Esto es de lo mejor que he leído, con la cantidad de morralla que está saliendo en otros lados...
El cadáver de Saab aún sigue templado, pero la gente no puede esperar al entierro para empezara a discutir sobre quién tuvo la culpa o qué va a pasar ahora con la herencia. Desde Suecia siguen llegando toda clase de noticias; desastrosas, esperables, e inclasificables. Hay para elegir.
Automotive News recoge las declaraciones de un analista de estudios IHS Global Insight, según el cual, es probable que Saab pueda renacer... en China. Su base no parece ser otra que la reciente transferencia de derechos efectuada hace unos días en dirección al grupo chino BAIC. El trato incluía el 9-5 saliente en su práctica totalidad, listo para ser ensamblado en Oriente, además de varios detalles tecnológicos relacionados con el 9-3. BAIC fue una de las compañías interesadas en Saab desde el primer momento, y en su día apoyó a Koenigsegg durante el primer proceso de venta. Tal vez lo que no pudo ser suyo mientras Saab estaba viva podría conseguirlo ahora que ya no queda nadie en posición de ejercer resistencia.
En cualquier caso, el tema de la marca es complicado. Si los acuerdos de GM con Saab AB se parecen en algo a los de Ford y Volvo Group, es posible que la antigua matriz de Saab Automobile AB tenga derecho a bloquear la venta del nombre y el logotipo a empresas que no puedan ser de su agrado. Sabiendo lo metida que está Saab AB en asuntos de defensa y aeronáutica, vemos difícil, por no decir imposible, que aceptara prestar su imagen a un grupo industrial chino.
Siguiendo con la lista de rumores y habladurías, Motor Trend informa ahora de que miembros del gobierno sueco y representantes de GM se reunirían (o habrían reunido) este fin de semana con carácter de urgencia para buscar una solución al problema. O no. El artículo se pregunta si administración sueca no interferirá en el proceso de liquidación, y procede acto seguido a hacer algunas asunciones un tanto desinformadas. Como que Suecia es "agresivamente socialista", cuando su actual gobierno es de centro derecha, económico liberal, y ha hecho público en múltiples ocasiones que no está dispuesto a rescatar a Saab, mucho menos emprender un proceso de nacionalización. Lo que no deja de tener lógica. ¿Y si después de salvar a Saab fuera Ford la que decidiera acabar con Volvo? Entonces sí que tendría montado un buen pastel.
Personalmente creo que son ganas de buscar clicks morbosos; si realmente GM y el gobierno sueco están discutiendo algo (que sería lógico después de todo), es la forma en que Saab será liquidada. Como mucho, podrá intervenir de forma muy limitada si aparece alguna compañía interesada en adquirir los activos del fabricante, pero eso es todo. Hasta ahora, lo único que ha hecho el gobierno es arremeter contra GM, acusándola de tener la culpa de todo.
Hablando de acusaciones y despechos, Bard Eker, una de las mentes detrás de la fallida puja de Koenigsegg (por no decir la mente), ha arremetido contra General Motors. Sin pelos en la lengua, el empresario noruego ha señalado a los medios que Saab, a pesar de lo dicho, no se encontraba estructurada como una filial medianamente independiente, y que cuando Koenigsegg mostró su interés, halló una compañía cuyo tejido vital estaba firmemente unido al del resto del grupo. Cortar los lazos era una operación larga y compleja, pero que Eker estaba dispuesta a emprender. Fue entonces cuando expuso sus planes. Y en ese momento, todo se torció. Negociando los precios, GM se dio cuenta de que "los chinos tienen más dinero" (la oferta de Koenigsegg estaba respaldada por BAIC), así que decidió olvidarse de seguir hablando y pasar al siguiente paso: matar a Saab y vender la herencia. ¿Dónde encaja entonces Spyker? Ese es otro misterio.
El diario sueco TTELA publica que pese a lo expresado en la nota de prensa emitida por General Motors para informar de la imposibilidad de alcanzar un acuerdo, Spyker Cars y el grupo estadounidense tenían un documento que ya sólo estaba esperando las firmas de las partes interesadas. La crisis parecía resuelta cuando se realizó una llamada telefónica desde General Motors anunciando que las negociaciones, nuevamente, se daban por rotas. El jefe de Spyker se encontraba en Estocolmo para rubricar el acuerdo, y Saab pensaban anunciar su venta la próxima semana como regalo de Navidad a los empleados. Pero algo no funcionó. Algunos rumores señalan que GM receló de la reputación de Spyker debido al intento de asesinato sufrido por el jefe del grupo financiero ruso detrás del fabricante holandés. Otras lenguas, las más venenosas, creen que todo el proceso se convirtió en una pantomima en cuanto se vio el dinero que podían ofrecer los chinos, así que GM se limitó a llevar la farsa hasta el final con tal de salvar la cara.
¿Murió Saab de causas naturales o fue asfixiada en su lecho por General Motors? ¿Encontrará finalmente una empresa dispuesta a resucitarla? ¿O será despedazada y vendida al mejor postor? Da la impresión de que la crisis de Saab está todavía muy lejos de cerrarse...