Lo curioso del caso es que el secretario general del Consejo, Celso Rodríguez Padrón, al que el fiscal le había pedido una certificación de que los viajes eran oficiales, se había negado a hacerlo. Rodríguez Padrón alegó que él no estuvo allí y que no tenía constancia de actividades oficiales en las fechas de los viajes, por lo que no podía emitir certificación al respecto.
El fiscal no ha realizado ninguna investigación sobre si los viajes eran oficiales o no, porque de acuerdo con la normativa del Consejo, en la justificación de los viajes no tiene que constar el motivo oficial que da origen al desplazamiento y da por supuesto que cuando el Consejo ha pagado todo el gasto, se trata de un viaje oficial.
Además, a la vista de que Rodríguez Padrón se negó a certificar el carácter oficial de los viajes, el jefe de Gabinete de Dívar, Eduardo Menéndez, envió un escrito el 18 de mayo, en el que se ha basado el fiscal para su archivo, y en el que precisa que algunos viajes pueden tener carácter reservado, debido a que por su naturaleza no son compatibles con la publicidad. Menéndez fue propuesto por Dívar hace dos plenos del Consejo para magistrado del Tribunal Supremo, pero en la votación correspondiente no alcanzó la mayoría necesaria.