Jotagea
Milpostista
Sin verificar
Creo que me voy a explayar un poco pero en este caso lo considero necesario, así que si me sale demasiado tocho el hilo lo siento, pero como decía don Alonso Quijano: “de bien nacidos es ser agradecido”.
Bueno pues comienzo el relato:
Hace algo más de dos años compré un reloj tras el que andaba hacía tiempo: Oris diver date azul, pues no tenía ningún otro reloj con esfera de este color, su caja troncocónica, el color azul, las olas, prestigio de la marca, …
Tras un tiempo me parece que el reloj no “brilla” como debiera y tenía un color apagado. De hecho, al estar junto al resto de sus compañeros de caja se notaba que no era tan legible como otros, como si tuviese el cristal empañado. Empiezo a estar un poco mosca porque en una ocasión se me había empañado el reloj al salir de una piscina, si bien había sido por fuera a causa de la diferencia de temperatura (de 20º a unos 32º), así que pienso que pudo quedar el cristal sucio. Tras la pertinente consulta con mi sufrida mdd, me dice que el reloj parece viejo, como sin vida. Para rematarlo, la tija de la corona está demasiado flexible.
Aún con él en garantía, me acerco con mi querido reloj a un concesionario oficial de la marca en Gijón y al comentarle al vendedor/dependiente/encargado el problema de la visibilidad, como con neblina, se produce el siguiente diálogo:
Vendedor: A mi parece que está bien, pero el mejor modo de comprobarlo es en la oscuridad.
Jotagea: Ah! ¿Es que de ese modo se evitan reflejos extraños y se comprueba si todo es correcto?
Vendedor: Bueno, es que en la oscuridad este reloj reluce (¡¡¡con dos cojones!!!)
Jotagea: Hombre hasta ahí llego, pero no me parece que sea este el método más correcto.
Ya con todas las dudas del mundo, pregunto
Jotagea: ¿Y la tija de la corona?
Vendedor: Sí, PARECE que está demasiado flexible.
Y ahí acabó todo. Dado su escaso interés y mi reticencia hacia sus conocimientos relojeriles, me vuelvo con el reloj a casa y pasa a descansar en la caja.
Ya sabéis cómo somos, dado que el reloj no me llena apenas lo uso. Me planteo venderlo pero, aunque el “técnico” del concesionario no vio nada raro, no me atrevo a hacerlo pues para nada vendería un reloj sobre el que yo mismo tengo dudas. Es una cuestión de principios.
Pasan los meses, la garantía se acerca al final. Hasta que un día leyendo en el foro acerca del buen funcionamiento de Cronomar me planteo enviarles el reloj. Así que me pongo en contacto con ellos por email, haciéndoles saber que faltan sólo 15 días para que caduque la garantía y, francamente, me sabe un mal haber esperado hasta esos límites. Su respuesta es la que cabría esperar de un Servicio que se preste: Ningún problema, háganos llegar el reloj.
Transcurridas unas tres semanas me avisan que el reloj está listo y me lo envían.
Así que me llega el susodicho: embalaje perfecto, con una protección más que buena contra posibles golpes; abro la caja y me encuentro con que en el interior, además de la caja Oris en la que había enviado el reloj hay otro estuche, de viaje detalle de la casa, y dentro el reloj reluciente como nuevo.
Miro el albarán y veo los trabajos realizados: cambio de esfera, cambio de agujas y reparación de la tija así como comprobación OK de hermeticidad. Coste a pagar 0 euros.
O sea, más o menos como en la otra tienda.
Así que “Al César lo que es del César” y quiero hacer público en este foro mi agradecimiento al Servicio postventa de Oris y en concreto a Cronomar.
Es para contarlo o no?
