Hace algún tiempo que mi gran afición, la aviación, me llevó a querer saber sobre otra de mis aficiones, los relojes, es así como me interesé por los relojes militares o fliegers.
Más concretamente me centré en los de la segunda guerra mundial y en concreto los alemanes.
Para entender la importancia de estos relojes tendríamos que ponernos en el pellejo de estos pilotos y de sus rudimentarios sistemas de navegación.
En esa época no existía el GPS, ni internet, los aviones solo tenían lo básico para volar, los mapas de vuelo en papel, nada de pantallas, eran el único medio para saber donde estaban, bueno, eso y la experiencia.
En no pocas ocasiones dependían de sus relojes para el éxito o fracaso de la misión y en la mayoría de los casos esto marcaba la diferencia entre la vida o la muerte.
Todo esto hizo que sus gobiernos dedicaran una muy especial atención a la fabricación de estos relojes.
Normalmente se sacaban unas normas muy estrictas a concurso público, cuatro o cinco compañías eran las afortunadas que podían acceder a presentarse a estos concursos ya que la mayoría no podían cumplir los estándares de calidad exigidos.
Los requisitos eran tremendamente minuciosos y detallados, se tenía en cuenta todo, altitud a la que iban a trabajar, campos magnéticos, legibilidad, temperatura, etc, incluso se tenía en cuenta si se iban a llevar puestos encima del imprescindible abrigo que debían llevar los pilotos debido a las bajas temperaturas o si se iban a usar con guantes, por poner un ejemplo, como he dicho se tenía en cuenta un sin fín de requisitos.
Todo esto hizo que estos relojes fueran en la mayoría de los casos auténticas máquinas de precisión, joyas que aún hoy existen aunque solo para coleccionistas.
Yo ante la imposibilidad de conseguir una de estas joyas opté por hacerme con un reloj de nuestros días que respeta en cierta forma esos estándares de antaño, o digamos que es lo más parecido que podríamos comprar hoy nuevo aunque muy lejos de lo original, de echo la pieza adquirida fue de uno de los fabricantes "aprobados" para fabricar estos relojes.
Mi felicitación a Pedros por tan buen gusto a la hora de elegir piezas, si además de la calidad que tienen estas piezas les añadimos su historia se convierten en algo único.
Saludos
Antonio