a la que he añadido imágenes del gran pintor Augusto Ferrer-Dalmau.


https://i1.wp.com/historiasdelahistoria.com/wordpress-2.3.1-ES-0.1-FULL/wp-content/uploads/2015/06/Regimiento-Alcántara1.jpg?ssl=1
Regimiento-Alcántara1.jpg


A veces se hace justicia, aunque sea tardía. Aunque sólo sirva para conmover las entrañas de los pocos que aún recuerdan. Es cierto que el ondear de banderas tiene algo de sospechoso, pues entre los pliegues de éstas, sin distinción de colores, suele esconderse mucho hijo de puta. Tampoco quienes conceden o reciben medallas son siempre de limpia ejecutoria. Pero a veces hay excepciones; momentos en los que las cosas se hacen como es debido. Y éste es uno de esos momentos. Noventa y un años después del desastre de Annual de 1921, donde 8.000 soldados españoles fueron exterminados por la estupidez de un rey, la venalidad de los políticos -nada hay nuevo bajo el sol-, la incompetencia de los generales y la desvergüenza de numerosos jefes y oficiales, el gobierno español ha concedido la Laureada de San Fernando, con carácter colectivo, al regimiento de caballería Alcántara, que se sacrificó casi en su totalidad para proteger la retirada de sus compañeros. La Laureada es la máxima condecoración militar española, y se obtiene por acciones extraordinarias en combate. Por aquella jornada, el jefe del regimiento recibió a título póstumo la Laureada individual; pero la tropa, como de costumbre, fue olvidada. Ninguno de los intentos posteriores por honrar su memoria tuvo éxito. Políticos y espadones de diversa ideología, desde el general Franco a la ministra Chacón, coincidieron en no querer remover aquello. Pero al fin, para satisfacción de los nietos y bisnietos de esos hombres, se repara la vergüenza.

Imaginen la escena: las harkas de moros sublevados por Abdelkrim acosan a la desorganizada columna que intenta escapar hacia Melilla abandonando a su suerte a heridos y enfermos. Aquello es una matanza inaudita, y millares de soldados abandonados por jefes y oficiales corren despavoridos, atormentados por la sed, intentando ponerse a salvo. En el camino de Dar Dríus a El Batel y Monte Arruit, la protección de la retaguardia de los fugitivos recae en un regimiento de caballería que todavía se encuentra intacto y bien mandado, el Alcántara nº 14. Su jefe es el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, hermano del teniente general del mismo apellido, que en seguida comprende que se está pidiendo a sus 691 hombres que se dejen la piel por salvar a los compañeros. Pero no hay otra. Hace de tripas corazón, arenga a su gente, les dice que toca bailar con la más fea del Rif, y el regimiento, disciplinado y silencioso, se pone en marcha con sus escuadrones protegiendo los flancos y la retaguardia de la columna en retirada. A las cuatro de la tarde, aparte infinidad de escaramuzas parciales, los jinetes de Alcántara ya han tenido que dar su primera carga al galope contra una fuerte concentración enemiga. Pero es en el cruce del río Igán, que está seco y en torno al que se atrincheran miles de rifeños que hacen fuego graneado, donde la columna se arriesga a quedar cercada. Entonces, el teniente coronel les toca a sus hombres la única fibra que a esas alturas, con semejante panorama, cree que puede funcionar:


Si no lo hacemos, vuestras madres, vuestras mujeres, vuestras novias, dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos.

Carga-Regimiento-Alcántara.jpg


Y no lo fueron. Siete veces cargó Alcántara monte arriba y sable en mano, reagrupándose tras cada carga, cada vez menos hombres, más heridos, exhaustos y sedientos jinetes y caballos, una y otra vez bajo la granizada de balas enemigas, entre las zarzas y parapetos rifeños, tan diezmados y agotados al final que la última carga, octava del día, hubo que darla con los caballos al paso, pues ya no podían ni trotar; y aún después se continuó ladera arriba, a pie, combatiendo al arma blanca. Cargaron los soldados, y también el joven trompeta de quince años que llevaba el cornetín de órdenes. Y cuando a la quinta o sexta carga ya no hubo hombres suficientes para cerrar las filas, cargaron también, aunque nadie los obligaba a ello, los tres alféreces veterinarios, y el teniente médico, y hasta el capellán fue adelante con la tropa. Y cuando ya no quedó nadie a quien recurrir, cargaron también los catorce maestros herradores, y con ellos los trece chiquillos de catorce y quince años de la banda de música del regimiento; que, como el joven corneta de órdenes, murieron todos. Y al anochecer, cuando los supervivientes consiguieron llegar a la posición de El Batel, agotados, llenos de heridas, caminando entre las sombras con sus extenuados caballos cogidos de la brida, de los 691 hombres del regimiento sólo quedaban 67. Desde luego, aquel 23 de julio de 1921 los del regimiento Alcántara cumplieron con su teniente coronel. A ellos, ninguna madre, mujer o novia los llamó cobardes.

Espero que esta vez ya haya hecho las cosa bien, gracias al compañero Cuantico por haber abierto el hilo y por su contenido, y finalmente gracias por leer hasta aquí.
 
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Invasión ordenada explícitamente por Alfonso XIII de Borbón mientras se encontraba de fiesta en el sur de Francia, que al conocer la noticia, según se narra, dijo “Qué cara está la carne de gallina”.

