Sparafucile
Forer@ Senior
Sin verificar
Iniciado por DeuBCN
"A no ser que des clases de Caligrafia, yo como estudiante estaría enfadado.
Me acuerdo que tenía un profesor de Maquinas Eléctricas que nos exigia dibujar los esquemas con lapices de colores, incluso él mismo utilizaba las tizas de colores y un cordón para hacer las circunferencias de los vectores eléctricos. Todo muy bonito pero poco educativo y sobre todo una gran cantidad de tiempo desperdiciado.
En definitiva, un profesor del que tengo un mal recuerdo. De los peores que tuve.
Ojala hubiera utilizado un pizarra digital o un video para enseñarnos conocimientos y no para imponernos sus opiniones ilustrativas o su falta de dominio de las nuevas tecnologías."
El que yo sea defensor de la escritura manuscrita no implica necesariamente que sea enemigo de las nuevas tecnologías. Lo que intento decir es que la realización de ciertas tareas utilizando las nuevas tecnologías (como, por ejemplo, escribir) puede llevar, a la larga, a una dependencia irreversible de las nuevas tecnologías y a que no sepamos hacer dichas tareas sin la mediación de una máquina. Si fuera enemigo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación o si no las dominara mínimamente, como requiere nuestra sociedad, no participaría en este foro.
La caligrafía es una normalización de la destreza de grafomotricidad, que sigue constituyendo un pilar fundamental en el aprendizaje del lenguaje. Los seres humanos tendemos de forma natural a hablar y a comunicarnos, pero el aprendizaje de la lengua escrita es un artificio y supone desarrollar la destreza de asociar el grafema al fonema. Tal vez esto pueda hacerse utilizando un teclado desde los tres años, pero me parece más razonable que primero se aprenda la escritura manual y más tarde se aprenda a usar una máquina, mas sin abandonar la escritura manual. Muchos psicólogos empiezan a alarmarse por el aumento del número de casos de dislexia y disgrafía diagnosticados en primaria y secundaria en los últimos años, y algunos empiezan a sospechar que la realización temprana de tareas mediante un teclado, suplantando a la escritura manual, pudiera tener que ver en algunos de estos casos, dado que muchos niños de estas edades son lo que se ha dado en llamar "nativos digitales", alfabetizados con las nuevas tecnologías.
Yo suelo utilizar casi siempre en mis clases presentaciones con power-point y todos los recursos que me puede ofrecer una pizarra digital. Cuando los alumnos me piden que les pase algunas de esas presentaciones, hasta ahora no he tenido inconveniente en hacerlo, porque prefiero que estén atendiendo a la explicación y que no se distraigan copiando a mano el esquema. Sin embargo, cuando por determinadas circunstancias no puedo usar la pizarra digital y tengo que usar la de tiza, observo que es cada vez más frecuente que los alumnos me pidan permiso para hacerle una foto a la pizarra con la cámara del móvil, para no tener que copiarlo en el cuaderno “¿Se te ha acabado la tinta del boli?”, les pregunto con sorna cada vez que esto sucede. Y lo consideraría como una anécdota sin mayor importancia si no fuera por el hecho de que cada vez necesitan más tiempo para completar sus tareas manuscritas, como por ejemplo los exámenes. He comprobado que para los mismos ejercicios escritos que mis alumnos solían hacer hace algunos años en 50 minutos, ahora necesitan cada vez más tiempo. No es una cuestión de mayor o menor capacidad cognitiva, sino de destreza en la caligrafía: tardan una enormidad en escribir por la sencilla razón de que cada vez practican menos esta destreza y escriben con torpeza. De ahí mi insistencia en que me entreguen sus trabajos escritos a mano. Mis alumnos de 2º de Bachillerato le temen a los exámenes de selectividad no por la dificultad de las materias sino por el límite de tiempo y papel para la prueba, ya que les resulta incómodo y embarazoso tener que escribir deprisa y sin desperdiciar espacio: un simple problema de caligrafía.
Por otro lado, la letra manuscrita es una seña de identidad personal: nada más personal e intransferible que la propia caligrafía. La impresión digital camufla bajo su aséptica uniformidad los rasgos de la personalidad del individuo que afloran en la escritura manual. Es otra de las razones por las que creo que no debe dejar de cultivarse la caligrafía.
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