Mi imcomprencion se reduce.....a que..... porque ....la inscripcion CUERVO Y SOBRINOS, logra revalorizar un reloj de calibre no propio.....dando lugar a la pregunta....si se aplaude el marketing....o si la nostalgia de una epoca pasada puede mas....
Ése es probablemente el error de base del planteamiento de su post, que se basa en una supuesta virtud de los Cuervo que jamás ha sido ensalzada en este foro, no al menos por los que nos hemos metido un montón de horas investigando sobre este establecimiento de La Habana pre-Castro. Si se toma la molestia de leer lo publicado por Nicolau, por mí, o por algún otro forero que se ha tomado la molestia y la seriedad de aportar información, fotografías (actuales y de época), textos históricos recuperados de fondos de bibliotecas cubanas y españolas, conversaciones con gente que vivió en primera persona la historia de la época pre-Castro, en el más amplio sentido de la expresión. Todo este trabajo se viene realizando desde hace unos 4 años, ahí es nada.
A mí, personalmente, me importa muy poco si los Cuervos se revalorizan o no se revalorizan, si los italianos venden o no venden con su actual invento, si las copias vienen de Argentina, de Uruguay o de la misma Cuba. Me da igual. Y aunque lo haya repetido 100 veces, lo vuelvo a hacer ahora. Esto no es una operación de promoción de la Cuervo "nueva" ni de la antigua, es tan sólo la compilación de muchas horas de trabajo de gente a la que le interesa mucho esta historia y de tratar de ser fieles a la historia, separando el grano de la paja y sin dejarse cegar por la historia que muchos medios especializados nos han contado y que muchos otros aprovechan para lucrarse, de manera ilegítima, porque lo hacen vendiendo falsificaciones. ¿Qué cuáles son los motivos por los que algunos "locos" como Nicolau o yo nos hayamos metido el tiempo que nos hemos metido con esta historia? Le diré lo míos: viví 5 años en Cuba, recorrí las calles de La Habana, una ciudad que aún conserva la belleza de antaño, aunque bastante deteriorada, visité acompañado de la gente que vivió aquella época, lo que fueron los locales de las grandes joyerías, armerías, concesionarios de coches americanos (¿sabía UD. que La Habana era la ciudad donde más Cadillac se vendían en los años 50, por delante de Nueva York?), clubes naúticos (el de Cienfuegos, maravilloso) y otros lugares increíbles, a través de cuya contemplación uno se hace a la idea de la prosperidad que se vivió en aquellos años. ¿Nostalgia? No lo creo, porque es una época que yo no viví, con lo que veo difícil sentir nostalgia por algo que no he vivido. Quizá quienes me lo han contado, me hayan contagiado un poco de esa nostalgia.
Por eso me revienta que se aluda siempre al sobado tópico de la revalorización, de los fakes y de los comentarios sin base alguna que he ido leyendo en este foro durante algún tiempo (ésto no es un ataque contra su post, que conste).
Han salido intervenciones durante estos años poniendo en duda las informaciones que los que nos hemos trabajado este asunto. Aludiendo que iban a informarse con no sé conocido sobre la "historia real de la Cuervo" en Miami y nos la iban a contar aquí en exclusiva. Yo todavía estoy esperando sentado. Que si Le Trianon era mejor que la Cuervo o el Palais Royal era más exclusivo que la Cuervo. Realmente, ¿tiene eso importancia? De todas formas, como era una información que se nos iba a probar con hechos y argumentos, que nunca llegaron, yo sigo igual. También se habló del famoso Fapla y se dijo que era un fake que nunca salió de la Cuervo, cuando nadie ha dicho que éso fuera así, sino que se usó una remesa de relojes Enicar marcados CyS, a los que posteriormente se les puso el cuño de la Fapla. Imprecisiones, opiniones más o menos fundadas y ataques gratuítos con no sé qué finalidad. Eso sí, sin argumentación, base o prueba alguna.
Hay que destacar, también, que no sólo se ha hablado de la Cuervo y Sobrinos. Se ha hablado de otros establecimientos de la Habana pre-Castro como La Casa del Hierro, Del Palais Royal, del Trianon, de La Acacia, de La Argentina, de la Óptica Almendares, de La Invencible y de relojes marcados por otros comerciantes de La Habana, como Río y Hermanos, Lorenzo Mugno, Onoto B. Álvarez, etc. Y seguro que me dejo unos cuantos, porque la memoria es traicionera. Le animo a que eche un vistazo al fondo de armario de este subforo para descubrir todo lo que se ha contado aquí a lo largo de estos años.
Un saludo.