Alfonso XIII, El Africano le llamaban y él creía que lo comparaban con Escipión, otra joya para colección marca casa de Borbón, exiliado por negligencias como esta, y corruptelas para el buen vivir.

Allá corrió hacia Francia en su automóvil Duesenberg, en barco desde Cartagena a Marsella, llevando las riquezas que pudo, escondido en la noche, dejando a los pies de los caballos a su esposa.

Historia de España, que no opinión.
 
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Disculpa compañero, pero por más antimonárquico que seas eso no justifica frivolizar con la historia:
Invasión ordenada explícitamente por Alfonso XIII de Borbón mientras se encontraba de fiesta en el sur de Francia, que al conocer la noticia, según se narra, dijo “Qué cara está la carne de gallina”.
No fue propiamente una "invasión" ya que estaba amparada por la Conferencia de Algeciras y la aquiescencia del Sultán - monarca marroquí. El Rif era un Protectorado español. Cierto que la expansión al oeste y la unión efectiva de las dos zonas ya controladas del protectorado fue estimulada por Alfonso XIII y los intereses mineros, pero eso mismo hacían Francia y resto de potencias.
Esa "invasión" no se "ordenó" de un día para otro y menos en medio de una fiesta. Si crees que fue así documéntalo, por favor.
Esa frase “Qué cara está la carne de gallina” no se pronunció en 1921 tras la batalla, sino en abril de 1922, cuando se conoció el rescate de 4 millones de pesetas que exigía Abd-el-Krim por liberar a los 357 prisioneros españoles que le quedaban de los más de 700 que hizo.

Este es un hilo abierto a toda participación pero, por favor, tengamos un mínimo de rigor y hagamos un poco de documentación previa antes de escribir y opinar. Este es un hilo serio de análisis histórico, no traigamos el estilo twitter aquí.

Gracias y saludos cordiales.
 
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  • #11
Coincido en que no fue una invasión en absoluto. Otra cosa es que se trate de un episodio más de ocaso del colonialismo europeo.

Es un tema muy interesante, el del Protectorado Español en Marruecos, que llevo estudiando desde hace bastantes años.

Hay mucha bibliografía al respecto y también se ha escrito mucha novela histórica, algunas de gran calidad literaria ("Imán" de Ramón J. Sender, la primera parte de la trilogía "La forja de un rebelde" de Arturo Barea, "La forja" o "El nombre de los nuestros" de Lorenzo Silva, por mencionar tres obras)

Pero recomiendo para toma de contacto comenzar por "El desastre de Annual" de los Episodios Nacionales Contemporáneos de Ricardo Fernández de la Reguera y Susana March que se atiene bastante bien al desarrollo de los hechos para el estado de los conocimientos sobre los sucesos cuando se escribió a finales de los sesenta.

También es muy interesante la lectura de "El Expediente Picasso" que corresponde a la investigación oficial que realizó el General del mismo nombre con entrevistas detalladas a los principales supervivientes de la catástrofe y que, a su vez, tiene una historia interesantísima tanto por las peripecias que pasó el documento original como por las consecuencias de esta investigación que provocaron que España sea hoy como es.
 
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  • #12
No fue propiamente una "invasión" ya que estaba amparada por la Conferencia de Algeciras y la aquiescencia del Majzén - monarca marroquí. El Rif era un Protectorado español. Cierto que la expansión al oeste y la unión efectiva de las dos zonas ya controladas del protectorado fue estimulada por Alfonso XIII y los intereses mineros, pero eso mismo hacían Francia y resto de potencias.
Esa "invasión" no se "ordenó" de un día para otro y menos en medio de una fiesta. Si crees que fue así documéntalo, por favor.
Esa frase “Qué cara está la carne de gallina” no se pronunció en 1921 tras la batalla, sino en abril de 1922, cuando se conoció el rescate de 4 millones de pesetas que exigía Abd-el-Krim por liberar a los 357 prisioneros españoles que le quedaban de los más de 700 que hizo.

Este es un hilo abierto a toda participación pero, por favor, tengamos un mínimo de rigor y hagamos un poco de documentación previa antes de escribir y opinar. Este es un hilo serio de análisis histórico, no traigamos el estilo twitter aquí.

Gracias y saludos cordiales.

Gracias por las correcciones, mi contribución está basada en lecturas previas de fuentes que a todas luces no están al nivel adecuado, a saber:


“Alfonso, who was on holiday in the south of France at the time, was informed of the "Disaster of the Annual" while he was playing golf. Reportedly, Alfonso's response to the news was to shrug his shoulders…”
 
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Gracias por las correcciones, mi contribución está basada en lecturas previas de fuentes que a todas luces no están al nivel adecuado, a saber:


“Alfonso, who was on holiday in the south of France at the time, was informed of the "Disaster of the Annual" while he was playing golf. Reportedly, Alfonso's response to the news was to shrug his shoulders…”
Pues sí que la tienes documentada, gracias por el enlace. Me sorprende mucho ese artículo de la Wikipedia y primera noticia de que en los embarques posteriores hubiera motines, tal vez los confundan con los de 1909. Esa publicación: Perry, James Arrogant Armies Great Military Disasters. pudiera carecer del necesario rigor, en lo referente a la carne de gallina falla por completo.

Saludos
 
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