tocino
Baneado
Sin verificar
Pues uno puede hacer todo esto y ser idiota, y hacer todo lo contrario y ser idiota también. Lo bonito de estos decálogos y antidecálogos es que todos nos apuntamos a ser maravillosos, comprensivos, sensibles, generosos, delicados, amables y amorosos, entregados, justos y benéficos, leales y (¡cómo no!) tolerantes...tenemos todas las virtudes conocidas e incluso alguna desconocida y somos, sobre todo, humildes. Pero mire cada uno dentro de sí y no se engañe.