No, es una estafa. Porque está mal enfocado. Los mercados de capitales son imprescindibles, pero siempre que financien actividades productivas reales y viables. Y siempre que se contenga el incremento de la oferta monetaria para ajustarlo al crecimiento económico real -es sencillo de entender-. Para conseguir lo anterior, es imprescindible que los ahorradores presten su excedente de financiación a los emprendedores -que necesitan financiación- y que estos últimos se dediquen a incrementar la actividad económica real de mercados competitivos -en los que el precio de mercado tiende al coste minimo de producción en el largo plazo- de modo que seamos realmente más ricos (vía crecimiento real de la oferta agregada de la economía) y podamos pagar los debidos intereses por la financiación. Que son justos y necesarios -de otro modo nadie tendría capacidad de financiación porque nadie renunciaria a consumo presente-.
Si incrementamos la oferta monetaria para bajar tipos de interés, renunciando al ahorro y al sacrificio de consumo presente, y ese "nuevo" dinero se dirige a financiar una burbuja especulativa, o a financiar un déficit público desmesurado y poco racional en términos de eficacia y eficiencia económica, inexorablemente acabamos en la situación presente.
Queremos soluciones rápidas y sencillas para problemas que se han ido fraguando paulatinamente durante muchos años por una desacertada política económica. Nuestros dirigentes han actuado erróneamente, pero ¿qué hemos hecho los españoles? Dejar que nos dirijan erróneamente sin protestar, todo lo contrario ... Alegres y despreocupados hacia lo que tenemos hoy, en parte por desconocimiento, pero en parte también por irresponsabilidad, porque era lo más fácil, porque es más fácil delegar en la Administración ...
En España, nuestros gobernantes han renunciado a mantener los equilibrios básicos que garantizan la buena marcha de la economía de un país. Y ahora vemos las consecuencias. Soluciones hay, pero mucho tiene que cambiar el panorama político y social español para que retornemos a los equilibrios fundamentales. Y soy pesimista. No es un problema de sellar dinero, es un problema de valores sociales que hemos perdido hace mucho tiempo. Quizás habría que empezar por reformar el sistema educativo para formar auténticos ciudadanos responsables y libres, conscientes de sus obligaciones y conscientes también de las consecuencias que acarrea no cumplirlas, para cada uno y para el colectivo.
Gracias por su interés a aquél que haya tenido la paciencia de llegar hasta aquí.
Saludos.