AbderramanII
Reina Mora
Sin verificar
Ya he comentado en alguna ocasión que me gustan mucho las tardes-noches de los jueves. La semana laboral está casi hecha y es una tarde en la que se organizan muchas cosas interesantes, al menos en mi ciudad. Además, es un día perfecto para quedar con amigos a los que sus obligaciones familiares les absorben los fines de semana sin apenas dejar un minuto libre. Y bueno, últimamente es también el día en que nuestro querido Eucratides nos regala un placentero paseo por su bella tierra y nos pone los dientes largos con sus almuerzos y sus relojes
Pues una de esas cosas que ocurren los jueves en el Botxo son los conciertos de la BOS, la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Me gustan muchos tipos de música, pero mis principales inclinaciones van hacia la clásica y el rock. Lo de los conciertos de rock, al menos de mis bandas preferidas, es una misión bastante difícil cuando no imposible, de la que apenas se puede disfrutar de higos a brevas por aquí, así que en cuestión de directos mi más frecuente disfrute proviene de la clásica.
Después del parón del verano, ayer comenzó la nueva temporada y arrancó con un programa interesante y la presencia de un estupendo pianista invitado: Joaquín Achúcarro. Es bilbaíno, pero no por eso he dicho lo de estupendo; es realmente un gran pianista, que a sus setentayalguno conserva una agilidad en los dedos que muchos jovenzuelos querrían. Lo demostró anoche en un bis que ofreció con una pieza de Debussy. Nuestra orquesta no es mala. Creo que cuenta con profesores estupendos que, cuando son bien dirigidos, ofrecen interpretaciones realmente bellas y vibrantes (como sabéis, esto es como el fútbol: el juego de un mismo equipo con diferentes entrenadores es totalmente distinto). Ayer se estrenaba nuestro nuevo director residente y me pareció prometedor…
Normalmente disfruto mucho en los conciertos; trato de evitar que la percepción de que algo es mejorable me impida disfrutar de algo razonablemente bueno. Es algo que intento hacer con todo lo que me gusta: gastronomía, vino, relojes y música... lo intento tanto que casi siempre lo consigo Bueno, pues ayer la primera parte del concierto estuvo bien, aunque sin más. Sin embargo la segunda parte la disfruté un montón, e incluso hubo momentos que me emocionaron, con esa sensación tan increíble que no siempre se da, ya que requiere que se alineen obra, interpretación y predisposición personal, pero que cuando se da es realmente gratificante y maravillosa. Fue un broche fantástico para una agitada jornada de trabajo.
Del ruso que me hizo disfrutar desde la muñeca ya os hablé aquí: https://relojes-especiales.com/threads/vintage-amigos-cía-a-27-03-2015-manecillas-especiales.360790/ Me gusta todo en él: es un placer darle cuerda, es una gozada escuchar el latido de tractor de su corazón, y es una delicia contemplar su peculiar estética con esas agujas tan singulares. Además, haciendo honor a la fama de dureza que tienen los rusos, soportó estoicamente mis efusivos aplausos al terminar el concierto
Y después de todo este rollo que os he contado, aquí os dejo a los dos rusos que me hicieron disfrutar ayer: el Raketa Copérnico y Tchaikovsky con su sinfonía nº 5 en mi menor
Os deseo un buen fin de semana
Pues una de esas cosas que ocurren los jueves en el Botxo son los conciertos de la BOS, la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Me gustan muchos tipos de música, pero mis principales inclinaciones van hacia la clásica y el rock. Lo de los conciertos de rock, al menos de mis bandas preferidas, es una misión bastante difícil cuando no imposible, de la que apenas se puede disfrutar de higos a brevas por aquí, así que en cuestión de directos mi más frecuente disfrute proviene de la clásica.
Después del parón del verano, ayer comenzó la nueva temporada y arrancó con un programa interesante y la presencia de un estupendo pianista invitado: Joaquín Achúcarro. Es bilbaíno, pero no por eso he dicho lo de estupendo; es realmente un gran pianista, que a sus setentayalguno conserva una agilidad en los dedos que muchos jovenzuelos querrían. Lo demostró anoche en un bis que ofreció con una pieza de Debussy. Nuestra orquesta no es mala. Creo que cuenta con profesores estupendos que, cuando son bien dirigidos, ofrecen interpretaciones realmente bellas y vibrantes (como sabéis, esto es como el fútbol: el juego de un mismo equipo con diferentes entrenadores es totalmente distinto). Ayer se estrenaba nuestro nuevo director residente y me pareció prometedor…
Normalmente disfruto mucho en los conciertos; trato de evitar que la percepción de que algo es mejorable me impida disfrutar de algo razonablemente bueno. Es algo que intento hacer con todo lo que me gusta: gastronomía, vino, relojes y música... lo intento tanto que casi siempre lo consigo Bueno, pues ayer la primera parte del concierto estuvo bien, aunque sin más. Sin embargo la segunda parte la disfruté un montón, e incluso hubo momentos que me emocionaron, con esa sensación tan increíble que no siempre se da, ya que requiere que se alineen obra, interpretación y predisposición personal, pero que cuando se da es realmente gratificante y maravillosa. Fue un broche fantástico para una agitada jornada de trabajo.
Del ruso que me hizo disfrutar desde la muñeca ya os hablé aquí: https://relojes-especiales.com/threads/vintage-amigos-cía-a-27-03-2015-manecillas-especiales.360790/ Me gusta todo en él: es un placer darle cuerda, es una gozada escuchar el latido de tractor de su corazón, y es una delicia contemplar su peculiar estética con esas agujas tan singulares. Además, haciendo honor a la fama de dureza que tienen los rusos, soportó estoicamente mis efusivos aplausos al terminar el concierto
Y después de todo este rollo que os he contado, aquí os dejo a los dos rusos que me hicieron disfrutar ayer: el Raketa Copérnico y Tchaikovsky con su sinfonía nº 5 en mi menor
Os deseo un buen fin de semana