A todos nos ha asaltado alguna vez la duda sobre cambiar un reloj por otro.
Primero, tienes los factores objetivos:
1.- Precio de ambas piezas
2.- Valor de reventa en caso de que quieras deshacer el cambio
3.- Tamaño de ambas piezas
4.- Calibre
5.- Dotación (papeles, caja, estado,...)
Y luego, los que más te van a interesar y que serán los que decidan tu dilema, que son los subjetivos.
Poniéndome en tu piel, y partiendo de que el reloj que quieres cambiar es esa preciosidad que has puesto en la foto, sólo y exclusivamente lo cambiaría por un Planet Ocean de 45,5 mm, por el tamaño de mi muñeca, que exige relojes superiores a los 43 mm (aunque por lo que veo, el diseño le hace parecer más grande).
Por todo lo demás, veo a ese Breitling con mayor personalidad, más duradero en el tiempo y con una combinación de colores que a mí no me cansaría jamás.
Todo esto, referido a un Planet Ocean. Con un Seamater Bond, ni me lo plantearía. Juegan en otra liga, independientemente de que sea el nuevo cerámico, tenga un calibre coaxial,... Mi apreciación subjetiva es que el Breitling está por encima.
Por cuanto a la comparativa Breitling - Omega, son dos casas que tienen productos exquisitos, pero que están destinados a diferentes momentos de ánimo (por no decir a diferentes personas, porque no es así). Un Omega, siempre me ha parecido un reloj más sobrio, más serio, que un Breitling, que para mí encarna la deportividad en casi todos sus modelos.
Nunca me plantearía uno u otro. De hecho, en un tiempo tuve un Steel Fish y un Seamaster Chrono y al que más echo de menos es el al Breitling. Iba más con mi personalidad (menos mal que el Super Avenger ha llenado ese hueco)