....... Y, ¿qué es hablar de política?. ¿Es no ser ni de unos ni de otros y poner a todos a caer de un burro?.
....... La cuestión es: los que parece, o se las dan, de que saben hablar de política, ¿Por qué no lo hacen habitualmente?.... yo, como plebeyo inculto, estoy dispuesto a dedicar 1 hora al día leyendo a los que saben, a ver si aprendo, y dejar que se me caiga la baba. A ver cuándo, algunos, empiezan a hablar de política....
En mi
pueblo se dice que el movimiento se demuestra andando.
===
¿Hablar de polítca es decir que la medida de quitar la paga extra a los funcionarios, es una auténtica barbaridad, porque no es progresiva?...
- El mismo ahorro se puede hacer, como hizo el gobierno de Zapatero, rebajando un porcentaje de la masa salarial, con progresividad en el porcentaje de rebaja, es decir los que más ganan, más porcentaje se les rebaja.. política de izquierdas.
- El mismo ahorro se consigue con progresividad inversa, es decir los que más ganan les rebajan menos porcentaje, esto es quitar la paga extra de diciembre a todos. Política de derechas. (Habría que entrar en lo que es el salario base de los diferentes grupos, los complementos especiales y de destino....etc).
Sí, lo es, porque en esta medida está la esencia de una política de derechas o de izquierdas. Decir que tal cual lo ha hecho el PP es malo, es decir "y tú más"... pues, entonces, ¿para qué?.
Me callo, a la espera de que hablen los que saben poner a todos a caer de un burro.
Como decía Don Rodrigo "Que buen vasallo sería si buen rey tuviera"
ENMHO hablar de política es
- Expresar ideas, no consignas
- Evitar la defensa a ultranza de mi lider, solo por serlo y no por sus méritos.
- Reconocer que los contrarios hacen algo bien, que ya sé que no es el caso actual, y reconocer lo que el propio ha hecho mal, que si que ha sido el caso anterior.
- Respetar las ideas de los demás y rebatirlas con argumentos coherentes. Por poner un ejemplo, que el Sr. Rajoy sea un inutil no justifica que el Sr. Rodriguez lo haya sido con creces.(Pongo los apellidos para no herir susceptibilidades al nombrarlos como se les conoce coloquialmente, peperos y sociatas)
- No apropiarse ni denostar los emblemas visibles que nos pertenecen a todos, ni la bandera es de los unos ni el progresismo es de los otros. Según esto yo, que no comulgo con ninguno de los dos, no podría llevar la bandera ni estar a favor del progreso.
- Evitar tachar al contrario de fascista, que ya está comprobado que para ser fascista no es determinante ser de derechas. Hay fascistas en todas las ideologías.
- Igual para el denominativo que tengan los reaccionarios de derechas para los que no sean de los suyos, que no sé cual será. Para los bienpensados, no digo que todos los de derechas sean reaccionarios, digo que hay algunos entre sus filas, al igual que en todas las ideologías.
- Aportar ideas que inciten a pensar a los demás, ya se que me repito, ideas y no consignas.
- Hablar de la historia de la política, que hicieron bien y que hicieron mal los gobernantes anteriores. Ya se que es muy dificil hacerlo con la cabeza en vez del corazón, pero es la única forma de progresar.
Ya sé que soy un útopico, pero estoy convencido que el día que seamos capaces de separar corazón y cerebro, y exijamos lo mismo a los propios que a los ajenos, empezaremos a ser un país con posibilidades de tener realmente los gobernantes que nos merecemos.
Por supuesto que a los que tenemos y hemos tenido recientemente no nos los merecemos.
Y, para terminar, un apunte:
Cuando se dan las ideas prefabricadas se domina al pueblo, hasta que este empieza a pensar y a cuestionarlas.
Cuando se habla de ideales y se deja que cada uno adopte los que mas se amolden a él, respetando al resto, se tendrán aliados fiables y proactivos.
Solo hay que informarse para ver que estamos en el primer punto, espero equivocarme pero empiezo a ver una ruptura del sistema, que puede acabar con la toma de la Bastilla contra la clase política.
Si a los políticos les preocupara el bienestar del país no tendrían ningún inconveniente en trabajar juntos y reconocer los méritos del otro.