Y a continuación las muy malas fotos pues están hechas deprisa y con el móvil. Aclaro que el reloj está perfecto y lo que se ven son motas de polvo y reflejos varios (prometo hacerle una review con la cámara de fotos, pues el estado del reloj se lo merece)
El detallazo
Dentro del estuche de viaje
El reloj como nuevo
Con lumen ( y un poco de trampa tras exposición a la luz, pero no pude evitarlo. Estoy tan contento)
Bueno pues comienzo el relato:
Hace algo más de dos años compré un reloj tras el que andaba hacía tiempo: Oris diver date azul, pues no tenía ningún otro reloj con esfera de este color, su caja troncocónica, el color azul, las olas, prestigio de la marca, …
Tras un tiempo me parece que el reloj no “brilla” como debiera y tenía un color apagado. De hecho, al estar junto al resto de sus compañeros de caja se notaba que no era tan legible como otros, como si tuviese el cristal empañado. Empiezo a estar un poco mosca porque en una ocasión se me había empañado el reloj al salir de una piscina, si bien había sido por fuera a causa de la diferencia de temperatura (de 20º a unos 32º), así que pienso que pudo quedar el cristal sucio. Tras la pertinente consulta con mi sufrida mdd, me dice que el reloj parece viejo, como sin vida. Para rematarlo, la tija de la corona está demasiado flexible.
Aún con él en garantía, me acerco con mi querido reloj a un concesionario oficial de la marca en Gijón y al comentarle al vendedor/dependiente/encargado el problema de la visibilidad, como con neblina, se produce el siguiente diálogo:
Vendedor: A mi parece que está bien, pero el mejor modo de comprobarlo es en la oscuridad.
Jotagea: Ah! ¿Es que de ese modo se evitan reflejos extraños y se comprueba si todo es correcto?
Vendedor: Bueno, es que en la oscuridad este reloj reluce (¡¡¡con dos cojones!!!)
Jotagea: Hombre hasta ahí llego, pero no me parece que sea este el método más correcto.
Ya con todas las dudas del mundo, pregunto
Jotagea: ¿Y la tija de la corona?
Vendedor: Sí, PARECE que está demasiado flexible.
Y ahí acabó todo. Dado su escaso interés y mi reticencia hacia sus conocimientos relojeriles, me vuelvo con el reloj a casa y pasa a descansar en la caja.
Ya sabéis cómo somos, dado que el reloj no me llena apenas lo uso. Me planteo venderlo pero, aunque el “técnico” del concesionario no vio nada raro, no me atrevo a hacerlo pues para nada vendería un reloj sobre el que yo mismo tengo dudas. Es una cuestión de principios.
Pasan los meses, la garantía se acerca al final. Hasta que un día leyendo en el foro acerca del buen funcionamiento de Cronomar me planteo enviarles el reloj. Así que me pongo en contacto con ellos por email, haciéndoles saber que faltan sólo 15 días para que caduque la garantía y, francamente, me sabe un mal haber esperado hasta esos límites. Su respuesta es la que cabría esperar de un Servicio que se preste: Ningún problema, háganos llegar el reloj.
Transcurridas unas tres semanas me avisan que el reloj está listo y me lo envían.
Así que me llega el susodicho: embalaje perfecto, con una protección más que buena contra posibles golpes; abro la caja y me encuentro con que en el interior, además de la caja Oris en la que había enviado el reloj hay otro estuche, de viaje detalle de la casa, y dentro el reloj reluciente como nuevo.
Miro el albarán y veo los trabajos realizados: cambio de esfera, cambio de agujas y reparación de la tija así como comprobación OK de hermeticidad. Coste a pagar 0 euros.
O sea, más o menos como en la otra tienda.
Así que “Al César lo que es del César” y quiero hacer público en este foro mi agradecimiento al Servicio postventa de Oris y en concreto a Cronomar.
Es para contarlo o no?
Y a continuación las muy malas fotos pues están hechas deprisa y con el móvil. Aclaro que el reloj está perfecto y lo que se ven son motas de polvo y reflejos varios (prometo hacerle una review con la cámara de fotos, pues el estado del reloj se lo merece)
El detallazo
Dentro del estuche de viaje
El reloj como nuevo
Con lumen ( y un poco de trampa tras exposición a la luz, pero no pude evitarlo. Estoy tan contento)
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