Sanza
Baneado
Buenas.
Resulta que me cuenta un amigo un sucedido, y por la curiosidad y tal del mismo, pues lo repito.
Un señor muy aseñorado va con su coche, ni robado ni nada, por una carretera, a su velocidad, con sus facultades en su sitio, y más que nada bastante tranquilo.
Entonces oye un sonido así como brrrmmmmmmmmnnnnñiaaauuuuuu, más o menos, y casi a la vez le pasa con un movimiento sexy de cadera lo que viene siendo un agente de tráfico motorizado, de una policía autonómica democrática, con su uniforme también sexy, de una provincia que no voy a decir (Navarra).
Vamos, que un agente con una moto le adelanta como una exhalación.
El compi, porque estos señores habitualmente van de dos en dos (aún no hay paro o algo así), hace lo propio pero, digamos, con menos destreza.
Se ve que no quería pisar la línea continua, y el movimiento sexy le queda un poco desmadejado, y la moto hace un extraño, y sale disparado el conjunto moto-agente lateralmente, contra una acequia.
La leche es la leche. El señor de la ley despatarrado, de espaldas, encajado en la acequia, llena de agua, y los 200Kg de moto encima de forma poco saludable.
Entre que se ahogaba, y la moto le estaba juntando el pecho y la espalda, realmente no era el mejor día de su vida.
Mi amigo, que domina el arte de frenar, parar el coche, y bajarse (lo hace mucho), pues frena, para el coche, y se baja, y se dirige raudo a auxiliar al naufrago.
No tan raudo como las motos esas, pero bastante veloz, para ir a pié.
En eso que el primer motoristo (es un tío) ha dado la vuelta, y viene haciendo el ruido brrmmmnnnnñiauuuuuuuuuuuuuuu hasta llegar a su lado, se queda mirando el rescate valeroso de mi amigo, -que con riesgo de mojarse y herniarse ayuda al pobre hombre-, se quita el caso y dice:
No sabe usted que tiene que ponerse el chaleco reflectante para salir de su vehículo?
Aquí ya paso de seguir describiendo la situación con la verosimilitud y eficacia que me caracteriza, y propongo una mini encuesta para elegir una contestación adecuada:
1. Si tu compañero no te parte la cara cuando salga de esta, lo hago yo, por gilipollas.
2. Vaya por Dios agente, espere que suelte de nuevo los puñeteros 200 Kg encima del herido, y me lo pongo.
3. No, no lo sabía, de hecho, no tengo carné de conducir, y borracho tengo mala memoria.
4. Déjeme que le cante "La Fuente de Cacho", señor guardia, que el domingo le vamos a dar una paliza al Sporting, para que el Osasuna no baje a segunda.
Etc etc
En este mundo hay de todo.
Quepo hasta yo.
Y la Mariví, escribiendo un libro en la cárcel.
Y miles de cosas.
Resulta que me cuenta un amigo un sucedido, y por la curiosidad y tal del mismo, pues lo repito.
Un señor muy aseñorado va con su coche, ni robado ni nada, por una carretera, a su velocidad, con sus facultades en su sitio, y más que nada bastante tranquilo.
Entonces oye un sonido así como brrrmmmmmmmmnnnnñiaaauuuuuu, más o menos, y casi a la vez le pasa con un movimiento sexy de cadera lo que viene siendo un agente de tráfico motorizado, de una policía autonómica democrática, con su uniforme también sexy, de una provincia que no voy a decir (Navarra).
Vamos, que un agente con una moto le adelanta como una exhalación.
El compi, porque estos señores habitualmente van de dos en dos (aún no hay paro o algo así), hace lo propio pero, digamos, con menos destreza.
Se ve que no quería pisar la línea continua, y el movimiento sexy le queda un poco desmadejado, y la moto hace un extraño, y sale disparado el conjunto moto-agente lateralmente, contra una acequia.
La leche es la leche. El señor de la ley despatarrado, de espaldas, encajado en la acequia, llena de agua, y los 200Kg de moto encima de forma poco saludable.
Entre que se ahogaba, y la moto le estaba juntando el pecho y la espalda, realmente no era el mejor día de su vida.
Mi amigo, que domina el arte de frenar, parar el coche, y bajarse (lo hace mucho), pues frena, para el coche, y se baja, y se dirige raudo a auxiliar al naufrago.
No tan raudo como las motos esas, pero bastante veloz, para ir a pié.
En eso que el primer motoristo (es un tío) ha dado la vuelta, y viene haciendo el ruido brrmmmnnnnñiauuuuuuuuuuuuuuu hasta llegar a su lado, se queda mirando el rescate valeroso de mi amigo, -que con riesgo de mojarse y herniarse ayuda al pobre hombre-, se quita el caso y dice:
No sabe usted que tiene que ponerse el chaleco reflectante para salir de su vehículo?
Aquí ya paso de seguir describiendo la situación con la verosimilitud y eficacia que me caracteriza, y propongo una mini encuesta para elegir una contestación adecuada:
1. Si tu compañero no te parte la cara cuando salga de esta, lo hago yo, por gilipollas.
2. Vaya por Dios agente, espere que suelte de nuevo los puñeteros 200 Kg encima del herido, y me lo pongo.
3. No, no lo sabía, de hecho, no tengo carné de conducir, y borracho tengo mala memoria.
4. Déjeme que le cante "La Fuente de Cacho", señor guardia, que el domingo le vamos a dar una paliza al Sporting, para que el Osasuna no baje a segunda.
Etc etc
En este mundo hay de todo.
Quepo hasta yo.
Y la Mariví, escribiendo un libro en la cárcel.
Y miles de cosas.