tocino
Baneado
Sin verificar
Pues resulta que fui a comprarme unos pantalones alcortinglés de Sagasta en Zaragoza. Subo a la planta correspondiente (que no es la joven) y veo que había una oferta potable: un pantalón (un par de pantalones, dirían los puristas) noventa euros; dos pares ciento cincuenta y nueve. No me pareció mal el género y me pareció bien el precio. Entro en el probador y procedo a probarme los dos pantalones: como un guante, perfecto. Me puse muy contento (bueno, tampoco tanto, un poco contento sí, pero mucho, mucho,no). El caso es que , cuando salí del probador, todo bicho viviente que había por los aledaños se me empezó a desco¬onar con tanto salero, que has a mí me dieron ganas de reírme. Hasta que me di cuenta de que llevaba los tres pantalones en la mano.
Me gustaría saber si a alguien le ha ocurrido alguna parecida para que la comparta y podamos reír o llorar según sea la cosa...
Me gustaría saber si a alguien le ha ocurrido alguna parecida para que la comparta y podamos reír o llorar según sea la cosa...